Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

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Jer 35:8 Hemos, pues, obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, en todo cuanto nos dejó mandado, y por eso no bebemos vino en toda nuestra vida nosotros, ni nuestras mujeres, ni los hijos, ni las hijas;
Jer 35:8 Hemos, pues, obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, en todo cuanto nos dejó mandado, y por eso no bebemos vino en toda nuestra vida nosotros, ni nuestras mujeres, ni los hijos, ni las hijas;
Jer 35:8 Hemos, pues, obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, en todo cuanto nos dejó mandado, y por eso no bebemos vino en toda nuestra vida nosotros, ni nuestras mujeres, ni los hijos, ni las hijas;
Jer 35:9 ni construimos casas para nuestra habitación, ni tenemos viñas, ni campos, ni sementeras;
Jer 35:9 ni construimos casas para nuestra habitación, ni tenemos viñas, ni campos, ni sementeras;
Jer 35:9 ni construimos casas para nuestra habitación, ni tenemos viñas, ni campos, ni sementeras;
Jer 35:9 ni construimos casas para nuestra habitación, ni tenemos viñas, ni campos, ni sementeras;
Jer 35:15 Pues os he enviado todos mis siervos los profetas de antemano y con mucha solicitud, y os envié a decir por su boca: Conviértase cada uno de vosotros de su pésima vida, y rectificad vuestros afectos, y no andéis tras los dioses ajenos, ni les deis culto; y así habitaréis en la tierra que yo di a vosotros y a vuestros padres; pero vosotros no habéis querido obedecerme ni escucharme.
Jer 35:15 Pues os he enviado todos mis siervos los profetas de antemano y con mucha solicitud, y os envié a decir por su boca: Conviértase cada uno de vosotros de su pésima vida, y rectificad vuestros afectos, y no andéis tras los dioses ajenos, ni les deis culto; y así habitaréis en la tierra que yo di a vosotros y a vuestros padres; pero vosotros no habéis querido obedecerme ni escucharme.
Jer 36:24 Y así ni el rey, ni ninguno de sus cortesanos que oyeron todas estas palabras o amenazas, temieron por esto, ni rasgaron sus vestiduras en señal de dolor.
Jer 36:24 Y así ni el rey, ni ninguno de sus cortesanos que oyeron todas estas palabras o amenazas, temieron por esto, ni rasgaron sus vestiduras en señal de dolor.
Jer 36:24 Y así ni el rey, ni ninguno de sus cortesanos que oyeron todas estas palabras o amenazas, temieron por esto, ni rasgaron sus vestiduras en señal de dolor.
Jer 36:29 Y le dirás a Joakim, rey de Judá: Esto dice el Señor: Tú has quemado aquel cuaderno, diciendo a Jeremías: ¿Por qué has puesto tú por escrito en él ese vaticinio, amenazando con decir que vendrá con presteza el rey de Babilonia, y asolará esta tierra sin dejar en ella hombre ni bestia?
Jer 37:2 Y ni él, ni sus servidores, ni la gente de la tierra obedecieron a las palabras que el Señor dijo por boca del profeta Jeremías.
Jer 37:2 Y ni él, ni sus servidores, ni la gente de la tierra obedecieron a las palabras que el Señor dijo por boca del profeta Jeremías.
Jer 37:2 Y ni él, ni sus servidores, ni la gente de la tierra obedecieron a las palabras que el Señor dijo por boca del profeta Jeremías.
Jer 37:19 ¿Dónde están aquellos profetas vuestros que os profetizaban, y decían: No vendrá contra vosotros, ni contra esta tierra el rey de Babilonia?
Jer 38:16 Entonces el rey Sedecías juró secretamente a Jeremías, diciendo: Te juro por el Señor que ha creado en nosotros esta alma, que no te quitaré la vida, ni te entregaré en manos de esos hombres que desean matarte.
Jer 42:13 Mas si vosotros dijereis: No queremos permanecer en esta tierra, ni escuchar lo que dice el Señor Dios nuestro;
Jer 42:14 y continuáis diciendo: No, no; sino que nos vamos a la tierra de Egipto, en donde no veremos guerra, ni oiremos sonidos de trompetas, ni padeceremos hambre, y allí permaneceremos:
Jer 42:14 y continuáis diciendo: No, no; sino que nos vamos a la tierra de Egipto, en donde no veremos guerra, ni oiremos sonidos de trompetas, ni padeceremos hambre, y allí permaneceremos:
Jer 42:17 Y todos cuantos se hayan obstinado en querer ir a Egipto para habitar allí, perecerán al filo de la espada, y de hambre, y de peste; no quedará ninguno de ellos con vida, ni escapará del castigo que yo descargaré sobre ellos.
Jer 44:5 Mas no quisieron escuchar, ni dar oídos a eso para convertirse de sus maldades, y abstenerse de ofrecer sacrificios a los dioses extraños.
Jer 44:10 Hasta ahora no se han limpiado todavía de ellos, ni han tenido respeto ninguno, ni han observado la ley del Señor, ni los mandamientos que os comuniqué a vosotros y a vuestros padres.
Jer 44:10 Hasta ahora no se han limpiado todavía de ellos, ni han tenido respeto ninguno, ni han observado la ley del Señor, ni los mandamientos que os comuniqué a vosotros y a vuestros padres.
Jer 44:10 Hasta ahora no se han limpiado todavía de ellos, ni han tenido respeto ninguno, ni han observado la ley del Señor, ni los mandamientos que os comuniqué a vosotros y a vuestros padres.
Jer 44:23 Porque sacrificasteis a los ídolos y pecasteis contra el Señor; porque no quisisteis escuchar la voz del Señor, ni observar su ley, ni sus mandamientos e instrucciones, por eso os han sobrevenido estas desgracias que se ven hoy día.
Jer 44:23 Porque sacrificasteis a los ídolos y pecasteis contra el Señor; porque no quisisteis escuchar la voz del Señor, ni observar su ley, ni sus mandamientos e instrucciones, por eso os han sobrevenido estas desgracias que se ven hoy día.
Jer 46:6 No hay que pensar en que pueda escaparse el ligero, ni salvarse el valiente; a la parte del norte, junto al río Eufrates, han sido derrotados y postrados por el suelo.
Jer 48:11 Fértil viña fue Moab desde su mocedad; y como un vino que permaneció en sus últimos tragos, ni fue trasegado de una tinaja a otra, ni cambiado a otro país; por eso ha conservado el mismo sabor suyo, ni se ha cambiado o mejorado su olor.
Jer 48:11 Fértil viña fue Moab desde su mocedad; y como un vino que permaneció en sus últimos tragos, ni fue trasegado de una tinaja a otra, ni cambiado a otro país; por eso ha conservado el mismo sabor suyo, ni se ha cambiado o mejorado su olor.
Jer 48:11 Fértil viña fue Moab desde su mocedad; y como un vino que permaneció en sus últimos tragos, ni fue trasegado de una tinaja a otra, ni cambiado a otro país; por eso ha conservado el mismo sabor suyo, ni se ha cambiado o mejorado su olor.
Jer 49:18 Así como fueron arrasadas Sodoma y Gomorra, y sus vecinas, dice el Señor, también ella quedará sin hombre que la habite, no morará allí ni una persona.
Jer 49:31 Levantaos, dice el Señor a los caldeos, marchad a invadir una nación tranquila, que vive sin temor alguno; no tienen puertas ni cerrojos, habitan solitarios.
Jer 49:33 Y Asor parará en ser guarida de dragones, y eternamente desierta; no quedará allí hombre alguno, ni la habitará persona alguna.
Jer 50:16 Acabad en Babilonia con todo viviente; ni perdonéis a aquel que siembra, ni al que maneja la hoz en tiempo de la siega; al relumbrar la espada de la paloma, volverán todos a sus pueblos y cada cual huirá al propio país.
Jer 50:16 Acabad en Babilonia con todo viviente; ni perdonéis a aquel que siembra, ni al que maneja la hoz en tiempo de la siega; al relumbrar la espada de la paloma, volverán todos a sus pueblos y cada cual huirá al propio país.
Jer 50:40 Vendrá a ser ella, dice el Señor, como las ciudades de Sodoma y Gomorra y sus vecinas, que el Señor destruyó; no quedará hombre alguno que la habite, ni persona alguna que allí more.
Jer 51:3 El que apunta el arco, poco importa que no lo apunte, ni que vaya sin coraza; porque la victoria es segura. No tenéis que perdonar a sus jóvenes, matad a todos sus soldados.
Jer 51:26 No se sacará de ti ni piedra útil para una esquina, ni piedra para cimientos; sino que quedarás destruido para siempre, dice el Se-ñor.
Jer 51:26 No se sacará de ti ni piedra útil para una esquina, ni piedra para cimientos; sino que quedarás destruido para siempre, dice el Se-ñor.
Jer 51:43 Sus ciudades se han hecho un objeto de terror, un terreno inhabitable y desierto, en el cual no viva nadie, ni transite por él persona alguna.
Jer 51:62 dirás: ¡Oh Señor!, tú has dicho que destruirás este lugar de modo que no quede quien lo habite, ni hombre ni bestia, y sea una eterna soledad.
Jer 51:62 dirás: ¡Oh Señor!, tú has dicho que destruirás este lugar de modo que no quede quien lo habite, ni hombre ni bestia, y sea una eterna soledad.
Lam 2:18 El corazón de los sitiados levantó el grito al Señor desde sobre las murallas de la hija de Sión; derrama, ¡oh Jerusalén !, día y noche, haz correr a manera de torrente las lágrimas; no reposes, ni cesen de llorar tus ojos.
Lam 3:33 Puesto que no de buena gana abate él, ni desecha a los hijos de los hombres,
Lam 3:34 ni huella debajo de sus pies, como un tirano, todos los cautivos de la tierra,
Lam 3:35 ni pesa con infiel balanza, ante su presencia, la causa del hombre,
Lam 3:36 ni daña con injusta sentencia a hombre alguno, eso no sabe el Señor hacerlo.
Lam 4:12 No creían los reyes de la tierra, ni los habitantes todos del mundo que el enemigo y adversario entrase por las puertas de Jerusalén ;