Lam 5:17
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Por esto ha quedado melancólico nuestro corazón; por esto perdieron la luz nuestros ojos.
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Bar 1:12
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y para que el Señor nos conceda a nosotros fortaleza, y nos haga ver la luz de la prosperidad, para vivir felizmente bajo el amparo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y bajo el amparo de su hijo Baltasar, y les sirvamos a ellos por largo tiempo, y seamos gratos a sus ojos.
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Bar 1:22
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y cada uno de nosotros nos fuimos tras las inclinaciones de nuestro perverso corazón, a servir como esclavos a dioses ajenos, obrando la maldad delante de los ojos del Señor Dios nuestro.
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Bar 2:10
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Y con todo, nosotros no quisimos obedecer a su voz para que caminásemos según los preceptos que el Señor nos había puesto delante de los ojos.
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Bar 2:14
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Escucha, Señor, nuestros ruegos y nuestras oraciones, y líbranos por amor de ti mismo, y haz que hallemos gracia a los ojos de aquellos que nos han sacado de nuestra patria;
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Bar 2:16
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Vuelve, ¡oh Señor!, tus ojos hacia nosotros desde tu santa casa, e inclina tus oídos y escúchanos.
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Bar 2:17
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Abre tus ojos y míranos; porque no son los muertos que están en el sepulcro, cuyo espíritu se separó de sus entrañas, los que tributarán honra a la justicia del Señor;
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Bar 2:18
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sino el alma que está afligida por causa de la grandeza de los males que ha cometido, y anda encorvada y macilenta, y con los ojos caídos; el alma hambrienta o mortificada, ésa es la que te tributa gloria, ¡oh Señor!, a ti y a tu justicia.
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Bar 3:14
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Aprende, pues, dónde está la sabiduría, donde está la fortaleza, donde está la inteligencia, para que sepas así también donde está la vida larga y el sustento, y donde está la luz de los ojos del alma, y la paz o felicidad verdadera.
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Bar 6:16
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Colocados que se hallan en una casa o templo, sus ojos se cubren luego del polvo que levantan los pies de los que entran.
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Ezeq 1:18
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Asimismo las ruedas tenían tal circunferencia y altura, que causaba espanto verlas; y toda la circunferencia de todas cuatro estaba llena de ojos por todas partes.
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Ezeq 5:11
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Por tanto juro yo, dice el Señor Dios, que así como tú has profanado mi santuario con todos tus escándalos y con todas tus abominaciones, yo también te exterminaré y no te miraré con ojos benignos, ni tendré de ti misericordia.
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Ezeq 6:9
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Aquellos, pues, de vosotros que se hayan librado de la muerte, se acordarán de mí entre las naciones a donde serán llevados cautivos; porque yo quebrantaré su corazón adúltero, que se apartó de mí; y humillaré sus ojos, encendidos siempre en el impuro amor de sus ídolos; y ellos se disgustarán de sí mismos, al recordar las maldades que cometieron en todas sus abominaciones.
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Ezeq 7:4
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Y no te miraré con ojos compasivos, ni tendré de ti misericordia; sino que pondré tus obras encima de ti, y en medio de ti tus abominaciones, y conoceréis que yo soy el Señor.
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Ezeq 7:9
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Y no te miraré con ojos benignos, ni me apiadaré de ti, sino que te echaré a cuestas todas tus maldades, y pondré delante de ti tus abominaciones; y conoceréis que yo soy el Señor que castigo.
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Ezeq 8:5
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Y él me dijo: Hijo de hombre, levanta tus ojos hacia la parte del norte; y alzando mis ojos hacia la banda del norte, he aquí al norte de la puerta del altar, en la entrada misma, el ídolo del celo.
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Ezeq 8:5
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Y él me dijo: Hijo de hombre, levanta tus ojos hacia la parte del norte; y alzando mis ojos hacia la banda del norte, he aquí al norte de la puerta del altar, en la entrada misma, el ídolo del celo.
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Ezeq 8:18
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Ahora, pues, yo también los trataré con rigor, no se enternecerán mis ojos, ni usaré de misericordia; y por más que levantaren el grito para que los oiga, yo no los escucharé.
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Ezeq 9:5
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A aquéllos les dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad, siguiendo en pos de él, y herid de muerte a los restantes, no sean compasivos vuestros ojos, ni tengáis piedad.
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Ezeq 10:12
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Y todo el cuerpo, y el cuello, y las manos y las alas de los querubines, y los cercos de las cuatro ruedas estaban en todo su contorno llenos de ojos.
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Ezeq 12:2
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Hijo de hombre, tú habitas en medio de un pueblo rebelde, que tiene ojos para ver y no mira, y oídos para oír y no escucha; porque es ella una gente contumaz.
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Ezeq 18:6
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si no celebrare banquetes en los montes, ni levantare sus ojos hacia los ídolos de la casa de Israel; si no violare la mujer de su prójimo, ni se acercare a su propia mujer en el tiempo de su menstruación,
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Ezeq 18:12
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ofenda al desvalido y al pobre, robe lo ajeno, no devuelva la prenda, levante sus ojos hacia los ídolos, cometa abominaciones;
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Ezeq 18:15
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si no celebrare banquetes en los montes, ni levantare sus ojos hacia los ídolos de la casa de Israel, y no violare la mujer de su prójimo;
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Ezeq 20:7
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Y les dije: Arroje fuera cada uno aquello que fascina sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy el Señor Dios vuestro.
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Ezeq 20:8
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Ellos me irritaron, y no quisieron escucharme; ninguno de ellos apartó de sí lo que fascinaba sus ojos, ni abandonó los ídolos de Egipto. Entonces dije yo que derramaría sobre ellos mi indignación, y desahogaría en ellos mi cólera en medio de la tierra de Egipto.
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Ezeq 20:17
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Pero los miré con ojos de misericordia y no les quité la vida, ni acabé con ellos en el desierto;
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Ezeq 20:24
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por no haber observado mis leyes, y haber despreciado mis mandamientos, y profanado mis sábados y por haber vuelto a poner sus ojos en los ídolos de sus padres.
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Ezeq 20:28
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pues habiéndolos yo llevado a la tierra que con juramento había prometido darles, pusieron los ojos en todo collado elevado y en todo árbol frondoso, y se fueron a inmolar allí sus víctimas, y a presentar allí sus ofrendas para irritarme, y allí quemaron suaves perfumes e hicieron libaciones.
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Ezeq 20:41
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Como suavísimo aroma, así me seréis agradables cuando os haya sacado de entre las naciones, y os haya recogido de todas las regiones por las cuales estáis dispersos; y se hará manifiesta en vosotros mi santidad a los ojos de las naciones.
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Ezeq 23:27
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Y así haré que cesen tus maldades y las prostituciones aprendidas en tierra de Egipto; y no levantarás tus ojos hacia los ídolos; ni te acordarás más de Egipto.
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Ezeq 23:40
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Ellas enviaron mensajeros a buscar gentes que viven lejos, cuando llegaron, te lavaste, ¡oh infiel esposa!, y pintaste con alcohol tus ojos, y te adornaste con todas tus galas.
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Ezeq 24:16
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Hijo de hombre: Mira, yo voy a quitarte de golpe lo que más agradable es a tus ojos; pero no te lamentes, ni llores, ni dejes correr tus lágrimas.
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Ezeq 24:21
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Di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: He aquí que yo profanaré mi santuario, que es la gloria de vuestro reino y lo más amable a vuestros ojos, y que causa más ansiedad a vuestra alma; y los hijos y las hijas que habéis dejado, perecerán al filo de la espada.
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Ezeq 24:25
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Y tú, ¡oh hijo de hombre!, mira que en el día en que yo les quitaré lo que les hace fuertes, aquello que es su consolación y su gloria, que más aman sus ojos, y en que su corazón tiene puesta su confianza, y les quitaré sus hijos e hijas;
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Ezeq 28:18
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Con tus maldades, y con tus injustos tráficos contaminaste la sanidad de esa porción de tierra de Israel que posees, por lo que haré salir de en medio de ti un fuego que te devorará, y te convertiré en ceniza sobre la tierra, a la vista de cuantos tienen puestos sobre ti sus ojos.
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Ezeq 32:10
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Y haré que queden atónitas de tu desgracia muchas naciones; y que sus reyes tiemblen por causa de ti, poseídos de sumo espanto, cuando mi espada comience a relumbrar delante de sus ojos; y todos de repente se pondrán a temblar por su vida en el día de tu ruina.
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Ezeq 36:17
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Hijo de hombre, los de la familia de Israel habitaron en su tierra, y la contaminaron con sus obras y costumbres; era su vida ante mis ojos como la inmundicia de la mujer menstruosa.
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Ezeq 36:23
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Yo glorificaré, pues, mi gran Nombre, que se halla deshonrado entre las naciones, por haberlo vosotros deshonrado a los ojos de ellas; para que las naciones sepan que yo soy el Señor, cuando a su vista haya hecho patente en vosotros la santidad mía, dice el Señor de los ejércitos.
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Ezeq 39:27
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y cuando los haya yo sacado de en medio de los pueblos, y los haya reunido de las tierras de sus enemigos, y haya ostentado en ellos mi santidad delante de los ojos de muchísimas gentes.
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Ezeq 40:4
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Y me dijo este varón: Hijo de hombre, mira atentamente con tus ojos, y aplica bien tus oídos para escuchar, y deposita en tu corazón todas las cosas que yo te mostraré; porque para que se te manifiesten has sido tú conducido acá, cuenta a la casa de Israel todo cuanto ves.
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Dan 4:31
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Mas cumplidos que fueron aquellos días, levanté yo, Nabucodonosor, mis ojos al cielo, y me fue restituido mi juicio; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive eternamente. Porque su poder es un poder eterno, y su reino dura por todos los siglos;
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Dan 7:8
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Estaba yo contemplando las astas, cuando he aquí que despuntó por en medio de ellas otra asta más pequeña, y así que ésta apareció fueron arrancadas tres de las primeras astas; había en esta asta pequeña ojos como de hombre, y una boca que profería cosas grandes, o jactanciosas.
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Dan 7:20
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e informarme asimismo acerca de las diez astas que tenía en la cabeza; y de la otra asta que le había comenzado a salir, al aparecer la cual habían caído las tres astas; y de cómo aquella asta tenía ojos y boca que profería cosas grandiosas, y era mayor que todas las otras.
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Dan 8:3
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Y levanté mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante de una laguna, el cual tenía unas astas altísimas, y la una más que la otra, y que iba creciendo. Después
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Dan 8:5
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Estaba yo considerando esto, cuando he aquí que un macho cabrío que venía del occidente, recorría toda la tierra, y tan rápidamente que no tocaba el suelo. Tenía el macho cabrío un asta muy notable entre sus ojos.
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Dan 8:21
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El macho cabrío es el rey de los griegos; y la gran asta que tiene entre sus ojos denota el primer rey.
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Dan 9:18
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Dígnate escuchar, ¡oh Dios mío!, y atiende, abre tus ojos, y mira nuestra desolación y la de la ciudad, en la que se invocaba tu santo Nombre; pues postrados delante de ti te presentamos nuestros humildes ruegos; confiando, no en nuestra justicia, sino en tu grandísima misericordia.
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Dan 10:5
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Y levanté mis ojos y miré, y he aquí un varón con vestidura de lino, y ceñidos sus lomos con una faja bordada de oro acendrado;
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Dan 10:6
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su cuerpo brillaba como el crisólito, y su rostro como un relámpago, y como dos ardientes antorchas así eran sus ojos; sus brazos y el resto del cuerpo hasta los pies era semejante al bronce reluciente; y el sonido de sus palabras como el ruido de un gran gentío.
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