EN cuidado con el mes de los nuevos frutos, que es al principio de la primavera, para celebrar en él la Pascua del Señor Dios tuyo: por cuanto en este mes te sacó de Egipto tu Señor Dios durante la noche.
Y sacrificarás en la Pascua ovejas y bueyes al Señor Dios tuyo en el lugar que hubiere escogido el mismo Señor para establecer allí el culto de su Nombre.
No comerás durante esta fiesta pan con levadura: durante siete días comerás pan ázimo, pan de aflicción; porque con azoramiento saliste de Egipto: a fin de que te acuerdes del día de tu salida de Egipto todo el tiempo de tu vida.
No aparecerá levadura en todos los términos de tu país durante los siete días, ni quedará nada de la carne de la víctima inmolada en la parte del primer día, hasta otro día por la mañana.
No podrás sacrificar el cordero pascual en cualquiera de tus ciudades que te dará el Señor Dios tuyo;
sino solamente en el lugar que tu Señor Dios escogiere para establecer allí el culto de su Nombre: e inmolarás la Pascua por la tarde al ponerse el sol, y en el tiempo en que saliste de Egipto.
Así que aderezarás, y comerás el cordero pascual en el lugar que tu Señor Dios eligiere; y a la mañana, levantándote, podrás volver a tu casa.
Seis días comerás panes sin levadura, y el día séptimo por ser la solemne reunión en honor del Señor Dios tuyo, no trabajarás.
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Contarás siete semanas, comenzando desde el día en que metieres la hoz en las mieses;
y celebrarás la fiesta de las siete semanas o de Pentecostés al Señor Dios tuyo, con la oblación voluntaria del fruto de tus manos, que ofrecerás conforme a la bendición recibida de Dios tu Señor:
y en su presencia celebrarás banquetes, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita que reside en tu ciudad, el extranjero y el huérfano, y la viuda que mora entre vosotros: todo en el lugar que tu Señor Dios señale para establecer allí su culto o Tabernáculo:
y acordándote que fuiste esclavo en Egipto, observarás y harás lo que queda ordenado.
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Celebrarás también la solemnidad de los Tabernáculos por siete días, después de recogido los frutos de la era y del lagar;
y en esta festividad celebrarás banquetes tú, tu hijo e hija, tu esclavo y esclava, como también el levita y el extranjero, el huérfano y la viuda que viven dentro de tus ciudades.
Siete días celebrarás fiesta al Señor Dios tuyo en el lugar que hubiere escogido; y con eso tu Señor Dios echará la bendición sobre todas tus cosechas y sobre todas las obras de tus manos, y estarás alegre.
Tres veces al año se presentarán todos sus varones ante el Señor Dios tuyo, en el lugar que señalare: en la fiesta de los ázimos, en la fiesta de las Semanas o Pentecostés, y en la fiesta de los Tabernáculos. Nadie comparecerá con las manos vacías delante del Señor;
sino que cada uno ofrecerá a proporción de lo que tuviere, a medida de la bendición que tu Señor Dios le habrá dado.
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Constituirás jueces y magistrados en todas la ciudades, que el Señor Dios tuyo te diere, en cada una de tus tribus: para que juzguen al pueblo con juicio recto;
sin inclinarse más a una parte que a otra. No serás aceptador de personas, ni de dádivas, porque las dádivas ciegan los ojos de los sabios, y pervierten los dictámenes de los justos.
Administrarás la justicia con rectitud, para que vivas y poseas la tierra que te dará el Señor Dios tuyo.
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Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas