Mc 5:19
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Mas Jesús no le admitió, sino que le dijo: Vete a tu casa y con tus parientes, y anuncia a los tuyos la gran merced que te ha hecho el Señor, y la misericordia que ha usado contigo.
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Mc 5:39
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y entrando, les dijo: ¿De qué os afligís tanto y lloráis? La muchacha no está muerta, sino dormida.
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Mc 6:4
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Mas Jesús les decía: Cierto que ningún profeta está sin honor, o estimación, sino en su patria, en su casa y en su parentela.
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Mc 6:8
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Y les mandó que nada se llevasen para el camino, sino el solo báculo o bordón; sin alforja, ni pan, o dinero en el cinto, o faja,
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Mc 6:15
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Otros decían: No es, sino Elías. Otros: Este es un profeta igual a los principales profetas.
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Mc 6:27
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sino que enviando a un soldado, mandó traer la cabeza de Juan en una fuente. El soldado, pues, le cortó la cabeza en la cárcel;
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Mc 7:5
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Se preguntaban, pues, los escribas y fariseos: ¿Por qué tus discípulos no se conforman con la tradición de los antiguos, sino que comen sin lavarse las manos?
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Mc 7:19
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puesto que nada de esto entra en su corazón, sino que va a parar en el vientre, de donde sale y se echa en lugares secretos?
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Mc 8:33
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Pero Jesús vuelto contra él y mirando a sus discípulos, reprendió ásperamente a Pedro, diciendo: Quítateme de delante, Satanás, porque no te saboreas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
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Mc 9:8
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El cual, así que bajaban del monte, les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del hombre hubiese resucitado de entre los muertos.
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Mc 9:28
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Les respondió: Esta raza de demonios por ningún medio puede salir, sino a fuerza de oración y de ayuno.
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Mc 10:8
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y los dos no compondrán sino una sola carne, de manera que ya no son dos, sino una sola carne:
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Mc 10:8
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y los dos no compondrán sino una sola carne, de manera que ya no son dos, sino una sola carne:
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Mc 10:18
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Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.
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Mc 10:40
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pero eso de sentarse a mi distra y a mi siniestra no está en mi arbitrio darlo a vosotros, sino a quienes se ha destinado.
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Mc 10:43
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No debe ser lo mismo entre vosostros; sino quien quisiere hacerse mayor ha de ser vuestro criado;
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Mc 10:45
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Porque aun el Hijo del hombre no vino a que le sirviesen, sino a servir y a dar su vida por la redención de muchos.
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Mc 11:13
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Y como viese a lo lejos una higuera con hojas, se encaminó allá para ver si encontraba en ella alguna cosa; y llegando, nada encontró sino follaje; porque no era aún tiempo de higos;
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Mc 11:23
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En verdad os digo, que cualquiera que dijere a este monte: Quítate de ahí, y échate al mar, no vacilando en su corazón, sino creyendo que cuanto dijere se ha de hacer, así se hará.
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Mc 12:14
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los cuales vinieron y le dijeron: Maestro, nosotros sabemos que eres hombre veraz, y que no atiendes a respetos humanos, porque no miras la calidad de las personas, sino que enseñas el camino de Dios con lisura: ¿Nos es lícito a nosotros pagar tributo a César, o podremos no pagarlo?
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Mc 12:25
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Porque cuando hayan resucitado de entre los muertos, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres maridos, sino que serán como los ángeles que están en los cielos.
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Mc 12:27
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Y en verdad que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Luego estáis vosotros en un gran error.
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Mc 13:8
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puesto que se armará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá terremotos en varias partes, y hambres. Y esto no será sino el principio de los dolores.
