Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

hombres

II Rey 12:1 El Señor, pues, envió Natán a David, al cual dijo Natán luego de llegado: Había dos hombres en una ciudad de tu reino, el uno rico y el otro pobre.
II Rey 15:11 Fueron también con Absalón doscientos hombres de Jerusalén , que había convidado; los cuales le siguieron con sencillez de corazón, sin saber nada de sus designios.
II Rey 15:18 y todos sus criados iban a su lado. E iban delante del rey las legiones de Cereti y de Feleti, y todos los geteos, guerreros valientes, que en número de seiscientos hombres de a pie le habían seguido desde Get.
II Rey 17:1 Dijo, pues, Aquitofel a Absalón: Escogeré doce mil hombres, y partiré esta noche a perseguir a David;
II Rey 18:4 Les dijo el rey: Haré lo que bien os pareciere. Y se puso en la puerta de la ciudad, mientras iba desfilando el ejército en cuerpos de a cien y de a mil hombres.
II Rey 18:7 donde fue derrotado el ejército de Israel por las tropas de David. La mortandad fue grande; quedaron allí tendidos veinte mil hombres;
II Rey 19:17 con mil hombres de Benjamín, e iba con ellos Siba, criado de la casa de Saúl, con sus quince hijos y veinte siervos. Y rompiendo por el Jordán para ponerse delante del rey,
II Rey 21:22 Eran estos cuatro hombres naturales de Get, del linaje del gigante Arafa, y fueron muertos por David y su gente.
II Rey 23:3 Es el Dios de Israel que me ha hablado; el fuerte de Israel es quien habla; el dominador de los hombres, el justo dominador de los que temen a Dios.
II Rey 23:8 Estos son los nombres de los valientes del reinado de David: Jesbaam, el que está sentado en cátedra, sapientísimo príncipe entre los tres más distinguidos; aunque parece débil y delicado como el tierno gusanillo que roe el madero, él fue el que mató en un solo choque a ochocientos hombres.
II Rey 23:17 diciendo: Dios me libre de tal cosa. ¿Y yo bebería la sangre de estos hombres que han ido a exponer su vida? No quiso, pues, beberla. Tal acción hicieron esos tres valientes.
II Rey 24:9 Y presentó Joab al rey la suma del encabezamiento del pueblo y se hallaron de Israel ochocientos mil hombres fuertes y aptos para la guerra; de Judá se contaron quinientos mil combatientes.
II Rey 24:14 Respondió David a Gad: En un estrechísimo apuro me veo; pero más quiero yo caer en las manos del Señor (cuya misericordia es tan grande) que no en manos de hombres.
II Rey 24:15 Envió, pues, el Señor la peste a Israel desde aquella mañana hasta el tiempo señalado, y murieron del pueblo, desde Dan hasta Bersabee, setenta mil hombres.
III Rey 1:5 Entretanto engreído Adonías hijo de Haggit, dijo: Yo reinaré. Con esta mira se hizo carrozas y tomó guardas de a caballo, y cincuenta hombres que lo escoltasen.
III Rey 4:31 Era más sabio que todos los hombres: más sabio que Etán el ezraita, y que Emán, y Cálcol, y Dorda, hijos de Mohol; y era muy celebrado en todas las naciones cercanas.
III Rey 5:13 Tras esto escogió Salomón obreros de todo Israel, y fueron los pedidos treinta mil hombres;
III Rey 5:15 Tuvo también Salomón setenta mil hombres para la conducción de los materiales, y ochenta mil canteros en el monte,
III Rey 8:39 tú le escucharás benigno desde el cielo, desde aquel lugar de tu morada, y te le mostrarás propicio; y darás a cada uno según sus obras, conforme vieres su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres),
III Rey 9:27 y envió Hiram en esta flota algunas de sus gentes, hombres inteligentes de la náutica, y prácticos de la mar, con las gentes de Salomón .
III Rey 10:26 y juntó Salomón muchos carros de guerra, y tropa de caballería; y tuvo a su disposición mil cuatrocientos carros, y doce mil hombres de caballería, que distribuyó por las ciudades fortificadas y en Jerusalén cerca de él.
III Rey 12:21 Llegado, pues, Roboam a Jerusalén , juntó toda la casa de Judá, y la tribu de Benjamín, escogiendo ciento ochenta mil hombres aguerridos para que peleasen contra la casa de Israel, y redujesen el reino a la obediencia de Roboam, hijo de Salomón .
III Rey 13:2 y exclamó contra el altar, diciendo de parte del Señor: Altar, altar, oye lo que dice el Señor: Tiempo vendrá en que ha de nacer en la familia de David un hijo que se llamará Josías; el cual hará degollar sobre ti los sacerdotes de los lugares altos, que ahora queman sobre ti inciensos, y él quemará sobre ti huesos de hombres.
III Rey 13:33 Después de todos estos sucesos, no se convirtió Jeroboam de su vida perversa; antes al contrario, creó sacerdotes de los lugares altos, hombres del común del pueblo; todo el que quería se consagraba, y quedaba hecho sacerdote de los lugares altos.
III Rey 14:24 Y aun hubo también en el país hombres afeminados, que renovaron todas las abominaciones de aquellos pueblos que el Señor había destruido al presentarse los hijos de Israel.
III Rey 20:17 Salieron, pues los mozos de los príncipes de las provincias al frente de la tropa. Envió Benadad batidores, los cuales volvieron diciendo: Son unos hombres que han salido de Samaria.
III Rey 20:29 Entretanto los dos ejércitos por espacio de siete días estuvieron formados en batalla uno enfrente de otro, y al séptimo día se dio la acción: en la cual los hijos de Israel mataron de los siros en un día cien mil hombres de infantería.
III Rey 20:30 Los que pudieron salvarse, huyeron a la ciudad de Afec, y cayó el muro sobre veintisiete mil hombres que habían quedado. Huyendo también Benadad, entró en la ciudad; y se escondió en lo más retirado de su palacio.
III Rey 21:10 y sobornad a dos hombres, hijos de Belial, que digan contra él este falso testimonio: Ha blasfemado contra Dios y contra el rey. Después sacadle fuera, y apedreadle hasta que muera.
III Rey 21:13 Y habiendo introducido a dos hombres, hijos del diablo, los hicieron sentar enfrente de Nabot, los cuales, al fin como hombres diabólicos, atestiguaron contra él en presencia del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado contra Dios y contra el rey. En vista de este testimonio lo sacaron fuera de la ciudad, y lo mataron a pedradas.
III Rey 21:13 Y habiendo introducido a dos hombres, hijos del diablo, los hicieron sentar enfrente de Nabot, los cuales, al fin como hombres diabólicos, atestiguaron contra él en presencia del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado contra Dios y contra el rey. En vista de este testimonio lo sacaron fuera de la ciudad, y lo mataron a pedradas.
IV Rey 1:11 Destacó nuevamente Ocozías contra él a otro capitán de cincuenta hombres con los cincuenta; el cual le dijo: Varón de Dios, el rey lo manda, baja presto.
IV Rey 1:13 Tercera vez destacó Ocozías otro capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta; el cual luego que llegó, se hincó de rodillas en frente de Elías, y le suplicó diciendo: Varón de Dios, sálvame la vida, y salva también la de tus siervos que me acompañan.
IV Rey 1:14 Ya sé que ha bajado fuego del cielo, y devorado a los dos primeros capitanes de cincuenta hombres y a los cincuenta que cada uno mandaba. Mas ahora yo te suplico que te apiades de mí.
IV Rey 2:16 y le dijeron: Aquí hay entre tus siervos cincuenta hombres robustos que pueden ir en busca de tu amo, no sea que el espíritu del Señor lo haya arrebatado y arrojado sobre algún monte o en algún valle. Respondió Eliseo: No tenéis que enviarlos.
IV Rey 2:17 Tanto le importunaron que al cabo condescendió, y les dijo: Pues bien, enviadlos. Enviaron, pues cincuenta hombres, que habiéndole buscado tres días, no lo hallaron.
IV Rey 3:21 Al mismo tiempo los moabitas todos a una, oyendo que aquellos reyes habían salido a campaña contra ellos, convocaron a todos los hombres aptos para la guerra, y vinieron a esperarlos en las fronteras.
IV Rey 3:26 Habiendo visto, pues, el rey de Moab que los enemigos prevalecían, tomó consigo setecientos hombres valerosos con espada en mano, para forzar el campo del rey de Idumea, y escaparse: pero no pudo lograr su intento.
IV Rey 5:24 Llegado que hubo, ya al anochecer, los tomó de sus dos manos, y los guardó en su casa, y despachó los hombres, los cuales se marcharon.
IV Rey 7:3 Había cuatro hombres leprosos cerca de la entrada de la puerta de la ciudad, los cuales se dijeron unos a otros: ¿Para qué queremos estar aquí hasta morir?
IV Rey 7:14 Trajeron, pues, dos caballos, y envió el rey dos hombres al campamento de los siros, diciendo: Id y observad lo que hay.
IV Rey 10:14 Dijo Jehú: Prendedlos vivos. Presos que fueron vivos, los degollaron junto a una cisterna vecina a la Casa-esquileo, en orden de cuarenta y dos hombres, sin perdonar a ninguno.
IV Rey 10:24 Entraron, pues, para ofrecer las víctimas y holocaustos. Mas Jehú tenía dispuestos afuera ochenta hombres, a quienes había dicho: Cualquiera que dejare escapar alguno de estos hombres que yo entrego en vuestras manos, pagará con su vida la vida del que escapare.
IV Rey 10:24 Entraron, pues, para ofrecer las víctimas y holocaustos. Mas Jehú tenía dispuestos afuera ochenta hombres, a quienes había dicho: Cualquiera que dejare escapar alguno de estos hombres que yo entrego en vuestras manos, pagará con su vida la vida del que escapare.
IV Rey 12:15 y no se tomaban cuentas a aquellos hombres que recibían el dinero para distribuirlo a los obreros, sino que lo manejaban sobre su buena fe.
IV Rey 13:7 A Joacaz no le había quedado de la gente de guerra más que cincuenta soldados de a caballo, y diez carros de guerra, y diez mil hombres de a pie; porque el rey de Siria los había pasado a cuchillo y deshecho como al polvo de la era en que se trilla.
IV Rey 13:21 Y unos hombres que iban a enterrar a un muerto, viendo a los guerrilleros, echaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo y al punto que tocó los huesos de Eliseo, el muerto resucitó y se puso en pie.
IV Rey 15:25 Conjuró contra él Facee, hijo de Romelías, general suyo el cual le acometió con cincuenta hombres naturales de Galaad, en Samaria, en la torre de la casa real, cerca de Argob y de Arie; y le quitó la vida, y reinó en su lugar.
IV Rey 19:35 En efecto, aquella noche vino el ángel del Señor, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. Y levantándose muy de mañana el rey de los asirios Sennaquerib, vio todos aquellos cuerpos muertos, y levantó el campo, y se marchó;
IV Rey 20:14 Mas el profeta Isaías vino a ver al rey Ezequías , y le preguntó: ¿Qué han dicho esos hombres? ¿Y de dónde han venido a verte? Al cual contestó Ezequías : Han venido a mí de lejanas tierras, de Babilonia.