Jn 11:53
|
Y así desde aquel día no pensaban sino en hallar medio de hacerle morir.
|
Jn 12:6
|
Esto dijo, no porque él pasase algún cuidado por los pobres, sino porque era ladrón y teniendo la bolsa, llevaba o defraudaba el dinero que se echaba en ella.
|
Jn 12:9
|
Entretanto una gran multitud de judíos, luego que supieron que Jesús estaba allí, vinieron, no sólo por Jesús , sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos.
|
Jn 12:30
|
Jesús les respondió, y dijo: Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros.
|
Jn 12:44
|
Jesús , pues, alzó la voz, y dijo: Quien cree en mí, no cree solamente en mí, sino en aquel que me ha enviado.
|
Jn 12:47
|
Que si alguno oye mis palabras, y no las observa, yo no le doy la sentencia, pues no he venido ahora a juzgar al mundo, sino a salvarlo.
|
Jn 12:49
|
puesto que yo no he hablado de mí mismo, sino que el Padre que me envió, él mismo me ordenó lo que debo decir, y cómo he de hablar.
|
Jn 13:9
|
Le dijo Simón Pedro: Señor, no solamente mis pies, sino las manos también, y la cabeza.
|
Jn 14:6
|
Le respondió Jesús : Yo soy el camino, la verdad, y la vida: Nadie viene al Padre sino por mí.
|
Jn 14:24
|
Pero el que no me ama, no practica mi palabra. Y la palabra que habéis oído, no es solamente mía, sino del Padre, que me ha enviado.
|
Jn 15:19
|
Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya; pero como no sois del mundo, sino que os escogí yo del mundo, por eso el mundo os aborrece.
|
Jn 15:24
|
Si yo no hubiera hecho entre ellos obras tales, cuales ningún otro ha hecho, no tendrían culpa; pero ahora ellos las han visto y con todo me han aborrecido a mí, y no sólo a mí sino también a mi Padre.
|
Jn 16:13
|
Cuando venga el Espíritu de verdad, él os enseñará todas las verdades necesarias para la salvación; pues no hablará de suyo, sino que dirá todas las cosas que habrá oído, y os anunciará las venideras.
|
Jn 16:25
|
Estas cosas os he dicho usando de parábolas. Va llegando el tiempo en que ya no os hablaré con parábolas, sino que abiertamente os anunciaré las cosas del Padre.
|
Jn 17:9
|
Por ellos ruego yo ahora. No ruego por el mundo, sino por éstos que me diste, porque tuyos son:
|
Jn 17:12
|
Mientras estaba yo con ellos, yo los defendía en tu Nombre. He guardado los que tú me diste y ninguno de ellos se ha perdido sino el hijo de la perdición, cumpliéndose así la Escritura.
|
Jn 17:15
|
No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del mal.
|
Jn 17:20
|
Pero no ruego solamente por éstos, sino también por aquellos que han de creer en mí por medio de su predicación;
|
Jn 18:40
|
Entonces todos volvieron a gritar: No a ése, sino a Barrabás. Es de saber que Barrabás era un ladrón y homicida.
|
Jn 19:15
|
Ellos gritaban: ¡Quita, quítale de en medio, crucifícale! Les dijo Pilatos: ¿A vuestro rey tengo yo de crucificar? Respondieron los sacerdotes: No tenemos rey, sino a César.
|
Jn 19:21
|
Con esto los sacerdotes de los judíos representaban a Pilatos: No has de escribir: Rey de los judíos; sino que él ha dicho: Yo soy el rey de los judíos.
|
Jn 19:34
|
sino que uno de los soldados con la lanza le abrió el costado, y al instante salió sangre y agua.
|
Jn 20:7
|
y el sudario o pañuelo que habían puesto sobre la cabeza de Jesús , no junto con los demás lienzos, sino separado y doblado en otro lugar.
|
Jn 20:27
|
Después dice a Tomás: Mete aquí tu dedo, y registra mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado, y no seáis incrédulo, sino fiel.
|
Jn 21:8
|
Los demás discípulos vinieron en la barca, tirando la red llena de peces (pues no estaba lejos de tierra, sino como unos doscientos co-dos).
|
Jn 21:23
|
Y de aquí se originó la voz que corrió entre los hermanos, de que este discípulo no moriría. Mas no le dijo Jesús : No morirá, sino: Si yo quiero que así se quede hasta mi venida, ¿a ti qué te importa?
