Jn 8:4
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dijeron a Jesús : Maestro, esta mujer acaba de ser sorprendida en adulterio.
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Jn 8:9
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Mas, oída tal respuesta, se iban escabullendo uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta que dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio.
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Jn 16:21
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La mujer en los dolores del parto está poseída de tristeza, porque le vino su hora; mas una vez que ha dado a luz un infante, ya no se acuerda de su angustia, con el gozo que tiene de haber dado un hombre al mundo.
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Jn 19:25
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Estaban al mismo tiempo junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana, o parienta de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
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Hech 5:1
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Un hombre llamado Ananías, con su mujer Safira, vendió también un campo.
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Hech 5:7
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No bien se pasaron tres horas, cuando su mujer entró ignorante de lo acaecido.
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Hech 5:8
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Le dijo Pedro: Dime, mujer, ¿es así que vendisteis el campo por tanto? Sí, respondió ella, por ese precio lo vendimos.
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Hech 9:36
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Había también en Jope entre los discípulos una mujer llamada Tabita, que traducido al griego es lo mismo que Dorcas. Estaba ésta enriquecida de buenas obras y de las limosnas que hacía.
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Hech 16:14
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Y una mujer llamada Lidia, que comerciaba en púrpura o grana, natural de Tiatira, temerosa de Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para recibir bien las cosas que Pablo decía.
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Hech 17:34
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Sin embargo, algunos se le juntaron y creyeron, entre los cuales fue Dionisio el areopagita, y cierta mujer llamada Dámaris, con algunos otros.
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Hech 18:2
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Y encontrando allí a un judío, llamado Aquila, natural del Ponto, que poco antes había llegado de Italia, con su mujer Priscila (porque el emperador Claudio había expelido de Roma a todos los judíos), se juntó con ellos.
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Hech 24:24
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Algunos días después volviendo Félix a Cesarea, y trayendo a su mujer Drusila, la cual era judía, llamó a Pablo, y le oyó explicar la fe de Jesucristo.
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Rom 1:27
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Del mismo modo también los varones, desechando el uso natural de la mujer, se abrasaron en amores brutales de unos con otros, cometiendo torpezas nefandas varones con varones, y recibiendo en sí mismo la paga merecida de su obcecación.
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Rom 7:2
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Así es que una mujer casada está ligada por la ley del matrimonio al marido mientras éste vive; mas muriendo su marido, queda libre de la ley que la ligaba al marido.
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I Cor 5:1
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Es ya una voz pública de que entre vosotros se cometen deshonestidades, y tales, cuales no se oyen ni aun entre gentiles, hasta llegar alguno a abusar de la mujer de su propio padre.
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I Cor 7:1
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En orden a las cosas sobre que me habéis escrito respondo: Loable cosa es en el hombre no tocar mujer.
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I Cor 7:2
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Mas por evitar la fornicación, viva cada uno con su mujer, y cada una con su marido.
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I Cor 7:3
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El marido pague a la mujer el débito, y de la misma suerte la mujer al marido.
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I Cor 7:3
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El marido pague a la mujer el débito, y de la misma suerte la mujer al marido.
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I Cor 7:4
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Porque la mujer casada no es dueña de su cuerpo, sino que lo es el marido. Y así mismo el marido no es dueño de su cuerpo, sino que lo es la mujer.
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I Cor 7:4
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Porque la mujer casada no es dueña de su cuerpo, sino que lo es el marido. Y así mismo el marido no es dueño de su cuerpo, sino que lo es la mujer.
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I Cor 7:10
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Pero a las personas casadas mando, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido;
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I Cor 7:11
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que si se separa por justa causa, no pase a otras nupcias, o bien reconcíliese con su marido. Ni tampoco el marido repudie a su mujer.
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I Cor 7:12
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Pero a los demás digo yo mi dictamen, no que el Señor lo mande, si algún hermano tiene por mujer a un infiel o idólatra, y ésta consiente en habitar con él, no la repudie.
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I Cor 7:13
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Y si alguna mujer fiel o cristiana tiene por marido a un infiel, y éste consiente en habitar con ella, no abandone a su marido.
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I Cor 7:14
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Porque un marido infiel es santificado por la mujer fiel, y la mujer infiel santificada por el marido fiel; de lo contrario, vuestros hijos serían mancillados, cuando ahora son santos.
