II Par 8:11
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A la hija del faraón la mudó de la ciudad de David a la casa que edificó para ella. Porque dijo el rey: No habitará mi mujer en la casa de David, rey de Israel; pues quedó esta casa santificada, por haberse hospedado en ella el arca del Señor.
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II Par 8:11
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A la hija del faraón la mudó de la ciudad de David a la casa que edificó para ella. Porque dijo el rey: No habitará mi mujer en la casa de David, rey de Israel; pues quedó esta casa santificada, por haberse hospedado en ella el arca del Señor.
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II Par 8:11
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A la hija del faraón la mudó de la ciudad de David a la casa que edificó para ella. Porque dijo el rey: No habitará mi mujer en la casa de David, rey de Israel; pues quedó esta casa santificada, por haberse hospedado en ella el arca del Señor.
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II Par 8:16
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Salomón tuvo prevenidos todos los gastos, desde el día en que echó los cimientos de la casa del Señor, hasta el día en que la acabó.
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II Par 9:3
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Habiendo, pues, ella visto la sabiduría de Salomón , y la casa que había construido;
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II Par 9:20
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Asimismo toda la vajilla de la mesa del rey era de oro, y era también de oro finísimo la vajilla de la casa o palacio del Bosque del Líbano; porque la plata en aquel tiempo era reputada por nada.
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II Par 10:16
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Entonces todo el pueblo, al oír la respuesta tan dura del rey, le habló así: Nosotros nada tenemos que ver con la casa de David; ni nada que esperar del hijo de Isaí. Retírate, oh Israel, a tus habitaciones; y tú Roboam, hijo de David, rige tu casa. Y se retiró Israel a sus habitaciones.
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II Par 10:16
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Entonces todo el pueblo, al oír la respuesta tan dura del rey, le habló así: Nosotros nada tenemos que ver con la casa de David; ni nada que esperar del hijo de Isaí. Retírate, oh Israel, a tus habitaciones; y tú Roboam, hijo de David, rige tu casa. Y se retiró Israel a sus habitaciones.
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II Par 10:19
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Desde entonces se separó Israel de la casa de David como lo está en el día de hoy.
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II Par 11:4
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Esto dice el Señor: No marcharéis ni pelearás contra vuestros hermanos. Vuelva cada uno a su casa; pues se ha hecho esta división por voluntad mía. Así que oyeron ellos la palabra del Señor, se retiraron y no pasaron adelante contra Jeroboam.
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II Par 18:16
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Entonces dijo Miqueas: He visto a todo Israel disperso por los montes, como ovejas sin pastor; y ha dicho el Señor: Estos no tienen quien los mande; que se vuelva cada uno en paz a su casa.
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II Par 19:11
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A este fin Amarías, vuestro sumo sacerdote, presidirá en todo aquello que concierne a Dios; y Zabadías, hijo de Ismahel, príncipe de la casa de Judá, presidirá en todos los negocios pertenecientes al servicio del rey; tenéis también entre vosotros los levitas, los cuales os servirán de maestros; cobrad ánimo y cumplid exactamente vuestros deberes, que el Señor os colmará de bienes.
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II Par 20:9
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Si descargaren males sobre nosotros, la espada vengadora, o peste, o hambre, nos presentaremos en tu acatamiento dentro de esta casa en que ha sido invocado tu Nombre, y clamaremos a ti en nuestras tribulaciones, y tú nos oirás y nos salvarás.
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II Par 20:28
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Y entraron en Jerusalén y en la casa del Señor al son de los salterios, y de cítaras, y de trompetas.
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II Par 21:6
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Y siguió los pasos de los reyes de Israel, como lo había hecho la casa de Acab; pues tenía por mujer a una hija de éste, y así hizo lo malo en la presencia del Señor.
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II Par 21:7
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Mas el Señor no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto hecho con él, y por haberle prometido que le dejaría a él y a sus hijos una lámpara en todo tiempo.
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II Par 21:13
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sino que has andado por el camino de los reyes de Israel, y has hecho idolatrar a Judá, y a los habitantes de Jerusalén , imitando la impiedad de la casa de Acab, además de haber muerto a tus hermanos, estirpe de tu padre, harto mejores que tú;
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II Par 22:3
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Pero también éste comenzó luego a seguir los pasos de la casa de Acab; porque su madre lo precipitó a la impiedad.
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II Par 22:4
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Hizo, pues, lo malo en la presencia del Señor como la casa de Acab; de la cual escogió sus consejeros después de la muerte de su padre, para perdición suya.
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II Par 22:7
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porque fue voluntad de Dios irritado contra Ocozías, que éste pasase a visitar a Joram; y que después de llegado, saliese con él contra Jehú, hijo de Namsi, a quien ungió el Señor para exterminar la casa de Acab.
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II Par 22:8
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Estando, pues, Jehú destruyendo la casa de Acab, se encontró con varios príncipes de Judá, y con los hijos de los hermanos de Ocozías que estaban a su servicio, y les quitó la vida.
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II Par 22:10
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porque Atalía, su madre, viendo muerto a su hijo, se alzó con el reino, y mató toda la estirpe real de la casa de Joram.
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II Par 23:6
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Nadie entre en la casa del Señor sino los sacerdotes y levitas que están de servicio; éstos sólo entren, por estar consagrados, y todo el resto de la gente esté de centinela ante la casa del Señor.
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II Par 23:6
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Nadie entre en la casa del Señor sino los sacerdotes y levitas que están de servicio; éstos sólo entren, por estar consagrados, y todo el resto de la gente esté de centinela ante la casa del Señor.
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II Par 23:14
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Pero el sumo sacerdote Joíada acercándose a los centuriones y comandantes del ejército, les dijo: Sacadla de dentro del recinto del templo, y allá fuera degolladla; con lo que precavió el sumo sacerdote que fuese muerta dentro de la casa del Señor.
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II Par 23:15
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Ellos la asieron del cuello; y así que hubo entrado por la puerta de los caballos de la casa real, allí la mataron.
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II Par 23:18
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Joíada estableció prefectos de la casa del Señor, los cuales estaban subordinados a los sacerdotes y levitas, que habían sido distribuidos por David para el servicio del templo del Señor, para ofrecer al Señor los holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, con cánticos de alegría, conforme a lo dispuesto por David.
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II Par 23:20
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Y juntando consigo a los centuriones, y a los soldados más valientes, y a los príncipes del pueblo, y a toda la gente del país, dispusieron que bajase el rey de la casa del Señor, y lo introdujeron por la puerta superior en el palacio del rey, y lo colocaron en el real solio.
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II Par 24:7
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Porque la impiísima Atalía y sus hijos habían arruinado la casa de Dios; y se sirvieron de todas las cosas consagradas al templo del Señor para adornar el templo de Baal.
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II Par 24:12
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El cual entregaron el rey y Joíada a los capataces de las obras del templo del Señor; y éstos pagaban con él a los canteros, y a los varios artífices que trabajaban para reparar la casa del Señor; e igualmente a los que trabajaban en hierro y en bronce, para asegurar lo que amenazaba ruina.
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II Par 24:14
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Acabadas todas las obras, presentaron al rey y a Joíada el sobrante del dinero, del cual se hicieron los vasos para el servicio del templo y para los holocaustos, como las tazas y demás vasos de oro y de plata. Y mientras vivió Joíada se ofrecían continuamente holocaustos en la casa del Señor.
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II Par 24:16
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y fue sepultado en la ciudad de David con los reyes, por el bien que había hecho a Israel y a su casa.
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II Par 24:27
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En orden a sus hijos, y a la suma del dinero que se recogió en su reinado, y al modo con que fue restaurada la casa de Dios, todo esto está escrito en el Libro de los Reyes. Lo sucedió en el reino su hijo Amasías.
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II Par 25:19
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Tú has dicho: Yo he derrotado a los idumeos; y con esto se ha engreído y ensoberbecido tu corazón; estáte quieto en tu casa; ¿a qué propósito provocas contra ti los desastres para perderte tú y Judá contigo?
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II Par 25:24
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Y se llevó a Samaria todo el oro y la plata, y cuantos vasos halló en la casa de Dios, y en la habitación de Obededom, y en los tesoros de la casa real, y asimismo los hijos de los que estaban en rehenes.
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II Par 25:24
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Y se llevó a Samaria todo el oro y la plata, y cuantos vasos halló en la casa de Dios, y en la habitación de Obededom, y en los tesoros de la casa real, y asimismo los hijos de los que estaban en rehenes.
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II Par 26:19
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Pero Ozías, arrebatado de cólera, y teniendo en la mano el incensario para ofrecer el incienso, amenazaba a los sacerdotes; y de repente apareció la lepra en su frente, a vista de los sacerdotes, en la casa del Señor, junto al altar de los perfumes.
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II Par 26:21
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Estuvo, pues, el rey Ozías leproso hasta su muerte, y habitó en una casa separada, cubierto de lepra, por motivo de la cual había sido echado del templo del Señor. Entretanto su hijo Joatam tomó el gobierno de la casa real, y administraba justicia al pueblo.
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II Par 26:21
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Estuvo, pues, el rey Ozías leproso hasta su muerte, y habitó en una casa separada, cubierto de lepra, por motivo de la cual había sido echado del templo del Señor. Entretanto su hijo Joatam tomó el gobierno de la casa real, y administraba justicia al pueblo.
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II Par 28:24
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Acaz, pues, habiendo quitado todos los vasos de la casa de Dios, y habiéndolos hecho pedazos, cerró las puertas del templo de Dios, y erigió altares en todas las esquinas de Jerusalén .
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II Par 29:5
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les dijo: Escuchadme, oh levitas: Purificaos; limpiad la casa del Señor Dios de vuestros padres y quitad del santuario toda inmundicia.
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II Par 29:15
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Los cuales congregaron a sus hermanos, y se purificaron; y entraron conforme a la orden del rey y al mandamiento del Señor en la casa de Dios para purificarla.
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II Par 29:16
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Igualmente los sacerdotes habiendo entrado en el santuario del templo del Señor para purificarlo, sacaron al atrio de la casa del Señor todas las inmundicias que hallaron dentro, y de allí las cogieron los levitas, y las llevaron fuera al torrente de Cedrón.
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II Par 29:18
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Presentándose luego al rey Ezequías , le dijeron: Hemos purificado toda la casa del Señor, y el altar de los holocaustos y sus instrumentos, como también la mesa de la proposición con todos sus utensilios,
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II Par 29:31
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Añadió todavía Ezequías : Vosotros habéis sido consagrados al Señor; venid, pues, y ofreced víctimas y alabanzas en la casa del Señor. Y toda la muchedumbre ofreció víctimas, y alabanzas, y holocaustos con devoto corazón.
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II Par 31:2
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Y Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y levitas según sus turnos, poniendo a cada uno, así de los sacerdotes como de los levitas, en su propio oficio, para que ofreciesen los holocaustos y las víctimas pacíficas, a fin de que sirviesen y glorificasen a Dios, y cantasen en las puertas del campamento o atrios de la casa del Señor.
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II Par 31:10
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Le respondió Azarías, del linaje de Sadoc, primer sacerdote, diciendo: Desde que comenzaron a ofrecerse las primicias en la casa del Señor, hemos comido de ellas hasta saciarnos; pero es muchísimo lo que ha sobrado, porque el Señor ha echado la bendición sobre su pueblo; y esta abundancia que ves es de lo que sobró.
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II Par 31:11
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Mandó, pues, Ezequías que dispusiesen almacenes en la casa del Señor; lo cual ejecutado,
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II Par 31:13
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Y después de éste a Jahiel, y a Azarías, y a Nahat, y a Asael, y a Jerimot, y a Jozabad, y a Eliel, y a Jesmaquías y a Mahat, y a Banaías, que fueron los administradores bajo las órdenes de Conenías, y de Semei, su hermano, por mandato del rey Ezequías , y de Azarías, sumo sacerdote de la casa de Dios, a quienes se daba cuenta de todo.
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II Par 31:21
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en todo aquello que exigía el ministerio de la casa del Señor, según la ley y las ceremonias, deseoso de complacer a su Dios con todo su corazón; lo hizo así, y todo le salió prósperamente.
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