Mt 13:16
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Dichosos vuestros ojos porque ven, y dichosos vuestros oídos porque oyen.
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Mt 14:19
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Y habiendo mandado sentar a todos sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces , y levantando los ojos al cielo, los bendijo y partió; y dio los panes a los discípulos, y los discípulos los dieron a la gente.
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Mt 17:8
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Y alzando los ojos, no vieron a nadie más, sino a Jesús .
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Mt 18:9
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Y si tu ojo es para ti ocasión de escándalo, sácalo y tíralo lejos de ti; mejor te es entrar en la vida eterna con un solo ojo, que tener dos ojos y ser arrojado al fuego del infierno.
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Mt 20:33
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Señor, le respondieron ellos, que se abran nuestros ojos.
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Mt 20:34
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Movido Jesús a compasión, tocó sus ojos, y en el mismo instante vieron; y se fueron en pos de él.
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Mt 21:42
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¿Pues no habéis jamás leído en las Escrituras, les añadió Jesús : La piedra que desecharon los fabricantes, esa misma vino a ser la clave del ángulo? El Señor es el que ha hecho esto en nuestros días, y es una cosa admirable a nuestros ojos.
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Mt 26:43
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Dio después otra vuelta, y los encontró dormidos, porque sus ojos estaban cargados de sueño.
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Mt 26:67
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Luego empezaron a escupirle en la cara y a maltratarle a golpes; y otros, después de haberle vendado los ojos, le daban bofetadas,
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Mc 3:5
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Entonces Jesús clavando en ellos sus ojos llenos de indignación, y deplorando la ceguedad de su corazón, dijo al hombre: Extiende esa mano; la extendió y le quedó perfectamente sana.
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Mc 6:41
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Después, tomados los cinco panes y los dos peces , levantando los ojos al cielo los bendijo; y partió los panes y los dio a sus discípulos para que se los distribuyesen; igualmente repartió los dos peces entre todos;
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Mc 7:34
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Y alzando los ojos al cielo, arrojó un suspiro y la dijo: Effeta, que quiere decir Abríos.
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Mc 8:18
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¿tendréis siempre los ojos sin ver, y los oídos sin percibir? Ni os acordáis ya
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Mc 8:23
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Y él, cogiéndole por la mano, le sacó fuera de la aldea, y echándole saliva en los ojos, puestas sobre él las manos, le preguntó si veía algo;
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Mc 8:24
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el ciego, abriendo los ojos, dijo: Veo andar a unos hombres, que me parecen árboles.
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Mc 8:25
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Le puso por segunda vez las manos sobre los ojos, y empezó a ver mejor; y, finalmente, recobró la vista, de suerte que veía claramente todos los objetos.
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Mc 9:46
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Y si tu ojo te sirve de escándalo, arráncalo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que tener dos ojos y ser arrojado al fuego del infierno,
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Mc 12:11
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El Señor es el que hizo eso, y estamos viendo con nuestros ojos tal maravilla?
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Mc 14:40
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Y habiendo vuelto, los encontró de nuevo dormidos (porque sus ojos estaban cargados de sueño) y no sabían qué responderle.
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Mc 14:67
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y viendo a Pedro que se estaba calentando, clavados en él los ojos, le dijo: Tú también andabas con Jesús Nazareno.
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Lc 1:6
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Ambos eran justos a los ojos de Dios, guardando, como guardaban, todos los mandamientos y leyes del Señor irreprensiblemente,
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Lc 1:30
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Mas el ángel le dijo: ¡Oh María!, no temas, porque has hallado gracia en los ojos de Dios.
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Lc 1:48
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porque ha puesto los ojos en la bajeza de su esclava; por tanto ya desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones.
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Lc 2:30
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Porque ya mis ojos han visto al Salvador que nos has dado,
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Lc 4:20
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Y arrollado o cerrado, el libro, se lo entregó al ministro, y se sentó. Todos en la sinagoga tenían fijos en él los ojos.
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Lc 6:20
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Entonces levantando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
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Lc 9:16
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Y habiendo él tomado los cinco panes y los dos peces , levantando los ojos al cielo, los bendijo, los partió y los distribuyó a los discípulos, para que los sirviesen a la gente.
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Lc 9:62
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Le respondió Jesús : Ninguno que después de haber puesto mano en el arado vuelve los ojos atrás, es apto para el reino de Dios.
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Lc 10:23
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Y vuelto a sus discípulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis;
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Lc 11:34
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Antorcha de tu cuerpo son tus ojos. Si tu ojo estuviere puro, todo tu cuerpo será alumbrado; mas si estuviere dañado, también tu cuerpo estará lleno de tinieblas.
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Lc 12:21
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Esto es lo que sucede al que atesora para sí, y no es rico a los ojos de Dios.
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Lc 16:15
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Mas Jesús les dijo: Vosotros os vendéis por justos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que parece sublime a los ojos humanos, a los de Dios es abominable.
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Lc 16:23
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Y cuando estaba en los tormentos, levantando los ojos vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno,
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Lc 18:13
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El publicano, al contrario, puesto allá lejos, ni aun los ojos osaba levantar al cielo; sino que se daba golpes de pecho, diciendo: Dios mío, ten misericordia de mí, que soy un pecador.
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Lc 19:5
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Llegado que hubo Jesús a aquel lugar, alzando los ojos le vio, y le dijo: Zaqueo, baja luego; porque conviene que yo me hospede hoy en tu casa.
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Lc 19:42
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¡Ah! si conocieses también tú, por lo menos este día que se te ha dado, lo que puede atraerte la paz; mas ahora está todo ello oculto a tus ojos.
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Lc 20:17
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Pero Jesús , clavando los ojos en ellos, dijo: ¿Pues qué quiere decir lo que está escrito: La piedra que desecharon los arquitectos, ésta misma vino a ser la principal piedra del ángulo?
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Lc 21:28
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Como quiera, vosotros, al ver que comienzan a suceder estas cosas, abrid los ojos, y alzad la cabeza, estad de buen ánimo, porque vuestra redención se acerca.
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Lc 22:56
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Al cual, como una criada le viese sentado a la lumbre, fijando en él los ojos, dijo: También éste andaba con aquel.
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Lc 22:64
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Y habiéndole vendado los ojos, le daban bofetones, y le preguntaban, diciendo: Adivina, ¿quién es el que te ha herido?
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Lc 24:16
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mas sus ojos estaban como deslumbrados para que no le reconociesen.
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Lc 24:19
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Replicó él: ¿Qué? Lo de Jesús Nazareno, respondieron, el cual fue un profeta, poderoso en obras y en palabras, a los ojos de Dios y de todo el pueblo;
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Lc 24:31
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Con lo cual se les abrieron los ojos, y le conocieron; mas él desapareció de su vista.
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Jn 1:42
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Y le llevó a Jesús . Y Jesús , fijos los ojos en él, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jona o Juan: Tú serás llamado Cefas, que quiere decir Pedro, o piedra.
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Jn 4:35
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¿No decís vosotros: Dentro de cuatro meses estaremos ya en la siega? Pues ahora os digo yo: Alzad vuestros ojos, tended la vista por los campos, y ved ya las mieses blancas y a punto de segarse.
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Jn 6:5
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Habiendo, pues, Jesús levantado los ojos, y viendo venir hacia sí un grandísimo gentío, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos panes para dar de comer a toda la gente?
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Jn 9:6
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Así que hubo dicho esto, escupió en tierra, y formó lodo con la saliva, y lo aplicó sobre los ojos del ciego,
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Jn 9:10
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Le preguntaban, pues: ¿Cómo se te han abierto los ojos?
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Jn 9:11
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Respondió: Aquel hombre que se llama Jesús , hizo un poquito de lodo, y lo aplicó a mis ojos, y me dijo: Ve a la piscina de Siloé, y lávate allí. Yo fui, me lavé, y veo.
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Jn 9:14
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Es de advertir que cuando Jesús formó el lodo y le abrió los ojos era día de sábado.
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