II Rey 3:14
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En seguida envió David embajadores a Isboset, hijo de Saúl, diciendo: Restitúyeme mi mujer Micol, la cual se me dio por esposa, por haber muerto yo cien filisteos.
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II Rey 11:2
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Entretanto sucedió que un día levantándose David de su cama después de la siesta, se puso a pasear por el terrado de su palacio, y vio en otra casa de enfrente una mujer que se estaba lavando en su baño; y era de extremada hermosura.
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II Rey 11:3
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Envió, pues, el rey a saber quién era aquella mujer, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, heteo.
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II Rey 11:3
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Envió, pues, el rey a saber quién era aquella mujer, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, heteo.
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II Rey 11:11
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Respondió Urías a David: El arca de Dios, e Israel y Judá están en tiendas de campaña, y mi señor Joab y los siervos de mi señor duermen en el duro suelo; ¿e iría yo a mi casa a comer y beber, y dormir con mi mujer? Por la vida y por la salud de mi rey juro que no haré tal cosa.
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II Rey 11:21
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¿Quién mató a Abimelec, hijo de Jerobaal? ¿No fue una mujer la que en Tebes desde la muralla arrojó sobre él un pedazo de una piedra de molino, y la mató? ¿Cómo, pues os arrimasteis al muro? Tú entonces dirás: También quedó muerto tu siervo Urías, heteo.
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II Rey 11:26
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Supo la mujer de Urías que había muerto su marido, y le hizo el duelo.
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II Rey 12:9
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¿Cómo, pues, has vilipendiado mi palabra, haciendo el mal delante de mis ojos? A Urías, heteo, le hiciste perder la vida, y has tomado su mujer para mujer tuya, matándole a él con la espada de los hijos de Amón.
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II Rey 12:9
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¿Cómo, pues, has vilipendiado mi palabra, haciendo el mal delante de mis ojos? A Urías, heteo, le hiciste perder la vida, y has tomado su mujer para mujer tuya, matándole a él con la espada de los hijos de Amón.
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II Rey 12:10
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Por lo cual no se apartará jamás de tu casa la espada de la muerte, porque me has despreciado y has quitado la mujer a Urías, heteo, para que fuese mujer tuya.
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II Rey 12:10
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Por lo cual no se apartará jamás de tu casa la espada de la muerte, porque me has despreciado y has quitado la mujer a Urías, heteo, para que fuese mujer tuya.
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II Rey 12:15
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Dicho esto, se retiró Natán a su casa. En efecto, el Señor hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y fue desahuciado.
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II Rey 14:2
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envió a Tecua, e hizo venir de allí una mujer, sagaz, a la cual dijo: Finge que estás de duelo, y ponte un vestido de luto, y no te unjas, a fin de que parezcas ser una mujer que hace muchísimo tiempo está de duelo por un difunto.
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II Rey 14:2
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envió a Tecua, e hizo venir de allí una mujer, sagaz, a la cual dijo: Finge que estás de duelo, y ponte un vestido de luto, y no te unjas, a fin de que parezcas ser una mujer que hace muchísimo tiempo está de duelo por un difunto.
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II Rey 14:4
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Así, pues, presentándose la mujer de Tecua al rey, se postró en tierra delante de él, y haciéndole profunda reverencia le dijo: ¡Oh rey, sálvame!
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II Rey 14:5
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Le dijo el rey: ¿Qué es lo que tienes? ¡Ay de mí!, respondió ella, soy una mujer viuda; pues se me ha muerto mi marido.
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II Rey 14:8
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Respondió el rey a la mujer: Vete a tu casa, que yo daré providencia en favor tuyo.
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II Rey 14:9
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Replicó la mujer tecuita al rey: Recaiga sobre mí la culpa, oh rey y señor mío, y sobre la casa de mi padre; y queden sin ella el rey y su trono.
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II Rey 14:12
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Dijo entonces la mujer: Permita mi rey y señor que esta sierva le hable una palabra. Habla, respondió el rey.
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II Rey 14:13
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Dijo, pues la mujer: ¿Cómo señor, has pensado tú hacer lo mismo en daño del pueblo de Dios? y ¿por qué ha resuelto el rey hacer ese mal, en lugar de hacer volver a su hijo del destierro?
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II Rey 14:18
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A lo que respondió el rey a la mujer: No me ocultes nada de lo que voy a preguntarte. Y ella: Hablad mi rey y señor.
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II Rey 14:19
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¿No es verdad, prosiguió el rey, que todo lo que me has dicho es cosa dispuesta por Joab? Respondió la mujer, y dijo: Por vida tuya (que Dios conserve), oh mi rey y señor, que has dado directamente en el blanco; pues realmente tu siervo Joab es el mismo que me lo ha mandado, y el que ha puesto en boca de tu sierva todas las palabras que te ha dicho.
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II Rey 17:19
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La mujer de la casa tomó una cubierta y la extendió sobre la boca del pozo, como para secar la cebada mondada; y así quedó oculta la cosa.
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II Rey 17:20
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Y habiendo llegado los criados de Absalón a la casa, preguntaron a la mujer: ¿Dónde están Aquímaas y Jonatás? Les respondió: Pasaron de corrida, sin hacer más que beber un poco de agua. Con eso los que buscaban, no encontrándolos, se volvieron a Jerusalén .
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II Rey 20:16
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Entonces una mujer muy sabia de aquella ciudad dio voces, diciendo: Oíd, escuchad, decid a Joab que se acerque, para que pueda yo hablarle.
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II Rey 20:17
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Se acercó Joab, y la mujer le dijo: ¿Eres tú Joab? Yo soy, le respondió. Oye, le dijo ella, las palabras de tu sierva. Ya te escucho, contestó Joab.
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II Rey 20:18
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Antiguamente, prosiguió la mujer se decía por proverbio: Los que buscan consejo, búsquenle en Abela, y de este modo lograban su designio.
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II Rey 20:21
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No es esa mi intención, sino que busco a un hombre del monte de Efraín, llamado Seba, hijo de Bocri, que se ha rebelado contra el rey David; entregadnos ese hombre solo, y nos retiraremos al instante de la ciudad. Dijo entonces la mujer a Joab: Pues ahora mismo te echarán su cabeza por el muro.
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II Rey 20:22
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En efecto, se presentó la mujer donde estaba todo el pueblo; y les habló con tanta cordura, que cortando ellos la cabeza a Seba, hijo de Bocri, se la arrojaron a Joab; el cual tocó la retirada, y regresaron las tropas cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén , cerca del rey.
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II Rey 21:11
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Refirieron a David lo que había hecho Resfa, hija de Aya, mujer secundaria de Saúl.
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III Rey 3:17
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dijo una de ellas: Dígnate escucharme, ¡oh señor mío! Yo y esta mujer vivíamos en una misma casa, y yo parí en el mismo aposento en que ella estaba.
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III Rey 3:19
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Mas el hijo de esta mujer murió una noche; porque estando ella durmiendo lo sofocó.
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III Rey 3:22
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A esto respondió la otra mujer: Es falso, tu hijo es el que murió, y el que vive es el mío. La otra por el contrario decía: Mientes, pues mi hijo es el vivo, y el tuyo es el muerto. Y de esta manera altercaban en presencia del rey.
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III Rey 3:26
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Mas entonces la mujer que era madre del hijo vivo, clamó al rey (porque se le conmovieron sus entrañas por amor a su hijo): Dale, te ruego, oh señor, a ella vivo el niño, y no lo mates. Al contrario decía la otra: Ni sea mío ni tuyo, sino divídase.
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III Rey 7:14
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hijo de una mujer viuda de la tribu de Neftalí y de padre tirio; artífice dotado de gran saber, inteligencia y maestría para ejecutar toda clase de obras de bronce. El cual habiéndose presentado al rey Salomón , le hizo todas sus obras.
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III Rey 9:16
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Es de saber que el faraón, rey de Egipto, había ido a sitiar a Gazer, y después de haberla tomado, e incendiado, y pasado a cuchillo a los cananeos, sus moradores, se la dio en dote a su hija, mujer de Salomón .
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III Rey 11:26
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Asimismo Jeroboam, hijo de Nabat, efrateo, de Sareda, criado de Salomón , cuya madre era una mujer viuda llamada Sarva, se sublevó contra el rey.
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III Rey 14:2
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Y dijo Jeroboam a su mujer: Anda y disfrázate, para que no seas conocida por mujer de Jeroboam; y ve a Silo, donde está el profeta Ahías, el que me predijo había de reinar yo sobre este pueblo.
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III Rey 14:2
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Y dijo Jeroboam a su mujer: Anda y disfrázate, para que no seas conocida por mujer de Jeroboam; y ve a Silo, donde está el profeta Ahías, el que me predijo había de reinar yo sobre este pueblo.
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III Rey 14:4
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Hizo la mujer de Jeroboam lo que éste le había dicho; y partiendo para Silo, llegó a casa de Ahías; el cual ya no veía, porque se le había ofuscado la vista a causa de su mucha edad.
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III Rey 14:5
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Pero el Señor dijo a Ahías: Mira que aquí entra la mujer de Jeroboam a consultarte sobre su hijo que está enfermo. Esto es lo que has de responder. Pues como ella entrase disimulando ser quien era,
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III Rey 14:17
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Marchó, pues, la mujer de Jeroboam; y siguiendo su camino llegó a Tersa, y al tiempo de poner el pie sobre el umbral de su casa murió el hijo.
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III Rey 16:31
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Pues no se contentó con imitar los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, sino que además tomó por mujer a Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, por donde vino a servir a Baal y adorarlo.
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III Rey 17:9
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Anda y vete a Sarepta, ciudad de los sidonios, y fija en ella tu morada; porque yo tengo allí dispuesto que una mujer viuda te sustente.
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III Rey 17:10
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Partió, pues, y se fue a Sarepta, y al llegar a la puerta de la ciudad, se encontró con una mujer viuda que andaba recogiendo leña; y llamándola le dijo: Dame en un vaso un poco de agua para beber.
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III Rey 17:11
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Yendo ella a traérsela, gritó tras de la mujer, diciéndole: Tráeme también, te ruego, un bocado de pan en tu mano.
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III Rey 17:15
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Se fue, pues, la mujer e hizo lo que Elías le había dicho; y comió Elías, ella y toda su casa. Desde aquel día
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III Rey 17:17
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Sucedió después que enfermó el hijo de aquella mujer dueña de la casa, y la enfermedad era mortal, de suerte que quedó sin respiración alguna.
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III Rey 17:24
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Y dijo la mujer a Elías: Ahora acabo de reconocer en esto que tú eres un varón de Dios, y que verdaderamente la palabra de Dios está en tu boca.
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III Rey 21:5
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Entró a verle Jezabel, su mujer, y le dijo: ¿Qué es esto? ¿Qué motivo tienes para estar triste? ¿Y por qué no quieres comer?
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