CUANDO el Señor Dios tuyo hubiere destruido las naciones, cuya tierra te ha de dar, y tú la poseyeres, y habitares en sus ciudades y casas,

2 separarás tres ciudades en medio del país, cuya posesión te dará el Señor tu Dios.

3 allanando con cuidado el camino, y dividiendo en tres partes iguales toda la extensión de tu tierra, a fin de que así tenga lugar cercano a donde poder refugiarse quien anda huyendo por razón de homicidio involuntario. 4 Esta será la ley o calidad del homicida fugitivo, cuya vida debe salvarse: el que hiriere a su prójimo sin advertirlo, y de quien no consta que tuviese el día antes o el otro más allá ningún rencor contra él; 5 sino que de buena fe salió, por ejemplo, con él al bosque a cortar leña, y al tiempo de cortarla se le fue el hacha de la mano, y saltando el hierro del mango hirió y mató a su amigo: este se refugiará en una de las sobredichas ciudades y salvará la vida: 6 no sea que arrebatado de dolor algún pariente de aquel cuya sangre fue derramada, le persiga y prenda si el camino es muy largo, y le quite la vida; no siendo reo de muerte, puesto que no se prueba que hubiese antes tenido odio alguno contra el muerto. 7 Por eso te mando yo que repartas las tres ciudades a iguales distancias entre sí. 8 Pero en ensanchando el Señor Dios tuyo tus términos, como lo tiene jurado a tus padres, y en dándote toda la tierra que les prometió

9 (con la condición de que guardes sus mandamientos y hagas lo que hoy te mando, esto es, que ames a tu Señor Dios y sigas sus caminos en todo tiempo), añadirás otras tres ciudades a las sobredichas, duplicando así el número de ciudades de refugio: 10 a fin de que no se derrame sangre inocente en medio de la tierra cuya posesión te dará el Señor Dios tuyo; ni tú seas reo de este derramamiento.

11 Mas si alguno, por el odio que tiene a su prójimo, armare asechanzas a su vida, y arremetiendo contra él le hiere y matare, huyéndose después a una de las ciudades sobredichas:

12 los ancianos de la ciudad de él enviarán a sacarle del lugar de asilo; y prendiéndole le entregarán en mano del pariente del muerto, y se le quitará la vida. 13 No tendrás lástima de él; y con eso quitarás de en medio de Israel el crimen cometido por la efusión de sangre inocente; a fin de que te vaya prósperamente.

14 No te apropiarás, ni traspasarás los lindes de tu prójimo, que fijaron los mayores en tu heredad que te dará el Señor Dios en la tierra de que has de tomar posesión.

15 No bastará para condenar a nadie un solo testigo, cualquiera que sea el pecado y el crimen; sino que todo se decidirá por disposición de dos o tres testigos.

16 Si un testigo falso depone contra un hombre, acusándole de prevaricación, 17 comparecerán los dos cuya causa se trata ante el Señor en presencia de los sacerdotes y jueces que fueran en aquellos días. 18 Y si después de una exacta pesquisa, hallaren que el testigo falso ha dicho mentira contra su hermano,

19 le impondrán la pena que él intentó hacer caer sobre su hermano, y así arrancarás el mal de en medio del pueblo; 20 para que oyéndolo los demás entren en temor, y de ningún modo osen hacer tales cosas. 21 No te compadecerás de él: sino que le harás pagar vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas