SEGÚN esto, cuando se cumpliere lo que te anuncio acerca de la bendición o maldición, que acabo de proponer ante tus ojos; y movido a penitencia tu corazón en medio de todas las naciones, entre las cuales te habrá esparcido el Señor tu Dios,

2 te volvieres a él, con tus hijos, y obedecieres a sus mandamientos, de todo tu corazón y con toda tu alma, como te lo prescribo en este día, 3 el Señor Dios tuyo te hará volver de tu cautiverio, y tendrá misericordia de ti, y otra vez te congregará, sacándote de todos los pueblos por donde antes te desparramó.

4 Aunque hayas sido dispersado hasta las extremidades del mundo, de allí te sacará el Señor Dios tuyo, 5 y te tomará, e introducirá en la tierra que poseyeron tus padres, y tú la volverás a ocupar, y bendiciéndote, te multiplicará mucho más que a tus padres.

6 Entonces el Señor Dios tuyo circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames al Señor Dios tuyo de todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que así consigas la vida. 7 Y todas estas maldiciones las convertirá contra tus enemigos y contra los que te aborrecen y persiguen. 8 Tú te convertirás y escucharás la voz del Señor Dios tuyo, y cumplirás todos los mandamientos que hoy te prescribo yo. 9 Y el Señor Dios tuyo manifestará su bendición en todas las obras de tus manos, en los hijos que saldrán de tu seno y en la cría de tus ganados, en la fecundidad de tu tierra y en la abundancia de todas las cosas. Porque volverá el Señor a complacerse en colmarte de bienes, como se complació en orden a tus padres; 10 con tal que oigas la voz de tu Señor Dios, y guardes sus preceptos y ceremonias prescritas en esta ley; y te conviertas al Señor Dios tuyo de todo tu corazón y con toda tu alma.

11 Este mandamiento que yo te prescribo hoy no está sobre ti, ni puesto lejos de ti, 12 ni situado en el cielo, de suerte que puedas decir: ¿Quién de nosotros podrá subir al cielo para que nos traiga ese mandamiento y le oigamos y pongamos por obra?

13 Ni está situado a la otra parte del mar, para que te excuses y digas: ¿Quién de nosotros podrá atravesar los mares, y traérnosle de allá para que podamos oír y hacer lo que se nos manda? 14 Sino que el dicho mandamiento está muy cerca de ti: en tu boca está y en tu corazón, y en tu mano para que lo cumplas.

15 Considera que hoy he puesto a tu vista la vida y el bien de una parte, y de otra la muerte y el mal. 16 Con el fin de que ames al Señor tu Dios, y sigas sus caminos, y guardes sus mandamientos, y ceremonias y ordenanzas, para que vivas y el Señor te multiplique y bendiga en la tierra, en cuya posesión entrarás. 17 Mas si tu corazón se apartare del Señor, y no quisieres obedecer y seducido del error adorares dioses ajenos, y les sirvieres, 18 desde hoy te profetizo que vas a perecer, y que morarás poco tiempo en la tierra en cuya posesión, pasado el Jordán, entrarás. 19 Yo invoco hoy por testigos al cielo y a la tierra, de que te he propuesto la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge desde ahora la vida, para que vivas tú, y tu posteridad, 20 y ames al Señor Dios tuyo, y obedezcas a su voz y te unas íntimamente a él (siendo él mismo, como es, vida tuya, y el que ha de darte larga vida), a fin de que habites en la tierra que juró el Señor a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob , que les había de dar.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas