Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Israel

III Rey 16:26 y en todo imitó el proceder de Jeroboam, hijo de Nabat, y sus pecados, con que hizo pecar a Israel, provocando la ira del Señor Dios de Israel con sus vanidades o idolatrías.
III Rey 16:27 El resto de las acciones de Amri y las guerras que tuvo ¿no está todo escrito en el Libro de los Anales de los Reyes de Israel?
III Rey 16:29 El año treinta y ocho del reinado de Asa, rey de Judá, comenzó a reinar en Israel Acab, hijo de Amri. Reinó este Acab, hijo de Amri, sobre Israel, en Samaria, veintidós años.
III Rey 16:29 El año treinta y ocho del reinado de Asa, rey de Judá, comenzó a reinar en Israel Acab, hijo de Amri. Reinó este Acab, hijo de Amri, sobre Israel, en Samaria, veintidós años.
III Rey 16:33 y le plantó y consagró un bosque. Y prosiguió Acab en su mal obrar, irritando al Señor Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel, sus predecesores.
III Rey 16:33 y le plantó y consagró un bosque. Y prosiguió Acab en su mal obrar, irritando al Señor Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel, sus predecesores.
III Rey 17:1 Mas Elías de Tesbe, habitante de Galaad, dijo a Acab: Vive el Señor Dios de Israel, de quien yo soy siervo, que no ha de caer rocío ni lluvia en estos años, sino hasta que yo lo dijere.
III Rey 17:14 Porque esto dice el Señor Dios de Israel: No vendrá a menos la harina de la orza, ni menguará el aceite de la alcuza, hasta el día en que el Señor envíe lluvia sobre la tierra.
III Rey 18:17 y así que lo vio le dijo: ¿Eres acaso tú el que traes alborotado a Israel?
III Rey 18:18 A lo que respondió Elías: No he alborotado yo a Israel; sino tú y la casa de tu padre, que habéis despreciado los mandamientos del Señor, y seguido a los Baales o falsos dioses.
III Rey 18:19 No obstante, manda ahora mismo juntar delante de mí a todo Israel en el monte Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y a los cuatrocientos profetas de los bosquetes, a quienes sustenta Jezabel.
III Rey 18:20 Envió, pues, Acab a llamar a todos los hijos de Israel, y congregó a todos los profetas de Baal en el monte Carmelo.
III Rey 18:31 Tomó doce piedras, según el número de las tribus de los hijos de Jacob , a quien habló el Señor, diciendo: Israel será tu nombre.
III Rey 18:36 Siendo ya el tiempo de ofrecer el holocausto, se acercó el profeta Elías, y dijo: Oh Señor Dios de Abrahán, y de Isaac, y de Israel, muestra hoy que tú eres el Dios de Israel, y que yo soy tu siervo, y que por tu mandato he hecho todas estas cosas.
III Rey 18:36 Siendo ya el tiempo de ofrecer el holocausto, se acercó el profeta Elías, y dijo: Oh Señor Dios de Abrahán, y de Isaac, y de Israel, muestra hoy que tú eres el Dios de Israel, y que yo soy tu siervo, y que por tu mandato he hecho todas estas cosas.
III Rey 19:10 A lo que respondió él: Me abraso de celo por ti, ¡oh Señor Dios de los ejércitos!, porque los hijos de Israel han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a cuchillo tus profetas; he quedado yo solo, y me buscan para quitarme la vida.
III Rey 19:14 Abrasarme de celo, respondió él, por el Señor Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y pasado a cuchillo a tus profetas; he quedado solamente yo, y me buscan para quitarme la vida.
III Rey 19:16 y a Jehú, hijo de Namsi, lo ungirás rey de Israel; y ungirás también a Eliseo, hijo de Safat, natural de Abelmeula, por profeta sucesor tuyo.
III Rey 19:18 Mas yo me reservaré en Israel siete mil varones que nunca doblaron su rodilla ante Baal, ninguno de los cuales ha besado su propia mano, y extendídola después en señal de adorarle.
III Rey 20:2 Y envió mensajeros a la ciudad, que dijesen a Acab, rey de Israel:
III Rey 20:4 A lo que contestó el rey de Israel: Tuyo soy, mi rey y Señor, como tú dices, y tuyas son todas mis cosas.
III Rey 20:7 Entonces el rey de Israel convocó a todos los ancianos de su pueblo, y dijo: Advertid y notad cómo nos está armando asechanzas; puesto que nos envió a pedirme mis mujeres y mis hijos, y el oro y la plata, y no le he dicho que no.
III Rey 20:11 Mas el rey de Israel les respondió: Decidle a vuestro amo que no cante la victoria antes de la batalla.
III Rey 20:13 Cuando he aquí que un profeta presentándose a Acab, rey de Israel, le dijo: Esto dice el Señor: ¿Has visto bien toda esta multitud innumerable? Pues mira, hoy la pondré yo en tus manos, para que sepas que yo soy el Señor.
III Rey 20:15 Contó, pues, Acab los mozos de a pie de los príncipes y halló ser doscientos treinta y dos; pasó después revista del pueblo, y halló aptos para pelear siete mil entre todos los hijos de Israel.
III Rey 20:20 y cada uno de ellos mató al que se le puso delante; con lo que huyeron los siros, y fue Israel persiguiéndolos. Huyó también Benadad, rey de Siria, a uña de caballo, con los de su caballería.
III Rey 20:21 Y saliendo asimismo el rey de Israel, derrotó caballos y carros, haciendo un gran estrago en los siros.
III Rey 20:22 Entonces acercándose un profeta al rey de Israel, le dijo: Anda y esfuérzate, y reflexiona y mira lo que has de hacer; porque el año que viene volverá contra ti el rey de Siria.
III Rey 20:26 Pasado, pues, un año hizo Benadad revista de los siros, y salió a campaña y fue a Afec para pelear contra Israel.
III Rey 20:27 Se pasó también revista de los hijos de Israel, los cuales prevenidos de víveres marcharon al encuentro de sus enemigos, y acamparon enfrente de ellos, a manera de dos pequeños hatos de cabras; al paso que los siros inundaron todo el país.
III Rey 20:28 Entonces un varón de Dios vino a encontrar al rey de Israel, y le dijo: Esto dice el Señor: Por cuanto han dicho los siros: El Señor es Dios de los montes y no es Dios de los valles, por lo mismo yo entregaré en tu mano toda esa gran muchedumbre; con lo que acabaréis de conocer que yo soy el Señor.
III Rey 20:29 Entretanto los dos ejércitos por espacio de siete días estuvieron formados en batalla uno enfrente de otro, y al séptimo día se dio la acción: en la cual los hijos de Israel mataron de los siros en un día cien mil hombres de infantería.
III Rey 20:31 Y le dijeron sus criados: Nosotros hemos oído decir que los reyes de la casa de Israel son clementes y piadosos; vistámonos, pues, de sacos con sogas al cuello, y presentémonos así al rey de Israel; que tal vez nos salvará las vidas.
III Rey 20:31 Y le dijeron sus criados: Nosotros hemos oído decir que los reyes de la casa de Israel son clementes y piadosos; vistámonos, pues, de sacos con sogas al cuello, y presentémonos así al rey de Israel; que tal vez nos salvará las vidas.
III Rey 20:32 Se vistieron, pues, los sacos, ciñéndoselos en la cintura, y se pusieron las sogas al cuello, y se presentaron al rey de Israel diciéndole: Benadad, tu siervo, dice: Sálvame, te ruego, la vida. A lo que respondió el rey: Si vive todavía, él es mi hermano.
III Rey 20:40 Mas como yo agitado o turbado me volviese a un lado y a otro, el hombre desapareció de repente. Le respondió el rey de Israel: Tú mismo te has pronunciado la sentencia.
III Rey 20:41 Entonces él se limpió de repente el polvo de la cara, y conoció el rey de Israel ser uno de los profetas.
III Rey 20:43 Mas el rey de Israel se volvió a su casa, no haciendo caso de lo que le decía el profeta, y entró lleno de furor en Samaria.
III Rey 21:7 Entonces le dijo Jezabel, su mujer: ¡Vaya que es grande tu autoridad, y sí que gobiernas bien el reino de Israel! Levántate y toma alimento, y sosiega tu ánimo que yo te daré la viña de Nabot, jezraelita.
III Rey 21:18 Marcha y sal al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria; sábete que va a la viña de Nabot para tomar posesión de ella.
III Rey 21:21 He aquí que yo lloveré sobre ti desastres, y extirparé tu posteridad, y no dejaré de la casa de Acab alma viviente, matando hasta los perros y a todos los tuyos en Israel desde el mayor hasta el menor.
III Rey 21:22 Yo asolaré tu casa como la de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la de Baasa, hijo de Ahías; porque tú no has hecho sino provocar mi ira, y has hecho pecar a Israel.
III Rey 21:26 y se hizo abominable en tanto grado, que se iba tras los ídolos fabricados por los amorreos, a los cuales había el Señor destruido al llegar los hijos de Israel.
III Rey 22:1 Tres años se pasaron sin guerra entre la Siria e Israel;
III Rey 22:2 pero al tercer año fue Josafat, rey de Judá, a visitar al rey de Israel.
III Rey 22:3 (Había dicho el rey de Israel a sus criados o cortesanos: ¿No sabéis que Ramot de Galaad es plaza nuestra, y con todo no cuidamos de recobrarla del poder del rey de Siria?)
III Rey 22:5 Respondió Josafat al rey de Israel: Somos los dos una misma cosa, y una misma cosa son tu pueblo y el mío, y tuya es mi caballería. Y añadió Josafat al rey de Israel: Consulta, te ruego, al Señor este día, para que sepamos su voluntad.
III Rey 22:5 Respondió Josafat al rey de Israel: Somos los dos una misma cosa, y una misma cosa son tu pueblo y el mío, y tuya es mi caballería. Y añadió Josafat al rey de Israel: Consulta, te ruego, al Señor este día, para que sepamos su voluntad.
III Rey 22:6 Juntó, pues, el rey de Israel a sus profetas en número de cerca de cuatrocientos, y les dijo: ¿Debo emprender la guerra contra Ramot de Galaad, o estarme quieto? Empréndela, respondieron ellos; que el Señor entregará la plaza en poder del rey.
III Rey 22:8 Le respondió el rey de Israel: Uno ha quedado, por cuyo medio podemos consultar al Señor; mas yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino mala: ése es Miqueas, hijo de Jemla. Replicó Josafat: Oh rey, no hables de esa manera.