EL hijo sabio atiende a la doctrina del padre; el perverso no hace caso de sus reprensiones. 2 El hombre justo se saciará de los bienes que son fruto de sus labios; mas el alma de los prevaricadores se saciará de iniquidad. 3 Quien guarda su boca guarda su alma; pero el inconsiderado en hablar sentirá los perjuicios.

4 El perezoso quiere y no quiere; mas las personas laboriosas se llenarán de bienes.

5 Detesta el justo la mentira o calumnia; mas el impío, que infama, será infamado. 6 La justicia protege los pasos del inocente; pero la impiedad suplanta al pecador.

7 Hay quien hace del rico, no teniendo nada, y quien parece pobre, teniendo mucha riqueza. 8 Con sus riquezas rescata el rico su propia vida; pero aquel que es pobre está exento de amenazas.

9 La luz o prosperidad de los justos causa sólida alegría; pero la lámpara de los impíos se apagará.

10 Entre los soberbios hay continuas reyertas; mas los que obran siempre con consejo, se gobiernan prudentemente.

11 Los bienes que se adquieren muy aprisa, luego se menoscaban; así como van en aumento los que se juntan poco a poco a fuerza de trabajo.

12 La esperanza que se dilata, aflige al alma; pero es como árbol de vida el buen deseo que se cumple.

13 Quien vitupera una cosa que manda la ley, se hace reo en adelante; pero quien respeta el precepto, vivirá en paz. Las almas taimadas andan perdidas de pecado en pecado; mas los justos son benignos, y ejercitan la misericordia.

14 La ley del sabio es una fuente de vida para evitar la ruina de la muerte. 15 La buena doctrina hará amable al hombre; pero aquellos que la desprecian hallan el precipicio en el camino que siguen. 16 El hombre cuerdo todo lo hace con consejo; mas el insensato descubre su necedad.

17 El enviado del impío caerá en mil desastres; pero el mensajero fiel acarreará la salud a los pueblos.

18 Miseria e ignominia experimentará el que huye la corrección; mas el que obedece a quien lo corrige será coronado de gloria.

19 El deseo, cuando se cumple, recrea el ánimo; detestan los necios a los que huyen del mal. 20 Quien anda con sabios, sabio será; el amigo de los necios se asemejará a ellos.

21 El mal persigue a los pecadores; pero los justos serán recompensados con bienes. 22 El hombre de bien deja por herederos a sus propios hijos y nietos; mas la hacienda del pecador está reservada para el justo. 23 En los barbechos que se heredan de los padres nacen abundantes frutos; pero por falta de juicio se recogen para otros.

24 Quien escasea el castigo, quiere mal a su hijo; mas quien lo ama, lo corrige continuamente.

25 Come el justo y satisface su apetito; pero el vientre de los impíos no se saciará.
Pater
Filius
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Angelorum
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