Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

ojos

II Rey 22:25 El Señor me dará la recompensa conforme a mi justicia, y según la pureza de mis manos delante de sus ojos.
II Rey 23:5 No mereció ciertamente mi casa a los ojos de Dios, que el Señor hiciese conmigo una alianza eterna, una alianza firme y del todo inmutable. Porque él me ha salvado de todos los peligros; ha cumplido todos mis deseos, no dejándome nada que apetecer.
II Rey 24:20 Areúna alzando los ojos advirtió que el rey y sus criados se encaminaban hacia él;
III Rey 1:20 Sin embargo, oh rey y señor mío, todo Israel tiene vueltos sus ojos hacia ti, esperando que declares quién debe sentarse después de ti en tu solio, oh rey y señor mío.
III Rey 1:48 y ha dicho: Bendito sea el Señor Dios de Israel que me ha concedido el ver hoy con mis ojos al hijo mío sentado en mi solio.
III Rey 8:29 estén tus ojos abiertos de día y de noche sobre esta casa, sobre la casa de la cual dijiste: Mi Nombre será en ella invocado; de modo que oigas la oración que tu siervo te hace en este sitio,
III Rey 8:52 Estén, pues, atentos tus ojos a las súplicas de tu siervo y de Israel, tu pueblo, y óyelos en cualquier ocasión que te invocaren;
III Rey 9:3 y le dijo: He oído tu oración y la súplica que me has hecho; he santificado esta casa que me has edificado, a fin de que permanezca en ella mi Nombre para siempre; y en todo tiempo mis ojos y mi corazón estarán fijos sobre este lugar.
III Rey 10:7 sobre tus cosas, y sobre tu sabiduría; y no he dado crédito a los que me la contaban, hasta tanto que yo misma he venido y lo he visto por mis ojos, y he experimentado que no me habían dicho la mitad de lo que es en realidad. Tu sabiduría y tus hechos son mucho más grandes de lo que me habían contado.
III Rey 11:38 Ahora bien, si tú obedecieres todo cuanto yo te mandare, y siguieres mis caminos, e hicieres lo que es recto a mis ojos, guardando mis mandamientos y mis preceptos, como lo hizo David, mi siervo, yo seré contigo, y te fundaré una casa estable, como la edifiqué a David, y te haré señor de Israel.
III Rey 14:8 Yo dividí el reino de la casa de David, y te lo di a ti; mas tú no has sido como mi siervo David, que guardó mis mandamientos, y me siguió con todo su corazón, haciendo lo que era agradable a mis ojos,
III Rey 15:5 Por cuanto David había procedido rectamente a los ojos del Señor, y en nada se desvió notablemente de cuanto le tenía mandado todo el tiempo de su vida, salvo el suceso de Urías, heteo.
III Rey 20:38 Se fue así el profeta, y salió al encuentro del rey en el camino, habiendo desfigurado su fisonomía, llenándose de polvo la cara y los ojos.
IV Rey 3:18 Y esto aun es lo de menos en los ojos del Señor; porque además entregará también a Moab en vuestras manos.
IV Rey 4:34 Subió después sobre la cama, y se echó sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre los ojos, y sus manos sobre las manos; y encorvado así sobre el niño, la carne del niño entró en calor.
IV Rey 4:34 Subió después sobre la cama, y se echó sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre los ojos, y sus manos sobre las manos; y encorvado así sobre el niño, la carne del niño entró en calor.
IV Rey 4:35 Tras esto, levantándose dio dos vueltas por la habitación, y subió otra vez y se recostó sobre el niño. Entonces el niño bostezó siete veces, y abrió los ojos.
IV Rey 6:17 Y Eliseo, después de haber hecho oración, dijo: Señor ábrele los ojos a éste para que vea; y abrió el Señor los ojos del criado y miró y vio el monte lleno de caballos y de carros de fuego, que rodeaban a Eliseo.
IV Rey 6:17 Y Eliseo, después de haber hecho oración, dijo: Señor ábrele los ojos a éste para que vea; y abrió el Señor los ojos del criado y miró y vio el monte lleno de caballos y de carros de fuego, que rodeaban a Eliseo.
IV Rey 6:20 y entrado que hubieron en Samaria, dijo Eliseo: Señor, abre los ojos a éstos para que vean. Y les abrió el Señor los ojos, y reconocieron que estaban en medio de Samaria.
IV Rey 6:20 y entrado que hubieron en Samaria, dijo Eliseo: Señor, abre los ojos a éstos para que vean. Y les abrió el Señor los ojos, y reconocieron que estaban en medio de Samaria.
IV Rey 7:2 Uno de los capitanes, que servía de bracero al rey, respondió al varón de Dios, y dijo: Aunque el Señor hiciese compuertas en el cielo, y lloviese trigo, ¿podrá algún día suceder lo que tú dices? Le contestó Eliseo: Lo verás con tus ojos; mas no comerás de ello.
IV Rey 7:19 en la cual ocasión replicó aquel capitán al varón de Dios, diciendo: Aunque Dios abra las compuertas del cielo para llover trigo, ¿podrá verificarse algún día lo que tú dices? Y le respondió Eliseo: Lo verás con tus ojos; mas no comerás de ello.
IV Rey 9:30 Entró, pues, Jehú en Jezrael. Jezabel, informada de su llegada se pintó los ojos con alcohol, y se adornó la cabeza y se puso en una ventana a mirar
IV Rey 10:30 Por lo demás el Señor dijo a Jehú: Por cuanto has ejecutado con celo lo que era justo y agradable a mis ojos, y cumplido todo lo que tenía resuelto en mi corazón contra la casa de Acab, tus hijos hasta la cuarta generación ocuparán el trono de Israel.
IV Rey 13:23 Mas al cabo el Señor se compadeció de ellos, y volvió hacia ellos sus ojos, a causa del pacto que tenía hecho con Abrahán e Isaac, y Jacob ; y no quiso enteramente perderlos, ni abandonarlos del todo hasta el tiempo presente.
IV Rey 15:24 E hizo lo que era malo a los ojos del Señor; no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel.
IV Rey 15:34 Hizo lo que era agradable a los ojos del Señor; y se condujo en todo conforme se había conducido su padre Ozías.
IV Rey 16:2 Veinte años tenía Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén . No hizo lo que era agradable a los ojos del Señor Dios suyo, como David su padre;
IV Rey 18:3 Hizo Ezequías lo que era bueno y agradable a los ojos del Señor, imitando en todo a su padre David.
IV Rey 19:16 Inclina tus oídos, y escucha: abre, ¡oh Señor!, tus ojos, y mira; oye todas las palabras blasfemas de Sennaquerib, el cual ha enviado a blasfemar entre nosotros del Dios vivo.
IV Rey 19:22 ¿A quién piensas que has insultado tú, y de quién has blasfemado? ¿Contra quién has levantado la voz y alzado en alto tus ojos insolentes? Contra el Santo de Israel.
IV Rey 20:3 ¡Ah Señor!, acuérdate, te suplico, que yo he andado delante de ti con sinceridad y rectitud de corazón, haciendo lo que es agradable a tus ojos. Y derramó Ezequías abundancia de lágrimas.
IV Rey 22:2 E hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, y siguió la senda de David, su padre, sin desviarse a la derecha ni a la izquierda.
IV Rey 22:20 Por eso yo te reuniré con tus padres, y haré que vayas a descansar en paz en tu sepulcro, a fin de que no vean tus ojos todos los males que yo voy a llover sobre este lugar.
IV Rey 23:16 Y volviendo los ojos Josías, vio los sepulcros que había en el monte, y envió a sacar los huesos de los sepulcros, y los quemó sobre el altar, con lo que lo profanó, según la palabra del Señor, pronunciada por el varón de Dios que había predicho estas cosas.
IV Rey 25:7 E hizo matar a los hijos de Sedecías a la presencia de éste, y después sacarle los ojos, y atado con cadenas lo llevó consigo a Babilonia.
I Par 17:17 Y aun esto ha parecido poco a tus ojos, que todavía has hablado sobre la casa de tu siervo, aun para los tiempos venideros, y me has hecho esclarecido sobre todos los hombres, oh Señor Dios mío.
I Par 21:16 Y alzando David los ojos vio al ángel del Señor, que estaba en el aire, con una espada desenvainada en su mano, vuelta contra Jerusalén ; y a su vista, tanto él como los ancianos, vestidos de cilicios, se postraron rostro por tierra.
I Par 21:20 Entretanto Ornán y cuatro hijos suyos, que con él estaban, habiendo alzado los ojos y visto al ángel, fueron a esconderse; estaban a la sazón trillando el trigo en la era.
II Par 6:20 para que tengas abiertos los ojos de día y de noche sobre esta casa, sobre este lugar en que has prometido que sería invocado tu Nombre,
II Par 6:40 Puesto que tú eres mi Dios, te suplico que tengas abiertos tus ojos, y atentos tus oídos a las oraciones que se harán en este lugar.
II Par 7:15 Y mis ojos estarán abiertos, y atentos mis oídos a la oración del que me invocare en este lugar.
II Par 7:16 Porque este lugar lo he escogido yo y santificado, para que mi Nombre sea invocado en él para siempre, y están fijos sobre él mis ojos y mi corazón en todo tiempo.
II Par 9:6 Yo no acababa de creer a los que lo contaban, hasta tanto que yo misma he venido, y visto con mis propios ojos y palpado con mis manos, que apenas se me había dicho la mitad de tu sabiduría; tus virtudes exceden a lo que de ti publica la fama.
II Par 13:14 Mas volviendo Judá los ojos vio que le acometían de frente y por las espaldas, y clamó al Señor, y los sacerdotes empezaron a tocar las trompetas.
II Par 14:2 Hizo Asá lo que era bueno y agradable a los ojos de su Dios, y derribó los altares del culto extranjero, y los adoratorios profanos de los lugares altos,
II Par 16:9 Ello es así que los ojos del Señor están contemplando a los que creen en él con perfecto corazón. Luego tú has procedido neciamente; y por eso desde aquí adelante se levantarán guerras contra ti.
II Par 20:12 ¡Oh Dios nuestro! ¿y no castigarás tú esas gentes? En nosotros ciertamente no hay tanta fuerza que podamos resistir a esa multitud que nos acomete. Mas no sabiendo lo que debemos hacer, no nos queda otro recurso que volver a ti nuestros ojos.
II Par 20:32 E imitó a su padre Asá, sin degenerar de él en cosa alguna, haciendo lo que era grato a los ojos del Señor.