IV Rey 5:17
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Al fin dijo Naamán: Sea como tú quieres; pero te suplico que me permitas a mí, siervo tuyo, el llevarme la porción de tierra que cargan dos mulos; porque ya no sacrificará tu siervo de aquí adelante holocaustos ni víctimas a dioses ajenos, sino sólo al Señor.
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IV Rey 6:19
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Entonces Eliseo, llegándose a ellos, les dijo: No es este el camino, ni esta la ciudad; seguidme a mí, que yo os enseñaré el hombre que buscáis. Dicho esto los condujo a Sama-ria;
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IV Rey 6:22
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Mas él respondió: No, de ningún modo les quitarás la vida; pues no los has hecho prisioneros con tu espada, ni con tu arco, para poder privarlos de la vida; antes bien, preséntales pan y agua, para que coman y beban, y se vuelvan a su señor.
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IV Rey 6:27
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El cual respondió: No te salva el Señor; ¿cómo puedo yo salvarte? ¿Tengo acaso trigo en las trojes, ni vino en las bodegas?, añadió el rey. Ella respondió:
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IV Rey 9:15
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y se había retirado de Jezrael para curarse de las heridas que los siros le habían hecho en el combate contra Hazael, el rey de Siria. Dijo entonces Jehú: Si os parece, nadie salga ni huya de la ciudad, para que no vaya a dar la noticia en Jezrael.
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IV Rey 10:21
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y lo hizo publicar en todos los términos de Israel. Con esto acudieron todos los ministros de Baal; no quedó ni uno siquiera que no asistiese. Y entraron en el templo de Baal, y se llenó la casa de Baal de punta a cabo.
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IV Rey 10:29
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Mas con todo eso no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, e hizo pecar a Israel, ni abandonó los becerros de oro que quedaban en Betel y en Dan.
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IV Rey 12:13
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Pero de este dinero, que se ofrecía al templo del Señor, no se hacían los cántaros o vasijas, ni los tridentes o arrejaques, ni los incensarios, ni las trompetas, ni vaso alguno de oro y plata;
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IV Rey 12:13
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Pero de este dinero, que se ofrecía al templo del Señor, no se hacían los cántaros o vasijas, ni los tridentes o arrejaques, ni los incensarios, ni las trompetas, ni vaso alguno de oro y plata;
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IV Rey 12:13
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Pero de este dinero, que se ofrecía al templo del Señor, no se hacían los cántaros o vasijas, ni los tridentes o arrejaques, ni los incensarios, ni las trompetas, ni vaso alguno de oro y plata;
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IV Rey 12:13
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Pero de este dinero, que se ofrecía al templo del Señor, no se hacían los cántaros o vasijas, ni los tridentes o arrejaques, ni los incensarios, ni las trompetas, ni vaso alguno de oro y plata;
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IV Rey 13:23
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Mas al cabo el Señor se compadeció de ellos, y volvió hacia ellos sus ojos, a causa del pacto que tenía hecho con Abrahán e Isaac, y Jacob ; y no quiso enteramente perderlos, ni abandonarlos del todo hasta el tiempo presente.
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IV Rey 14:6
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aunque no mató a los hijos de los que lo habían muerto, conforme a lo que se halla escrito en el libro de la ley de Moisés, según el precepto del Señor, que dice: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su pecado personal.
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IV Rey 17:19
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Mas ni aun la misma tribu de Judá observó los mandamientos del Señor Dios suyo; antes bien imitó los extravíos o errores en que había incurrido Israel.
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IV Rey 17:25
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Mas cuando comenzaron a morar en ellas, no temían al Señor ni le adoraban; por lo que el Señor envió contra dichas gentes leones que las iban despedazando.
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IV Rey 17:34
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Hasta el día presente perseveran en la costumbre antigua; no temen al Señor, ni observan sus ceremonias, ni los ritos, leyes, ni mandamientos comunicados por el Señor a los hijos de Jacob , a quien puso el sobrenombre de Israel,
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IV Rey 17:34
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Hasta el día presente perseveran en la costumbre antigua; no temen al Señor, ni observan sus ceremonias, ni los ritos, leyes, ni mandamientos comunicados por el Señor a los hijos de Jacob , a quien puso el sobrenombre de Israel,
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IV Rey 17:34
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Hasta el día presente perseveran en la costumbre antigua; no temen al Señor, ni observan sus ceremonias, ni los ritos, leyes, ni mandamientos comunicados por el Señor a los hijos de Jacob , a quien puso el sobrenombre de Israel,
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IV Rey 17:35
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con quienes había firmado el pacto, y a quienes había dado este precepto, diciendo: No temáis, ni reverenciéis a dioses ajenos; no los adoréis ni les déis culto ninguno, ni les ofrezcáis sacrificios,
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IV Rey 17:35
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con quienes había firmado el pacto, y a quienes había dado este precepto, diciendo: No temáis, ni reverenciéis a dioses ajenos; no los adoréis ni les déis culto ninguno, ni les ofrezcáis sacrificios,
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IV Rey 17:35
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con quienes había firmado el pacto, y a quienes había dado este precepto, diciendo: No temáis, ni reverenciéis a dioses ajenos; no los adoréis ni les déis culto ninguno, ni les ofrezcáis sacrificios,
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IV Rey 17:38
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Y no echéis en olvido el pacto que hizo con vosotros, ni tributéis culto a dioses aje-nos;
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IV Rey 18:5
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Puso su esperanza en el Señor Dios de Israel; y así no tuvo semejante en todos los reyes de Judá, sus sucesores, como ni tampoco en los que le precedieron.
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IV Rey 18:12
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porque no quisieron obedecer a la voz del Señor Dios suyo, sino que violaron el pacto, y no escucharon ni practicaron nada de cuanto les tenía mandado Moisés, siervo del Señor.
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IV Rey 18:24
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Mas ¿cómo podréis resistir ni a uno de los más pequeños sátrapas o capitanes que sirven a mi señor? ¿Confías acaso en Egipto por sus carros armados y su caballería?
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IV Rey 19:32
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Por lo cual he aquí lo que acerca del rey de los asirios dice el Señor: No pondrá el pie en esta ciudad, ni disparará contra ella saeta alguna, ni el soldado cubierto con su broquel la asaltará ni la cercará con trincheras.
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IV Rey 19:32
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Por lo cual he aquí lo que acerca del rey de los asirios dice el Señor: No pondrá el pie en esta ciudad, ni disparará contra ella saeta alguna, ni el soldado cubierto con su broquel la asaltará ni la cercará con trincheras.
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IV Rey 19:32
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Por lo cual he aquí lo que acerca del rey de los asirios dice el Señor: No pondrá el pie en esta ciudad, ni disparará contra ella saeta alguna, ni el soldado cubierto con su broquel la asaltará ni la cercará con trincheras.
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IV Rey 20:13
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Tuvo gran contento Ezequías con la venida de los embajadores, y les mostró la casa o fábrica de los perfumes, y el oro, y la plata, y las varias confecciones aromáticas, y los ungüentos o aceites de olor, y la pieza de sus alhajas y armas, y todo cuanto tenía en sus tesoros. No hubo cosa en su palacio, ni de cuanto poseía, que Ezequías no les mostrase.
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IV Rey 22:2
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E hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, y siguió la senda de David, su padre, sin desviarse a la derecha ni a la izquierda.
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IV Rey 22:13
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Id y consultad al Señor acerca de mí y acerca del pueblo y de todo Judá sobre las palabras de este libro que se ha hallado, porque grande es la cólera del Señor que se ha encendido contra nosotros, visto que nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, ni pusieron en ejecución lo que nos estaba prescrito.
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IV Rey 23:22
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Jamás se celebró Pascua igual desde el tiempo de los jueces que gobernaron a Israel, ni en todo el tiempo de los reyes de Israel, y de los reyes de Judá,
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IV Rey 23:25
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No hubo entre sus predecesores ningún rey que del modo que éste se convirtiese al Señor con todo el corazón, y con toda su alma, y con todas sus fuerzas, siguiendo en todo la ley de Moisés; ni después de él nació otro que le fuese semejante.
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IV Rey 24:19
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E hizo el mal en la presencia del Señor ni más ni menos que Joakim.
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IV Rey 24:19
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E hizo el mal en la presencia del Señor ni más ni menos que Joakim.
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I Par 16:22
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Guardaos bien, dijo, de tocar a mis ungidos; ni de hacer daño a mis profetas.
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I Par 17:9
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He dado también habitación fija a mi pueblo de Israel, en la cual se arraigará y permanecerá, y de donde no será jamás removido, como me obedezca; ni los hijos de la iniquidad lo oprimirán como antes,
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I Par 17:20
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Señor, no hay semejante a ti; ni hay otro Dios sino tú entre todos los que han llegado a nuestra noticia.
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I Par 22:13
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Porque entonces podrás ser feliz, si observares los mandamientos y las leyes dadas por el Señor a Moisés para que las enseñara a Israel. Esfuérzate y pórtate varonilmente; no temas, ni te acobardes.
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I Par 26:13
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Se echaron, pues, las suertes por familias, con igualdad, sin distinción de pequeños ni grandes, para cada una de las puertas.
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I Par 28:20
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Y añadió David a su hijo Salomón : Pórtate con valor y esfuerzo, y manos a la obra; no temas ni te acobardes; porque el Señor Dios mío estará contigo, y no te desamparará, ni abandonará hasta que concluyas todas las obras necesarias para el servicio de la casa del Señor.
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I Par 28:20
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Y añadió David a su hijo Salomón : Pórtate con valor y esfuerzo, y manos a la obra; no temas ni te acobardes; porque el Señor Dios mío estará contigo, y no te desamparará, ni abandonará hasta que concluyas todas las obras necesarias para el servicio de la casa del Señor.
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II Par 1:11
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Dijo entonces Dios a Salomón : Ya que esto es lo que ha agradado más a tu corazón, y no has pedido riquezas, ni hacienda, ni gloria, ni la muerte de aquellos que te odian, ni tampoco una larga vida; sino que has pedido sabiduría y ciencia para poder gobernar a mi pueblo, del cual yo te he hecho rey;
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II Par 1:11
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Dijo entonces Dios a Salomón : Ya que esto es lo que ha agradado más a tu corazón, y no has pedido riquezas, ni hacienda, ni gloria, ni la muerte de aquellos que te odian, ni tampoco una larga vida; sino que has pedido sabiduría y ciencia para poder gobernar a mi pueblo, del cual yo te he hecho rey;
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II Par 1:11
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Dijo entonces Dios a Salomón : Ya que esto es lo que ha agradado más a tu corazón, y no has pedido riquezas, ni hacienda, ni gloria, ni la muerte de aquellos que te odian, ni tampoco una larga vida; sino que has pedido sabiduría y ciencia para poder gobernar a mi pueblo, del cual yo te he hecho rey;
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II Par 1:11
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Dijo entonces Dios a Salomón : Ya que esto es lo que ha agradado más a tu corazón, y no has pedido riquezas, ni hacienda, ni gloria, ni la muerte de aquellos que te odian, ni tampoco una larga vida; sino que has pedido sabiduría y ciencia para poder gobernar a mi pueblo, del cual yo te he hecho rey;
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II Par 1:12
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te son otorgadas sabiduría y ciencia; y además te daré riquezas, y hacienda, y gloria en tanto grado, que ninguno de los reyes ni antes ni después de ti te igualará.
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II Par 1:12
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te son otorgadas sabiduría y ciencia; y además te daré riquezas, y hacienda, y gloria en tanto grado, que ninguno de los reyes ni antes ni después de ti te igualará.
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II Par 5:14
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de suerte que los sacerdotes no podían estar allí, ni ejercer sus funciones, a causa de la densa niebla. Porque la gloria del Señor había llenado la casa de Dios.
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II Par 6:5
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Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no me escogí de todas las tribus de Israel ninguna ciudad, donde se edificara una casa a mi Nombre; ni elegí tampoco ningún otro hombre, para que gobernase establemente a mi pueblo de Israel;
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