ON piedras llenas de lodo es apedreado el perezoso; y todos hablarán de él con desprecio.
Le tiran boñigas de buey, y todos los que lo tocan sacuden y se limpian las manos, y se ríen.
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Afrenta del padre es el hijo malcriado; y la hija inmodesta será poco estimada.
La hija prudente es una herencia para su esposo; mas aquella que acarrea vergüenza es el oprobio del que la ha engendrado.
La que es insolente es la deshonra del padre o del marido (en nada es inferior a los malvados) y será vilipendiada de uno y otro.
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Un discurso fuera de tiempo viene a ser como la música en duelo; mas el azote o la corrección y la instrucción, en toda ocasión son oportunos para infundir la sabiduría.
Quien pretende amaestrar a un necio, es como el que quiere reunir con engrudo los pedazos de un tiesto.
Quien cuenta una cosa al que no escucha, hace como el que quiere despertar de su letargo al que duerme.
Habla con un dormido quien discurre de la sabiduría con un necio, el cual al fin del discurso suele decir: ¿Quién es éste?
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Llora tú por el muerto, porque le faltó la luz; y llora por el fatuo o pecador, porque le falta inteligencia.
Llora poco por un muerto, pues ya goza de reposo.
Porque la pésima vida del impío fatuo es peor que la muerte.
Siete días dura el llanto por un muerto; pero el llanto por el fatuo y el impío ha de durar mientras vivan.
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Con el necio no hables mucho, y no te acompañes con el insensato.
Guárdate de él para no tener inquietudes, y a fin de que no te manche su pecado.
Desvíate de él, y tendrás sosiego, y no recibirás tedio o fastidio por su necedad.
¿Qué otra cosa se nombrará que sea más pesada que el plomo, a no ser el necio?
Más fácil es cargar sobre sí arena, sal y barras de hierro, que con un imprudente, un fatuo o un impío.
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La trabazón de vigas encajadas para cimiento del edificio no se descompondrá; así tampoco un corazón robustecido con un consejo maduro y deliberado.
Las resoluciones del hombre sensato no serán alteradas por el miedo en ningún tiempo.
Como los palos plantados en lugares elevados, y las paredes en seco, o sin argamasa, no pueden resistir contra la fuerza del viento,
así, igualmente el corazón del fatuo, tímido en sus pensamientos, no resistirá el ímpetu del temor.
Así como el corazón del fatuo que está pavoroso en sus pensamientos, no temerá en todo tiempo, así aquel que está firme en los mandamientos de Dios está siempre sin temor.
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El que punza el ojo hace salir lágrimas, y quien punza el corazón hace salir los afectos.
El que tira una piedra contra los pájaros, los hace huir; así también el que hiere al amigo rompe la amistad.
Aunque hubieres desenvainado la espada contra el amigo, no desesperes, pues todavía podrás reconciliarte con él."
Si has dicho al amigo palabras pesadas, no temas; porque hay lugar a la concordia, no habiendo habido ultrajes, ni desvergüenzas, ni orgullo, ni revelación de un secreto, ni golpe a traición; por todas estas cosas sí que huirá el amigo."
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Guarda fidelidad al amigo en medio de su pobreza, a fin de gozar algún día de su prosperidad."
En el tiempo de su tribulación manténte fiel a él; si quieres también ser llamado a la parte de su herencia."
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El vapor y el humo se levantan del horno antes que la llama del fuego; así también las maldiciones, las injurias, y las amenazas preceden al derramamiento de sangre."
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No me avergonzaré de saludar al amigo pobre y abatido, ni me retiraré de su trato; que si después de eso me vinieren males por causa de él, o me fuere ingrato, sabré sufrirlos."
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Pero todos los que lo entendieren se guardarán de él."
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Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas