Lc 7:44
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Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Yo entré en tu casa, y no me has dado agua con que se lavaran mis pies; mas ésta ha bañado mis pies con sus lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
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Lc 8:27
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Luego que salió a tierra, le salió al encuentro un hombre, ya de mucho tiempo atrás endemoniado, que ni sufría ropa encima, ni moraba en casa, sino en las cuevas sepulcrales.
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Lc 8:39
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Vuélvete a tu casa, y cuenta las maravillas que Dios ha obrado a favor tuyo. Y se fue por toda la ciudad, publicando los grandes beneficios que Jesús le había hecho.
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Lc 8:41
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Entonces se le presentó un jefe de la sinagoga llamado Jairo, el cual se postró a sus pies suplicándole que viniese a su casa,
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Lc 8:51
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Llegando a la casa, no permitió entrar consigo a nadie, sino a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y al padre y madre de la niña.
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Lc 9:4
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En cualquier casa que entrareis permaneced allí, y no la dejéis hasta la partida.
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Lc 9:61
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Y otro le dijo: Yo te seguiré, Señor; pero primero déjame ir a despedirme de mi casa.
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Lc 10:5
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Al entrar en cualquier casa, decid ante todas las cosas: La paz sea en esta casa;
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Lc 10:5
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Al entrar en cualquier casa, decid ante todas las cosas: La paz sea en esta casa;
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Lc 10:7
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Y perseverad, en aquella misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan; pues el que trabaja, merece su recompensa. No andéis pasando de casa en casa.
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Lc 10:7
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Y perseverad, en aquella misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan; pues el que trabaja, merece su recompensa. No andéis pasando de casa en casa.
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Lc 10:7
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Y perseverad, en aquella misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan; pues el que trabaja, merece su recompensa. No andéis pasando de casa en casa.
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Lc 10:38
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Prosiguiendo Jesús su viaje a Jerusalén , entró en cierta aldea, donde una mujer, por nombre Marta, lo hospedó en su casa.
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Lc 10:40
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Mientras tanto Marta andaba muy afanada en disponer todo lo que era menester, por lo cual se presentó a Jesús y dijo: Señor, ¿no reparas que mi hermana me ha dejado sola en las faenas de la casa? Dile, pues, que me ayude.
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Lc 11:6
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porque otro amigo mío acaba de llegar de viaje a mi casa, y no tengo nada para darle;
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Lc 11:17
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Pero Jesús penetrando sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido en partidos contrarios quedará destruido; y una casa dividida en facciones, camina a su ruina.
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Lc 11:21
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Cuando un hombre valiente bien armado, guarda la entrada de su casa, todas las cosas están seguras.
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Lc 11:24
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Cuando un espíritu inmundo ha salido de un hombre, se va por lugares áridos, buscando lugar donde reposar, y no hallándolo dice: Me volveré a mi casa de donde salí.
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Lc 11:26
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Entonces, va, y toma consigo a otros siete espíritus peores que él, y entrando en esta casa fijan en ella su morada. Con lo que el último estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.
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Lc 11:37
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Así que acabó de hablar, un fariseo le convidó a comer en su casa; y entrando Jesús en ella, se puso a la mesa.
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Lc 12:39
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Tened esto por cierto, que si el padre de familia supiera a qué hora había de venir el ladrón, estará ciertamente velando, y ni dejaría que le robasen su casa.
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Lc 12:52
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De suerte que desde ahora en adelante habrá en una misma casa cinco entre sí desunidos, tres contra dos, y dos contra tres.
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Lc 14:1
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Y sucedió que habiendo entrado Jesús en casa de uno de los principales fariseos a comer un día de sábado, le estaban éstos acechando.
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Lc 14:23
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Respondió el amo: Sal a los caminos y cercados; y llama a los que halles a que vengan, para que se llene mi casa.
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Lc 15:6
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y llegado a casa, convoca a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Regocijaos conmigo, porque he hallado la oveja mía, que se me había perdido.
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Lc 15:8
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O ¿qué mujer, teniendo diez dracmas o monedas de plata, si pierde una, no enciende la luz, y barre bien la casa, y lo registra todo, hasta dar con ella?
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Lc 15:17
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Y volviendo en sí, dijo: ¡Ay cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen pan en abundancia, mientras yo estoy aquí padeciendo hambre!
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Lc 15:20
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Con esta resolución se puso en camino para la casa de su padre. Estando todavía lejos, le avistó su padre, y se le enternecieron las entrañas, y corriendo a su encuentro, le echó los brazos al cuello, y le dio mil besos.
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Lc 15:22
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Mas el padre, por respuesta dijo a sus criados: Pronto traed aquí luego el vestido más precioso que hay en casa, y ponédselo, ponedle un anillo en el dedo, y calzadle las sandalias;
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Lc 15:25
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Estaba a la sazón el hijo mayor en el campo; y a la vuelta, estando ya cerca de su casa, oyó el concierto de música y el baile;
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Lc 16:4
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Pero ya sé lo que he de hacer, para que, cuando sea removido de mi mayordomía, halle yo personas que me reciban en su casa.
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Lc 16:18
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Cualquiera que repudia a su mujer, y se casa con otra, comete adulterio; y comételo también el que se casa con la repudiada por su marido.
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Lc 16:18
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Cualquiera que repudia a su mujer, y se casa con otra, comete adulterio; y comételo también el que se casa con la repudiada por su marido.
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Lc 16:27
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Ruégote, pues, ¡oh padre!, replicó el rico, que lo envíes a casa de mi padre,
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Lc 17:31
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En aquella hora, quien se hallare en el terrado, y tiene también sus muebles dentro de casa, no entre a cogerlos; ni tampoco quien está en el campo, no vuelva atrás.
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Lc 18:14
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Os declaro, pues, que éste volvió a su casa, justificado, mas no el otro; porque todo aquel que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
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Lc 18:29
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Les dijo Jesús : En verdad os digo, ninguno hay que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o esposa, o hijos, por amor del reino de Dios,
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Lc 19:5
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Llegado que hubo Jesús a aquel lugar, alzando los ojos le vio, y le dijo: Zaqueo, baja luego; porque conviene que yo me hospede hoy en tu casa.
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Lc 19:7
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Todo el mundo al ver esto, murmuraba diciendo que se había ido a hospedar en casa de un hombre de mala vida.
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Lc 19:9
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Jesús le respondió: Ciertamente que el día de hoy ha sido día de salvación para esta casa; pues que también éste es hijo de Abrahán.
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Lc 19:46
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diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la tenéis hecha una cueva de ladrones.
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Lc 19:46
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diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la tenéis hecha una cueva de ladrones.
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Lc 22:10
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Les respondió: Así que entrareis en la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa en que entre.
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Lc 22:12
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Y él os enseñará, en lo alto de la casa, una sala grande bien aderezada; preparad allí lo necesario.
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Lc 22:54
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En seguida prendieron a Jesús , le condujeron a casa del sumo sacerdote; y Pedro le iba siguiendo a lo lejos.
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Jn 1:11
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Vino a su propia casa, y los suyos no le recibieron.
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Jn 2:16
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Y hasta a los que vendían palomas, les dijo: Quitad eso de aquí, y no queráis hacer de la casa de mi Padre una casa de tráfico.
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Jn 2:16
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Y hasta a los que vendían palomas, les dijo: Quitad eso de aquí, y no queráis hacer de la casa de mi Padre una casa de tráfico.
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Jn 2:17
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Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me tiene consumido.
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Jn 4:51
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Yendo ya hacia su casa, le salieron al encuentro los criados, con la nueva de que su hijo esta ya bueno.
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