II Par 13:15
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Alzaron el grito todos los soldados de Judá; y he aquí que al estruendo de sus voces aterró Dios a Jeroboam y a todo Israel, que tenía cercados a Abía y a Judá.
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II Par 13:16
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Y los hijos de Israel volvieron las espaldas a Judá, en cuyas manos los abandonó Dios.
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II Par 13:17
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Con esto Abía y su gente hicieron en ellos gran destrozo, tanto que cayeron heridos quinientos mil valientes por parte de Israel.
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II Par 13:18
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Así quedaron entonces abatidos los hijos de Israel, y los de Judá cobraron grandísimos bríos, por haber puesto su esperanza en el Señor Dios de sus padres.
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II Par 15:3
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Mucho tiempo pasará Israel sin el verdadero Dios, sin sacerdote, sin doctor y sin ley.
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II Par 15:4
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Y cuando en medio de su angustia se conviertan al Señor Dios de Israel y lo buscaren, lo hallarán.
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II Par 15:9
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Y convocó a todo Judá y Benjamín, y con ellos a los forasteros de Efraín, y de Manasés, y de Simeón, pues se iban acogiendo a él muchos de Israel, viendo cuánto le favorecía el Señor su Dios.
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II Par 15:13
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Que si alguno, dijo, no siguiere al Señor Dios de Israel, muera sin excepción, sea pequeño o grande, varón o mujer.
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II Par 15:17
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No obstante, quedaron lugares altos en Israel si bien el corazón de Asá fue perfecto todo el tiempo de su vida.
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II Par 16:1
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Pero el año treinta y seis del reinado de Asá, entró Baasa, rey de Israel, en el país de Judá, y empezó a fortificar a Rama, para que ninguno del reino de Asá pudiese entrar y salir libremente.
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II Par 16:3
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Hay alianza entre yo y tú; al modo que la hubo entre mi padre y el tuyo; por tanto te remito ese oro y plata, para que, rompiendo el tratado que tienes hecho con Baasa, rey de Israel, le obligues a retirarse de mi país.
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II Par 16:4
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En vista de esta demostración, despachó Benadad los generales de sus ejércitos contra las ciudades de Israel; los cuales batieron las ciudades de Ahión, de Dan, de Abelmain, y todas las ciudades muradas de Neftalí.
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II Par 16:11
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Mas los hechos de Asá, desde el principio hasta el fin, se hallan escritos en el libro de los Anales de los Reyes de Judá y de Israel.
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II Par 17:1
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Lo sucedió en el reino Josafat, su hijo, el cual prevaleció siempre contra Israel.
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II Par 17:4
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sino en el Dios de su padre, siguiendo el camino de sus mandamientos, y apartándose de los pecados de Israel.
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II Par 18:3
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Dijo, pues, Acab, rey de Israel, a Josafat, rey de Judá: Ven conmigo a Ramot de Galaad. Le respondió Josafat: Tú y yo somos una misma cosa, y una misma cosa tu pueblo y el mío, y así iremos contigo a la guerra.
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II Par 18:4
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Añadió Josafat al rey de Israel: Te ruego que consultes en este lance qué es lo que dice el Señor.
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II Par 18:5
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Juntó, pues, el rey de Israel cuatrocientos profetas, y les dijo: ¿Debemos ir a atacar a Ramot de Galaad, o estarnos quedos? Respondieron ellos: Marcha; que Dios entregará esa ciudad en poder del rey.
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II Par 18:7
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Dijo el rey de Israel a Josafat: Aquí hay un hombre por quien podemos inquirir la voluntad del Señor; mas yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre desdichas; éste tal es Miqueas, hijo de Jemla. Y respondió Josafat: No hables, oh rey, de esa manera.
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II Par 18:8
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Llamó, pues, el rey de Israel a uno de los eunucos o camareros, y le dijo: Llama luego a Miqueas, hijo de Jemla.
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II Par 18:9
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Entretanto el rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, vestidos de traje real, estaban ambos sentados en tronos; el sitio donde estaban era una plaza, junto a la puerta de Samaria; y todos aquellos profetas iban vaticinando en su presencia.
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II Par 18:16
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Entonces dijo Miqueas: He visto a todo Israel disperso por los montes, como ovejas sin pastor; y ha dicho el Señor: Estos no tienen quien los mande; que se vuelva cada uno en paz a su casa.
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II Par 18:17
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Y dijo el rey de Israel a Josafat: ¿No te dije yo que éste no me anunciaría cosa buena, sino sólo desdichas?
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II Par 18:19
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Y ha dicho el Señor: ¿Quién engañará a Acab, rey de Israel, a fin de que salga a campaña y perezca en Ramot de Galaad? Y diciendo quién una cosa y quién otra,
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II Par 18:25
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Pero el rey de Israel dio una orden diciendo: Prended a Miqueas, y llevadlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo de Amelec,
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II Par 18:28
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Sin embargo, el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, marcharon contra Ramot de Galaad.
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II Par 18:29
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Mas el rey de Israel dijo a Josafat: Yo mudaré de traje, y entraré de este modo en batalla; tú lleva tus vestidos. En efecto, el rey de Israel entró disfrazado en el combate.
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II Par 18:29
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Mas el rey de Israel dijo a Josafat: Yo mudaré de traje, y entraré de este modo en batalla; tú lleva tus vestidos. En efecto, el rey de Israel entró disfrazado en el combate.
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II Par 18:30
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Había dado el rey de Siria esta orden a los capitanes de su caballería: No peleéis contra nadie, pequeño ni grande, sino tan solamente contra el rey de Israel.
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II Par 18:31
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Y así luego que los comandantes de la caballería vieron a Josafat, dijeron: El rey de Israel es ése; y rodeándolo cargaron sobre él. Pero él invocó a gritos al Señor, el cual lo socorrió, y los desvió de él.
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II Par 18:32
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Porque habiendo visto los capitanes de la caballería que no era el rey de Israel, lo dejaron.
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II Par 18:33
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Entretanto sucedió que uno de la tropa, tirando sin objeto particular una saeta, hirió al rey de Israel entre el cuello y la espalda; por lo que dijo el rey a su cochero: Vuelve atrás, y sácame del combate, porque estoy herido.
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II Par 18:34
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Con esto se acabó en aquel día la guerra. El rey de Israel se mantuvo en su coche hasta la tarde, enfrente a los siros, y murió al ponerse el sol.
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II Par 19:8
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Josafat estableció también en Jerusalén levitas, y sacerdotes, y príncipes o cabezas de las familias de Israel, para que hiciesen justicia a sus moradores y juzgasen las causas del Señor;
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II Par 20:7
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¿No es así que tú, oh Dios nuestro, acabaste con todos los moradores de esta tierra delante de Israel, tu pueblo, y se la diste para siempre a los descendientes de tu amigo Abrahán?
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II Par 20:10
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Ahora, pues, los hijos de Amón y los de Moab, y los de la montaña de Seir, por cuyas tierras no permitiste que pasase Israel al salir de Egipto, antes se desvió Israel de ellos, y no los mató:
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II Par 20:10
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Ahora, pues, los hijos de Amón y los de Moab, y los de la montaña de Seir, por cuyas tierras no permitiste que pasase Israel al salir de Egipto, antes se desvió Israel de ellos, y no los mató:
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II Par 20:19
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Al mismo tiempo los levitas del linaje de Caat y del linaje de Coré, cantaban alabanzas al Señor Dios de Israel con grandes voces, que llegaban hasta el cielo.
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II Par 20:29
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Y se derramó el terror del Señor sobre todos los reinos cercanos, así que oyeron cómo el Señor había peleado contra los enemigos de Israel.
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II Par 20:34
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Los demás hechos de Josafat desde el principio al fin están escritos en el Libro de Jehú, hijo de Hanani, que los insertó en el Libro de los Reyes de Israel.
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II Par 20:35
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Al cabo Josafat, rey de Judá, muerto Acab, contrajo amistad con Ocozías, rey de Israel, cuyas obras fueron sumamente impías.
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II Par 21:4
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Tomó, pues, Joram posesión del reino de su padre; y asegurado en su trono, pasó a cuchillo a todos sus hermanos, y a algunos de los principales de Israel.
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II Par 21:6
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Y siguió los pasos de los reyes de Israel, como lo había hecho la casa de Acab; pues tenía por mujer a una hija de éste, y así hizo lo malo en la presencia del Señor.
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II Par 21:13
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sino que has andado por el camino de los reyes de Israel, y has hecho idolatrar a Judá, y a los habitantes de Jerusalén , imitando la impiedad de la casa de Acab, además de haber muerto a tus hermanos, estirpe de tu padre, harto mejores que tú;
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II Par 22:5
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Y se gobernó por sus consejos. Y salió con Joram, hijo de Acab, rey de Israel, a la guerra contra Hazael, rey de Siria, en Ramot de Galaad, donde los siros hirieron a Joram.
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II Par 23:2
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Los que recorriendo el país de Judá, juntaron los levitas de todas sus ciudades, y los príncipes de las familias de Israel, y vinieron a Jerusalén .
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II Par 24:5
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a cuyo fin, convocando los sacerdotes y levitas, les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y recoged de todo Israel el dinero para los reparos anuales del templo de vuestro Dios; y hacedlo pronto. Pero los levitas obraron con negligencia.
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II Par 24:6
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Por lo que llamó el rey al príncipe de los sacerdotes Joíada, y le dijo: ¿Cómo no has tenido cuidado de obligar a los levitas a que recogiesen de Judá y de Jerusalén la contribución impuesta por Moisés, siervo del Señor, a todo el pueblo de Israel para la construcción del Tabernáculo de la Alianza?
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II Par 24:9
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y se pregonó en Judá y en Jerusalén que cada cual trajese al Señor la contribución señalada por Moisés, siervo de Dios, a todo Israel en el desierto.
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II Par 24:16
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y fue sepultado en la ciudad de David con los reyes, por el bien que había hecho a Israel y a su casa.
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