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Mc 13:11
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Cuando, pues, llegare el caso de que os lleven para entregaros en sus manos, no discurráis de antemano lo que habéis de hablar; sino hablad lo que os será inspirado en aquel trance; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
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Mc 13:11
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Cuando, pues, llegare el caso de que os lleven para entregaros en sus manos, no discurráis de antemano lo que habéis de hablar; sino hablad lo que os será inspirado en aquel trance; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
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Mc 14:11
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Los cuales cuando le oyeron, se holgaron mucho, y prometieron darle dinero. Y él ya no buscaba sino ocasión oportuna para entregarle.
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Mc 14:36
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¡Oh Padre, Padre!, decía, todas las cosas te son posibles, aparta de mí este cáliz. Mas no sea lo que yo quiero, sino lo que tú.
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Lc 1:60
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Pero su madre, oponiéndose, dijo: No por cierto, sino que se llamará Juan.
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Lc 4:4
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Les respondió Jesús : Escrito está: No vive de sólo pan el hombre, sino de todo lo que Dios dice.
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Lc 4:26
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y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino que lo fue a una mujer viuda en Sarepta, ciudad gentil del territorio de Sidón.
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Lc 4:27
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Había asimismo muchos leprosos en Israel en tiempo del profeta Eliseo; y ninguno de ellos fue curado por este profeta, sino que lo fue Naamán, natural de Siria.
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Lc 5:21
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Entonces los escribas y fariseos empezaron a pensar mal, diciendo para consigo: ¿Quién es éste, que así blasfema? ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios?
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Lc 5:31
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Pero Jesús , tomando la palabra, les dijo: Los sanos no necesitan de médico, sino los enfermos.
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Lc 5:32
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No son los justos, sino los pecadores a los que he venido yo a llamar a penitencia.
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Lc 5:38
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sino que el vino nuevo se debe echar en cueros nuevos, y así ambas cosas se conservan.
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Lc 6:4
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¿Cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dio de ellos a sus compañeros, siendo así que a nadie se permite el comerlos sino a los sacerdotes?
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Lc 6:32
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Que si no amáis sino a los que os aman, ¿qué mérito es el vuestro? Porque también los pecadores aman a quien los ama a ellos.
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Lc 8:16
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Y añadió: Ninguno después de encender una antorcha la tapa con una vasija, ni la mete debajo de la cama; sino que la pone sobre un candelero, para que dé luz a los que entran.
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Lc 8:27
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Luego que salió a tierra, le salió al encuentro un hombre, ya de mucho tiempo atrás endemoniado, que ni sufría ropa encima, ni moraba en casa, sino en las cuevas sepulcrales.
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Lc 8:51
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Llegando a la casa, no permitió entrar consigo a nadie, sino a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y al padre y madre de la niña.
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Lc 8:52
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Entretanto lloraban todos por la niña, golpeándose el pecho. Mas él dijo: No lloréis, pues la niña no está muerta, sino dormida.
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Lc 9:8
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porque unos decían: Sin duda que Juan ha resucitado; algunos: No, sino que ha aparecido Elías; otros, en fin, que uno de los profetas antiguos había resucitado.
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Lc 9:56
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El Hijo del hombre no ha venido para perder a los hombres, sino para salvarlos. Y con esto se fueron a otra aldea.
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Lc 10:22
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El Padre ha puesto en mi mano todas las cosas. Y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiera revelarlo.
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Lc 10:22
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El Padre ha puesto en mi mano todas las cosas. Y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiera revelarlo.
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Lc 11:33
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Nadie enciende una candela para ponerla en un lugar escondido, ni debajo de un celemín; sino sobre un candelero, para que los que entran vean la luz.
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Lc 12:49
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Yo he venido a poner fuego en la tierra: ¿y qué he de querer sino que arda?
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Lc 12:51
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¿Pensáis que he venido a poner paz en la tierra? No, sino desunión: así os lo declaro.
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Lc 14:13
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sino que cuando hagas un convite, has de convidar a los pobres, y a los tullidos, y a los cojos, y a los ciegos;
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Lc 17:18
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No ha habido quién volviese a dar a Dios la gloria, sino este extranjero.
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