L que quiere vengarse, experimentará la venganza del Señor; el cual tendrá exacta cuenta de sus pecados.
Perdona a tu prójimo cuando te agravia, y así cuando tú implores el perdón, te serán perdonados tus pecados.
¿Un hombre conserva encono contra otro hombre, y pide a Dios la salud?
¿No usa de misericordia con otro hombre como él, y pide perdón de sus pecados?
¿Siendo él carne miserable conserva el enojo, y pide a Dios reconciliación? ¿Quién se la alcanzará por sus pecados?
Acuérdate de las postrimerías, y déjate de enemistades;
pues la corrupción y la muerte están ordenadas en los mandamientos o ley del Señor.
Acuérdate de temer a Dios, y no estés airado con tu prójimo.
Ten presente la ley del Altísimo, y no hagas caso del yerro o ignorancia del prójimo que te ofendió.
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Abstente de litigios, y te ahorrarás pecados;
porque el hombre iracundo enciende querellas, y el pecador suscita discordias entre los amigos, y siembra enemistades en medio de los que viven en paz.
Y como a proporción de la leña del bosque es el incendio, así según el poder del hombre suele ser su enojo; y según es de rico, exaltará su cólera.
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La reyerta precipitada enciende el fuego, y la querella temeraria viene a parar en derramar sangre; y la lengua amenazadora contra otro, acarrea la muerte.
Si soplares en una chispa se encenderá de ella fuego, y si escupieres sobre ella se apagará; y lo uno y lo otro sale de la boca.
El murmurador, y el hombre de dos caras es maldito; porque mete confusión entre muchos que vivían en paz.
La mala lengua de un tercero ha alborotado a muchos, y los ha dispersado de un pueblo a otro.
Arruinó ciudades fuertes y ricas, y destruyó desde los cimientos los palacios de los magnates.
Aniquiló las fuerzas de los pueblos, y disipó gentes valerosas.
La lengua de un tercero echó fuera de casa a mujeres varoniles, y las privó del fruto de sus fatigas.
El que la escucha no tendrá sosiego, ni hallará un amigo con quien consolarse.
El golpe del azote deja un moretón; mas el golpe de la lengua desmenuza los huesos.
Muchos han perecido al filo de la espada; pero no tantos como por culpa de su lengua.
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Bienaventurado el que estuvo a cubierto de la mala lengua, y no experimentó su furor, ni probó su yugo, ni fue atado con sus cadenas.
Porque su yugo es yugo de hierro, y sus cadenas son cadenas de bronce.
La especie de muerte que de ella proviene es la peor; más tolerable que ella es el sepulcro.
Ella no será de larga duración: pero se enseñoreará de los caminos de los perversos; sus llamas no quemarán a los justos.
Los que abandonan a Dios, caerán en poder de la mala lengua, la cual encenderá en ellos su fuego, que no se apagará; y se desencadenará contra ellos como león, y cual leopardo los despedazará.
Haz de espinas una cerca a tus orejas, y no des oídos a la mala lengua, y pon puerta y candado a tu boca.
Funde tu oro y tu plata, y haz de ellos una balanza para tus palabras, y un freno bien ajustado para tu boca;
y mira no resbales en tu hablar, por lo cual caigas por tierra delante de los enemigos que te acechan, y sea incurable y mortal tu caída."
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas