Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Israel

II Rey 20:23 De este modo quedó Joab con el mando en jefe de todo el ejército de Israel; siendo Banaías, hijo de Joíada, capitán de los cereteos y feleteos;
II Rey 21:2 Llamando, pues, el rey a los gabaonitas, habló con ellos. Es de saber que los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino un resto de los amorreos; y los israelitas les habían jurado que no les quitarían la vida; mas Saúl quiso acabar con ellos llevado de celo por el bien de los hijos de Israel y de Judá.
II Rey 21:2 Llamando, pues, el rey a los gabaonitas, habló con ellos. Es de saber que los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino un resto de los amorreos; y los israelitas les habían jurado que no les quitarían la vida; mas Saúl quiso acabar con ellos llevado de celo por el bien de los hijos de Israel y de Judá.
II Rey 21:4 Le respondieron los gabaonitas: No es nuestra querella sobre plata ni oro, sino contra Saúl y su casa; ni pretendemos que muera ningún hombre de Israel. A los cuales replicó el rey: Pues, ¿qué queréis que haga por vosotros?
II Rey 21:5 Respondieron ellos: Al hombre que nos oprimió y asoló tan inicuamente, debemos aniquilarlo de tal suerte, que ni uno siquiera quede de su linaje en todos los términos de Israel.
II Rey 21:15 Entretanto los filisteos renovaron la guerra contra Israel; y salió David con sus tropas a pelear contra ellos. Y sucedió que hallándose David cansado,
II Rey 21:17 Pero lo defendió Abisai, hijo de Sarvia, el cual hirió y mató al filisteo. Con este motivo los soldados de David juraron diciendo: No saldrás ya más con nosotros a la guerra, a fin de que no se apague la antorcha de Israel.
II Rey 21:21 Vino a insultar a Israel; pero lo mató Jonatán, hijo de Samaa, hermano de David.
II Rey 23:1 Estas son las últimas palabras proféticas de David. Dijo David, hijo de Isaí: Dijo el varón a quien fue dada palabra o promesa del cristo o ungido del Dios de Jacob ; dijo el egregio cantor de Israel:
II Rey 23:3 Es el Dios de Israel que me ha hablado; el fuerte de Israel es quien habla; el dominador de los hombres, el justo dominador de los que temen a Dios.
II Rey 23:3 Es el Dios de Israel que me ha hablado; el fuerte de Israel es quien habla; el dominador de los hombres, el justo dominador de los que temen a Dios.
II Rey 24:1 Se encendió de nuevo el furor del Señor contra Israel; y así permitió para su daño que David mandase hacer el censo de toda la gente de Israel y de Judá.
II Rey 24:1 Se encendió de nuevo el furor del Señor contra Israel; y así permitió para su daño que David mandase hacer el censo de toda la gente de Israel y de Judá.
II Rey 24:2 Dijo, pues, este rey a Joab, general de sus ejércitos: Recorre todas las tribus de Israel desde Dan hasta Bersabee, y forma un censo del pueblo, a fin de que sepa yo el número de la gente.
II Rey 24:4 Sin embargo, la voluntad del rey pudo más que las representaciones de Joab y de los capitanes del ejército; y así salió Joab con los capitanes de la presencia del rey para hacer el empadronamiento del pueblo de Israel.
II Rey 24:9 Y presentó Joab al rey la suma del encabezamiento del pueblo y se hallaron de Israel ochocientos mil hombres fuertes y aptos para la guerra; de Judá se contaron quinientos mil combatientes.
II Rey 24:15 Envió, pues, el Señor la peste a Israel desde aquella mañana hasta el tiempo señalado, y murieron del pueblo, desde Dan hasta Bersabee, setenta mil hombres.
II Rey 24:25 y edificó allí David un altar al Señor, ofreciendo en él holocaustos y hostias pacíficas; con lo que se mostró el Señor propicio a la tierra, y cesó la mortandad en Israel.
III Rey 1:3 Buscaron, pues, por todas las tierras de Israel una jovencita hermosa, y hallaron a Abisag de Sunam, y se la trajeron al rey.
III Rey 1:20 Sin embargo, oh rey y señor mío, todo Israel tiene vueltos sus ojos hacia ti, esperando que declares quién debe sentarse después de ti en tu solio, oh rey y señor mío.
III Rey 1:30 que así como te juré por el Señor Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará sobre mi trono en mi lugar, así lo ejecutaré hoy.
III Rey 1:34 y allí lo ungirán por rey de Israel el sumo sacerdote Sadoc y el profeta Natán; y tocaréis la trompeta, y diréis: ¡Viva el rey Salomón !
III Rey 1:35 Volveréis después acompañándole, y vendrá él a sentarse sobre mi trono, y reinará en mi lugar; y a él entregaré el gobierno de Israel y de Judá.
III Rey 1:48 y ha dicho: Bendito sea el Señor Dios de Israel que me ha concedido el ver hoy con mis ojos al hijo mío sentado en mi solio.
III Rey 2:4 De esta manera el Señor confirmará las palabras que me dio, diciendo: Si tus hijos procedieren bien, y anduvieren en mi presencia, siguiendo la verdad con todo su corazón y con toda su alma, ocupará siempre alguno de tu linaje el trono de Israel.
III Rey 2:5 Tú sabes ya cómo se ha portado conmigo Joab, hijo de Sarvia, y lo que hizo con los dos caudillos del ejército de Israel, Abner, hijo de Ner, y Amasa, hijo de Jeter, a los cuales asesinó, derramando su sangre en tiempo de paz, como se hace en la guerra, y ensangrentando el cinturón con que estaba ceñido, y el calzado que cubría sus pies.
III Rey 2:11 El tiempo que reinó David sobre Israel fue de cuarenta años. En Hebrón reinó siete años, y treinta y tres en Jerusalén .
III Rey 2:15 Ya sabes, dijo, que la corona me tocaba a mí, y que todo Israel me había preferido para que fuese su rey; pero el reino ha sido transferido y puesto en poder de mi hermano; porque lo tenía destinado el Señor para él.
III Rey 2:32 Y el Señor hará recaer su sangre sobre su cabeza, puesto que él asesinó a dos varones justos, y mejores que él, atravesando con su espada, sin que mi padre David lo supiese, a Abner, hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, general del ejército de Judá.
III Rey 3:28 Se divulgó por todo Israel la sentencia dada por el rey, y se llenaron todos de un respetuoso temor hacia él, viendo que le asistía la sabiduría de Dios para administrar justicia.
III Rey 4:1 Reinaba, pues, Salomón sobre todo Israel.
III Rey 4:7 Tenía también Salomón doce intendentes repartidos en todo Israel, los cuales proveían de víveres al rey y a su palacio. Cada uno de éstos suministraba durante un mes al año todo lo necesario.
III Rey 4:20 Judá e Israel formaban un pueblo innumerable como las arenas del mar; y comían y bebían con alegría.
III Rey 4:25 Así es que Judá e Israel vivían sin zozobra alguna, cada cual a la sombra de su parra, o de su higuera, desde Dan hasta Bersabee, todo el tiempo que reinó Salomón .
III Rey 5:13 Tras esto escogió Salomón obreros de todo Israel, y fueron los pedidos treinta mil hombres;
III Rey 6:1 Se comenzó a edificar la casa del Señor en el año cuatrocientos ochenta después de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, el año cuarto del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Cío, esto es, el mes segundo.
III Rey 6:1 Se comenzó a edificar la casa del Señor en el año cuatrocientos ochenta después de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, el año cuarto del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Cío, esto es, el mes segundo.
III Rey 6:13 y habitaré en medio de los hijos de Israel, y no desampararé nunca al pueblo mío de Israel.
III Rey 6:13 y habitaré en medio de los hijos de Israel, y no desampararé nunca al pueblo mío de Israel.
III Rey 8:1 Entonces se congregaron en Jerusalén todos los ancianos de Israel con los príncipes de las tribus y las cabezas de las familias de los hijos de Israel, al llamamiento del rey Salomón , para trasladar el arca del Testamento del Señor desde la ciudad de David, esto es, desde Sión.
III Rey 8:1 Entonces se congregaron en Jerusalén todos los ancianos de Israel con los príncipes de las tribus y las cabezas de las familias de los hijos de Israel, al llamamiento del rey Salomón , para trasladar el arca del Testamento del Señor desde la ciudad de David, esto es, desde Sión.
III Rey 8:2 Se juntó, pues, todo Israel ante el rey Salomón el día solemne del mes de Etanim, que es el mes séptimo.
III Rey 8:3 Y acudieron todos los ancianos de Israel; y los sacerdotes tomaron el arca del Señor,
III Rey 8:5 Mas el rey Salomón y toda la multitud de Israel reunida a él, iban delante del arca , e inmolaban ovejas y bueyes sin tasa ni número.
III Rey 8:9 Dentro del arca no había otra cosa sino las dos tablas de piedra que había puesto en ella Moisés en Horeb, cuando el Señor hizo la alianza con los hijos de Israel, luego que salieron de la tierra de Egipto.
III Rey 8:14 Y volviéndose el rey hacia toda la congregación de Israel, le deseó y pidió para ella toda suerte de felicidades; pues todo Israel se hallaba allí reunido.
III Rey 8:14 Y volviéndose el rey hacia toda la congregación de Israel, le deseó y pidió para ella toda suerte de felicidades; pues todo Israel se hallaba allí reunido.
III Rey 8:15 Y añadió Salomón : Bendito sea el Señor Dios de Israel, el cual por su propia boca predijo a David, mi padre, lo que con su poder ha ejecutado, diciendo:
III Rey 8:16 Desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo de Israel, yo no me escogí ninguna ciudad entre todas las tribus de Israel para edificar en ella casa donde se invocase mi Nombre; escogí, sí, a David para que fuese el jefe de mi pueblo de Israel.
III Rey 8:16 Desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo de Israel, yo no me escogí ninguna ciudad entre todas las tribus de Israel para edificar en ella casa donde se invocase mi Nombre; escogí, sí, a David para que fuese el jefe de mi pueblo de Israel.