|
Hech 1:4
|
Y por último, comiendo con ellos, les mandó que no partiesen de Jerusalén , sino que esperasen el cumplimiento de la promesa del Padre, la cual, dijo, oísteis de mi boca,
|
Hech 2:16
|
sino que se verifica lo que dijo el profeta Joel:
|
Hech 4:32
|
Toda la multitud de los fieles tenía un mismo corazón y una misma alma; ni había entre ellos quien considerase como suyo lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
|
Hech 5:4
|
¿Quién te quitaba el conservarlo? Y aunque lo hubieses vendido, ¿no estaba su precio a tu disposición? ¿Pues a qué fin has urdido en tu corazón esta trampa? No mentiste a hombres, sino a Dios.
|
Hech 8:16
|
Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente estaban bautizados en nombre del Señor Jesús .
|
Hech 9:1
|
Mas Saulo, que todavía no respiraba sino amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al príncipe de los sacerdotes,
|
Hech 10:35
|
sino que en cualquiera nación, el que le teme, y obra bien, merece su agrado.
|
Hech 10:41
|
no de todo el pueblo, sino de los predestinados de Dios para testigos, de nosotros, que hemos comido y bebido con él, después que resucitó de entre los muertos.
|
Hech 15:20
|
sino que se les escriba que se abstengan de las inmundicias de los ídolos o manjares a ellos sacrificados, y de la fornicación, y de animales sofocados, y de la sangre.
|
Hech 16:37
|
Mas Pablo les dijo a los alguaciles: ¡Cómo! Después de habernos azotado públicamente, sin oírnos en juicio, siendo ciudadanos romanos nos metieron en la cárcel, ¿y ahora salen con soltarnos en secreto? No ha de ser así, sino que han de venir los magistrados,
|
Hech 17:21
|
(Es de advertir que todos los atenienses, y los forasteros que allí vivían, en ninguna otra cosa se ocupaban, sino en decir o en oír algo de nuevo).
|
Hech 18:21
|
sino que, despidiéndose de ellos, y diciéndoles: Otra vez volveré a veros, si Dios quiere, partió de Efeso.
|
Hech 19:26
|
y veis también y oís cómo ese Pablo, no sólo en Efeso, sino casi en toda el Asia, con sus persuasiones ha hecho cambiar de creencia a mucha gente, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.
|
Hech 19:27
|
Por donde, no sólo esta profesión nuestra correrá peligro de ser desacreditada, sino, lo que es más, el templo de la gran diosa Diana perderá toda su estimación, y la majestad de aquélla, a quien toda el Asia y el mundo entero adora, caerá por tierra.
|
Hech 21:13
|
A lo que respondió, y dijo: ¿Qué hacéis con llorar y afligir mi corazón? Porque yo estoy pronto, no sólo a ser aprisionado, sino también a morir en Jerusalén por el Nombre del Señor Jesús .
|
Hech 26:10
|
como ya lo hice en Jerusalén , donde no sólo metí a muchos de los santos, o fieles, en las cárceles, con poderes que para ello recibí de los príncipes de los sacerdotes, sino que siendo condenados a muerte yo di también mi consentimiento.
|
Hech 26:25
|
Y Pablo le respondió: No deliro, óptimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.
|
Hech 26:29
|
A lo que contestó Pablo: Quiera Dios, como deseo, que no solamente faltara poco, sino que no faltara nada, para que tú y todos cuantos me oyen llegaseis a ser hoy tales cual soy yo, salvo estas cadenas.
|
Hech 27:10
|
diciéndoles: Yo conozco, amigos, que la navegación comienza a ser muy peligrosa y de mucho perjuicio, no sólo para la nave y cargamento, sino también para nuestras vidas.
|
Rom 1:21
|
porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; sino que ensoberbecidos devanearon en sus discursos, y quedó su insensato corazón lleno de tinieblas;
|
Rom 1:32
|
los cuales en medio de haber conocido la justicia de Dios, no echaron de ver, que los que hacen tales cosas, son dignos de muerte eterna, y no sólo los que las hacen, sino también los que aprueban a los que las hacen.
|
Rom 2:8
|
y derramando su cólera y su indignación sobre los espíritus porfiados, que no se rinden a la verdad, sino que abrazan la injusticia.
|
Rom 2:13
|
Que no son justos delante de Dios los que oyen la ley; sino los que la cumplen, ésos son los que serán justificados.
|
Rom 2:29
|
sino que el verdadero judío es aquel que lo es en su interior, así como la verdadera circuncisión es la del corazón que se hace según el espíritu, y no según la letra de la ley; y este verdadero judío recibe su alabanza, no de los hombres, sino de Dios.
|