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I Cor 7:14
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Porque un marido infiel es santificado por la mujer fiel, y la mujer infiel santificada por el marido fiel; de lo contrario, vuestros hijos serían mancillados, cuando ahora son santos.
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I Cor 7:16
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Porque ¿sabes tú, mujer, si salvarás o convertirás al marido?; ¿y tú, marido, sabes si salvarás a la mujer?
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I Cor 7:16
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Porque ¿sabes tú, mujer, si salvarás o convertirás al marido?; ¿y tú, marido, sabes si salvarás a la mujer?
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I Cor 7:27
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¿Estás ligado a una mujer?, no busques quedar desligado. ¿Estás sin tener mujer?, no busques casarte.
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I Cor 7:27
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¿Estás ligado a una mujer?, no busques quedar desligado. ¿Estás sin tener mujer?, no busques casarte.
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I Cor 7:29
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Y lo que digo, hermanos míos, es, que el tiempo es corto; y que así lo que importa es que los que tienen mujer vivan como si no la tuviesen;
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I Cor 7:32
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Ahora bien; yo deseo que viváis sin cuidados ni inquietudes. El que no tiene mujer, anda únicamente solícito de las cosas del Señor, y en lo que ha de hacer para agradar a Dios.
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I Cor 7:33
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Al contrario, el que tiene mujer anda afanado en las cosas del mundo, y en cómo ha de agradar a la mujer, y así se halla dividido.
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I Cor 7:33
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Al contrario, el que tiene mujer anda afanado en las cosas del mundo, y en cómo ha de agradar a la mujer, y así se halla dividido.
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I Cor 7:34
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De la misma manera la mujer no casada, y una virgen, piensa en las cosas de Dios, para ser santa en cuerpo y alma. Mas la casada piensa en las del mundo, y en cómo ha de agradar al marido.
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I Cor 7:39
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La mujer está ligada a la ley del matrimonio mientras que vive su marido; pero si su marido fallece, queda libre; cásese con quien quiera, con tal que sea según el Señor.
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I Cor 9:5
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¿Por ventura no tenemos también facultad de llevar en los viajes alguna mujer hermana en Jesucristo, para que nos asista, como hacen los demás apóstoles, y los hermanos o parientes del Señor, y el mismo Cefas, o Pedro?
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I Cor 11:3
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Mas quiero también que sepáis que Cristo es el jefe y la cabeza de todo hombre, como el hombre es cabeza de la mujer, y Dios lo es de Cristo .
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I Cor 11:5
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Al contrario, mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra su cabeza, siendo lo mismo que si se rapase.
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I Cor 11:6
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Por donde si una mujer no se cubre con un velo la cabeza, que se la rape también. Que si es cosa fea a una mujer el cortarse el pelo, o raparse, cubra por lo mismo su cabeza.
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I Cor 11:6
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Por donde si una mujer no se cubre con un velo la cabeza, que se la rape también. Que si es cosa fea a una mujer el cortarse el pelo, o raparse, cubra por lo mismo su cabeza.
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I Cor 11:7
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Lo cierto es que no debe el varón cubrir su cabeza, pues él es la imagen y gloria de Dios; mas la mujer es la gloria del varón.
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I Cor 11:10
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Por tanto debe la mujer traer sobre la cabeza la divisa de la sujeción, y también por respeto a los ángeles.
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I Cor 11:11
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Bien es verdad que ni el varón por ley del Señor existe sin la mujer, ni la mujer sin el varón.
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I Cor 11:11
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Bien es verdad que ni el varón por ley del Señor existe sin la mujer, ni la mujer sin el varón.
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I Cor 11:12
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Pues así como la mujer al principio fue formada del varón, así también ahora el varón nace de la mujer; y todo por disposición de Dios.
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I Cor 11:12
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Pues así como la mujer al principio fue formada del varón, así también ahora el varón nace de la mujer; y todo por disposición de Dios.
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I Cor 11:13
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Sed jueces vosotros mismos, ¿es decente a la mujer hacer en público oración a Dios sin velo?
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I Cor 11:15
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al contrario, para la mujer es gloria dejarse crecer el cabello, porque los cabellos le son dados a manera de velo para cubrirse?
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