Salm 120:1
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Cántico gradual. Alcé mis ojos hacia los montes de Jerusalén , de donde me vendrá el socorro.
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Salm 122:1
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Cántico gradual. A ti, Señor, que habitas en los cielos, levanté mis ojos.
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Salm 122:2
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Como los ojos de los siervos están mirando siempre las manos o insinuaciones de sus amos, como la esclava tiene fijos sus ojos en las manos de su señora, así nuestros ojos están clavados en el Señor Dios nuestro, para moverle a que se apiade de nosotros.
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Salm 122:2
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Como los ojos de los siervos están mirando siempre las manos o insinuaciones de sus amos, como la esclava tiene fijos sus ojos en las manos de su señora, así nuestros ojos están clavados en el Señor Dios nuestro, para moverle a que se apiade de nosotros.
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Salm 122:2
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Como los ojos de los siervos están mirando siempre las manos o insinuaciones de sus amos, como la esclava tiene fijos sus ojos en las manos de su señora, así nuestros ojos están clavados en el Señor Dios nuestro, para moverle a que se apiade de nosotros.
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Salm 130:1
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Cántico gradual de David. ¡Oh Señor!, no se ha enorgullecido mi corazón, ni mis ojos se han mostrado altivos. No he aspirado a cosas grandes, ni a cosas elevadas sobre mi capacidad.
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Salm 131:4
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no pegaré mis ojos, ni cerraré mis párpados.
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Salm 134:16
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Tienen boca, pero no hablarán; ojos, mas no verán;
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Salm 137:6
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Porque siendo el Señor, como es altísimo, pone los ojos en las criaturas humildes y mira como lejos de sí a las altivas.
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Salm 138:16
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Todavía era yo un embrión informe, y ya me distinguían tus ojos; todos los mortales están escritos en tu libro; irán y vendrán días; y ninguno dejará de ser escrito.
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Salm 140:8
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Pero, Señor, pues mis ojos están levantados hacia ti, ¡oh Señor!, pues en ti he esperado, no me quites la vida.
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Salm 144:15
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Por eso fijan en ti sus ojos, oh Señor, las criaturas todas; y tú les das a su tiempo el alimento necesario.
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Prov 1:17
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Mas en vano se tiende la red ante los ojos de los pájaros voladores.
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Prov 4:25
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Dirige siempre tus ojos rectamente, y que se adelante tu vista a los pasos que des.
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Prov 6:4
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no concedas sueño a tus ojos, ni dejes que se cierren tus párpados.
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Prov 6:13
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Guiña los ojos, hace señas con el pie, habla con los dedos,
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Prov 6:17
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Los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que derraman la sangre inocente,
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Prov 7:2
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Observa, oh hijo mío, mis mandamientos, y vivirás; y guarda mi ley como las niñas de tus ojos.
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Prov 7:7
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vi a unos incautos mancebos; y fijé mis ojos en un joven sin seso,
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Prov 10:26
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Como el agraz entorpece los dientes, y el humo los ojos, así es el perezoso para los que lo envían.
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Prov 11:1
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La balanza falsa es abominable a los ojos del Señor; el peso cabal es lo que le agrada.
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Prov 15:3
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En todo lugar están los ojos del Señor contemplando a los buenos y a los malos.
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Prov 15:30
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Así como la luz de los ojos es la alegría del alma, así la buena reputación llena de jugo los huesos.
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Prov 16:30
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El que con ojos atónitos está maquinando maldades, mordiéndose los labios, de puro furor, ejecuta el mal.
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Prov 17:24
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En el rostro del varón prudente brilla la sabiduría; los ojos de los insensatos andan vagantes por los cabos de la tierra.
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Prov 20:13
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No seas amigo del sueño, para que no te veas oprimido en la indigencia; abre tus ojos, desvélate, y te sobrará pan.
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Prov 21:4
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La altanería de los ojos, es efecto de la hinchazón del corazón; el esplendor de los impíos es el fruto del pecado.
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Prov 22:12
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Los ojos del Señor están custodiando a los sabios; mas los discursos de los malos van todos por el suelo.
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Prov 23:5
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No pongas tus ojos en las riquezas que no puedes adquirir; porque ellas tomarán alas como de águila, y se irán volando por el aire.
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Prov 23:26
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Dame, ¡oh hijo mío!, tu corazón, y fija tus ojos en mis santos caminos;
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Prov 23:29
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¿Para quién son los ayes?; ¿para qué padre son las desdichas?; ¿contra quién serán las riñas?; ¿para quién los precipicios?; ¿para quién las heridas sin motivo alguno?; ¿quién trae los ojos encendidos?
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Prov 23:33
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Se irán después tus ojos tras la mujer de otro, y prorrumpirá tu corazón en palabras perversas e indecentes.
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Prov 25:8
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No corras luego a contar, con motivo de alguna riña, lo que han visto tus ojos en el prójimo, no sea que después de haber infamado a tu amigo, no puedas remediarlo.
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Prov 27:20
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El infierno y la muerte nunca dicen basta; así también son insaciables los ojos de los hombres.
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Prov 30:13
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Otra casta hay de gente que tiene siempre altivos sus ojos, y erguidos y levantados sus párpados.
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Prov 30:17
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A quien hace mofa de su propio padre, y desprecia los dolores que al tenerlo padeció su madre, que le saquen los ojos los cuervos que viven a lo largo de los torrentes, y que se los coman los aguiluchos.
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Ecle 2:10
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En suma, nunca negué a mis ojos nada de cuanto desearon; ni vedé a mi corazón el que gozase de todo género de deleites, y se recrease en las cosas que tenía yo preparadas; antes bien juzgué ser esta mi suerte el disfrutar de mi trabajo o industria.
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Ecle 2:14
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Tiene el sabio los ojos en su frente; pero el necio anda a oscuras. Con todo observé que ambos vienen a morir igualmente.
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Ecle 4:8
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Un hombre solo que no tiene heredero, ni hijo ni hermano; y sin embargo no cesa de afanarse, ni se hartan de bienes sus ojos; ni le ocurre el preguntarse a sí mismo: ¿Yo para quién trabajo? ¿Y por qué me privo del uso de estos bienes? Vanidad es ésta también y aflicción grandísima del ánimo.
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Ecle 5:10
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Donde hay muchos bienes, hay también muchos que lo consumen. ¿Qué provecho, pues, saca el poseedor sino el estar mirando con sus ojos los tesoros que tiene?
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Ecle 8:16
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Y apliqué mi corazón para aprender la sabiduría a fin de conocer la causa de esta disipación de ánimo en los que moran la tierra. Hombre hay que ni de día ni de noche admite en sus ojos al sueño.
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Ecle 11:7
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Dulce cosa es la luz de la vida, y deleitable a los ojos ver el sol.
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Ecle 11:9
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Gózate, pues, ¡oh joven disoluto!, en tu mocedad; disfrute de los bienes tu alma en los floridos días de tu juventud; sigue las inclinaciones de tu corazón y lo que agrada a tus ojos; pero sábete que de todas esas cosas te pedirá Dios cuenta en el día en que te juzgue.
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Ecle 12:3
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No esperes a obrar bien cuando temblarán tus manos y piernas, guardas que son de la casa de tu alma, y debilitadas las rodillas bambolearán los varones robustos; y cuando las que muelen en la boca la comida serán en corto número y estarán ociosas; y cuando quedarán en tinieblas los ojos que miran por las ventanas;
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Cant 1:14
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¡Oh y qué hermosa eres, amiga mía!, ¡cuán bella eres! Son tus ojos vivos y brillantes como los de la paloma.
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Cant 4:1
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¡Qué hermosa eres, amiga mía, qué hermosa eres! Como de paloma, así son vivos y brillantes tus ojos, además de lo que dentro se oculta. Tus cabellos dorados y finos, como el pelo de los rebaños de cabras que vienen del monte Galaad.
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Cant 5:12
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Sus ojos como los de las palomas que se ven junto a los arroyuelos de aguas, blancas como si se hubiesen lavado con leche, y que se paran a la orilla de corrientes caudalosísimas.
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Cant 6:5
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Aparta de mí tus ojos, pues éstos me han hecho salir fuera de mí, y me arroban. Son tus cabellos como el fino pelo de los rebaños de cabras que se dejan ver viniendo de Galaad.
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Cant 7:4
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Es tu cuello terso y blanco como torre de marfil. Tus ojos son como los cristalinos estanques de Hesebón, situados en la puerta más concurrida de las gentes. La nariz tuya tan bien formada como la graciosa torre del Líbano, que mira frente por frente de Damasco.
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Sab 3:2
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A los ojos de los insensatos pareció que morían; y su tránsito, o salida del mundo, se miró como una desgracia,
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