I Tim 2:3
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Porque ésta es una cosa buena, y agradable a los ojos de Dios, salvador nuestro.
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Heb 3:1
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Por lo cual vosotros, mis santos hermanos, partícipes que sois de la vocación celestial, poned los ojos en Jesús , apóstol y sumo sacredote de nuestra profesión, o religión santa,
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Heb 4:13
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No hay criatura invisible a su vista; todas están desnudas y patentes a los ojos de este Señor, de quien hablamos.
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Heb 10:24
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y pongamos los ojos los unos en los otros para incentivo de caridad y de buenas obras,
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Heb 12:2
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poniendo siempre los ojos en Jesús , autor y consumador de la fe, el cual en vista del gozo que le estaba preparado en la gloria sufrió la cruz, sin hacer caso de la ignominia, y en premio está sentado a la diestra del trono de Dios.
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Heb 13:21
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os haga aptos para todo bien, a fin de que hagáis siempre su voluntad, obrando él en vosotros lo que sea agradable a sus ojos por los méritos de Jesucristo, al cual sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
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Sant 2:3
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ponéis los ojos en el que viene con vestido brillante, y le decís: Siéntate tú aquí en este buen lugar, diciendo por el contrario al pobre: Tú estate allí en pie, o siéntate acá a mis pies,
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I Ped 3:4
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La persona interior escondida en el corazón, es la que debe adornar con el atavío incorruptible de un espíritu de dulzura y de paz, lo cual es un precioso adorno a los ojos de Dios.
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I Ped 3:12
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Pues el Señor tiene fijos sus ojos sobre los justos, y escucha propicio las súplicas de ellos, al paso que mira con recelo a los que obran mal.
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II Ped 2:8
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pues conservaba puros sus ojos y oídos, morando entre gentes que cada día sin cesar atormentaban su alma pura con obras detestables,
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II Ped 2:14
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como que tienen los ojos llenos de adulterio y de un continuo pecar. Ellos atraen con halagos las almas ligeras e inconstantes, teniendo el corazón ejercitado en todas las mañas que puede sugerir la avaricia; son hijos de maldición;
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I Jn 1:1
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Lo que fue desde el principio o desde la eternidad, lo que oímos, lo que vimos con nuestros ojos, y contemplamos, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de la vida,
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I Jn 2:16
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porque todo lo que hay en el mundo, es concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia u orgullo de la vida, lo cual no nace del Padre, sino del mundo.
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Apoc 1:7
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Mirad cómo viene sentado sobre las nubes del cielo, y han de verle todos los ojos, y los mismos que le traspasaron o clavaron en la cruz. Y todos los pueblos de la tierra se herirán los pechos al verle. Sí, por cierto. Así será.
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Apoc 1:14
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Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana más blanca, y como la nieve; sus ojos parecían llamas de fuego;
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Apoc 2:18
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Y al ángel de la iglesia de Tiatira escríbele: Esto dice el Hijo de Dios, que tiene los ojos como llamas de fuego, y los pies semejantes al bronce fino:
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Apoc 3:8
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Yo conozco tus obras. He aquí que puse delante de tus ojos abierta una puerta que nadie podrá cerrar; porque aunque tú tienes poca fuerza, o virtud, con todo, has guardado mi palabra o mis mandamientos, y no negaste mi Nombre.
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Apoc 3:18
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Te aconsejo que compres de mí el oro afinado en el fuego, con que te hagas rico, y te vistas de ropas blancas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio para que veas.
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Apoc 4:6
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Y enfrente del solio había como un mar transparente de vidrio semejante al cristal, y en medio del espacio en que estaba el trono y alrededor de él, cuatro animales llenos de ojos delante y detrás.
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Apoc 4:8
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Cada uno de los cuatro animales tenía seis alas, y por fuera de las alas y por dentro, estaban llenos de ojos, y no reposaban de día ni de noche, diciendo: Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios todopoderoso, el cual era, el cual es, y el cual ha de venir.
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Apoc 5:6
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Y miré, y vi que en medio del solio y de los cuatro animales, y en medio de los ancianos, estaba un Cordero como inmolado, el cual tenía siete cuernos, esto es, un poder inmenso, y siete ojos, que son o significan los siete espíritus de Dios despachados a toda la tierra.
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Apoc 7:17
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porque el Cordero, que está en medio del solio, será su pastor, y los llevará a fuentes de aguas vivas, y Dios enjugará todas las lágrimas de sus ojos.
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Apoc 9:13
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Tocó, pues, el sexto ángel la trompeta; y oí una voz que salía de los cuatro ángulos del altar de oro, que está colocado ante los ojos del Señor,
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Apoc 19:12
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Eran sus ojos como llamas de fuego, y tenía en la cabeza muchas diademas y un nombre escrito, que nadie lo entiende, o comprende, sino él mismo.
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Apoc 21:4
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Y Dios enjugará de sus ojos todas las lágrimas; y no habrá ya muerte, ni llanto, ni alarido, ni habrá más dolor, porque las cosas de antes son pasadas.
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