Juec 19:10
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No quiso el yerno condescender a sus ruegos, sino que al punto se puso en camino, y llegó hasta enfrente de Jebús, que por otro nombre se llama Jerusalén , llevando consigo los dos asnos cargados y a su mujer.
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Juec 19:19
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Aunque tenemos paja y heno para las bestias, pan y vino para el gasto mío, y de mi mujer, tu sierva, y del criado que viene con nosotros, nada nos falta sino posada.
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Juec 19:24
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Y, como fuera de sí, añadió: Yo tengo una hija doncella; y este hombre tiene su mujer: os las sacaré fuera para que abuséis de ellas, y saciéis vuestra pasión: solamente os ruego que no cometáis con un hombre ese crimen nefando y contra la naturaleza.
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Juec 19:25
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No querían ceder a sus razones: lo que visto por el levita, les sacó a su mujer y la abandonó a sus ultrajes; y habiendo abusado de ella toda la noche, la dejaron libre al venir la mañana.
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Juec 19:26
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Entonces la mujer vino al rayar el día a la puerta de la casa, donde estaba su señor, y allí se cayó muerta.
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Juec 19:27
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Así que fue ya de día se levantó su marido y abrió la puerta con ánimo de buscar a su mujer, y proseguir su viaje: y he aquí que su mujer yacía postrada delante de la puerta con las manos extendidas sobre el umbral.
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Juec 19:27
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Así que fue ya de día se levantó su marido y abrió la puerta con ánimo de buscar a su mujer, y proseguir su viaje: y he aquí que su mujer yacía postrada delante de la puerta con las manos extendidas sobre el umbral.
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Juec 19:29
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Apenas hubo entrado, cogió una cuchilla, y dividiendo el cadáver de su mujer con sus huesos en doce partes y trozos, los envió a todas las tribus de Israel.
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Juec 20:3
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(No se ocultó a los hijos de Benjamín que los hijos de Israel habían subido a Masfa). Preguntado, pues, al levita, marido de la mujer muerta, en qué forma se había cometido tan atroz atentado,
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Juec 20:4
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respondió: Llegué a Gabaa de Benjamín con mi mujer, y allí me aposenté:
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Juec 20:5
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cuando he aquí que unos hombres de aquella ciudad cercaron de noche la casa donde posaba, y quisieron matarme; y abusaron de mi mujer con tan furiosa e increíble lujuria, que por último vino a morir.
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Juec 21:21
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Y cuando viereis venir a las doncellas de Silo, según costumbre, a formar sus danzas en esta llanura, salid de repente de las viñas, y coged cada cual una para mujer, y marchaos a la tierra de Benjamín.
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Rut 1:1
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En el tiempo que Israel era gobernado por jueces, sucedió bajo el gobierno de uno de éstos que hubo una gran hambre en aquella tierra. Por lo que un hombre, natural de Betlehem de Judá, se fue a morar en el país extranjero de la tierra de Moab con su mujer y dos hijos.
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Rut 1:2
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Llamábase Elimelec, y su mujer Noemí; y los dos hijos uno Mahalón y el otro Quelión, efrateos de Betlehem de Judá. Y habiendo entrado en el país de Moab, habitaban allí.
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Rut 2:10
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Ella entonces, inclinando su rostro hasta tierra, le hizo una profunda reverencia, y dijo: ¿De dónde a mí tanta dicha, que haya encontrado gracia en tus ojos, y te dignes tratarme con tanta bondad, siendo yo una mujer extranjera?
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Rut 3:8
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Cuando he aquí que a medianoche despertó el hombre despavorido y turbado al ver una mujer echada a sus pies;
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Rut 3:11
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Por tanto no temas, que yo haré contigo cuanto me has dicho; puesto que todas las gentes de mi ciudad saben que tú eres mujer de virtud.
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Rut 4:10
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y recibo en matrimonio a Rut, la moabita, mujer que fue de Mahalón para resucitar el nombre del difunto en su herencia, a fin de que no se borre su nombre de entre su familia, de sus hermanos y de su pueblo. Vosotros, repito, sois testigos de este acto.
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Rut 4:11
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Entonces todo el pueblo que estaba en la puerta, respondió con los ancianos: Nosotros somos testigos. El Señor haga que esa mujer que entra en tu casa, sea como Raquel y Lía, las cuales fundaron la casa de Israel; para que sea como aquéllas dechado de virtud en Efrata, y tenga un nombre célebre en Betlehem;
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I Rey 1:4
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Venido uno de dichos días solemnes, ofreció Elcana su sacrificio, y distribuyó después lo que le correspondía de la víctima entre su mujer Fenenna y todos sus hijos e hijas, dándoles la porción de ella.
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I Rey 1:15
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Le respondió Ana: No es, mi señor, lo que decís; la verdad es que yo soy una mujer afligidísima; y no es que haya bebido vino, ni cosa que pueda embriagar, sino que estaba derramando mi corazón en la presencia del Señor.
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I Rey 1:18
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Le respondió Ana: ¡Ojalá tu sierva halle gracia en tus ojos! Se fue la mujer a su posada, y tomó alimento, y desde entonces ya no se vio melancólico su semblante.
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I Rey 1:19
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Por la mañana se levantaron todos, adoraron al Señor, y poniéndose en camino, regresaron a su casa en Rámata. Elcana se unió a Ana, su mujer, y el Señor se acordó de ella y de su oración.
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I Rey 1:26
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diciendo Ana: Oyeme, Señor mío, por vida tuya: Yo soy, mi señor, aquella mujer que estuve orando al Señor delante de ti.
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I Rey 2:20
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Y bendijo Helí a Elcana y a su mujer, diciéndole a él: El Señor te conceda sucesión de esta mujer en pago de la prenda que has consagrado y depositado en manos del Señor. Después de lo cual se volvieron a su casa.
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I Rey 2:20
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Y bendijo Helí a Elcana y a su mujer, diciéndole a él: El Señor te conceda sucesión de esta mujer en pago de la prenda que has consagrado y depositado en manos del Señor. Después de lo cual se volvieron a su casa.
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I Rey 4:19
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Estaba preñada una nuera suya, mujer de Finees, y cercana al parto; la cual al oír la noticia del cautiverio del arca de Dios, y de la muerte de su suegro y de su marido, sorprendida repentinamente de los dolores se inclinó y parió.
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I Rey 14:50
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La mujer de Saúl se llamaba Aquínoam, hija de Aquímaas. El capitán general de sus ejércitos se llamaba Abner, hijo de Ner, primo hermano de Saúl,
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I Rey 18:19
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Mas sucedió después, que llegado el tiempo en que Merob, hija de Saúl, debía desposarse con David, fue dada por mujer a Hadriel molatita.
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I Rey 25:3
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Se llamaba este hombre Nabal, y su esposa Abigaíl, mujer de gran prudencia y hermosura; al contrario su marido era duro, y muy perverso y malicioso, el cual descendía del linaje de Caleb.
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I Rey 25:14
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Entretanto uno de los criados de Nabal avisó a su mujer Abigaíl, diciendo: Mira que David acaba de enviar del desierto unos mensajeros para saludar a nuestro amo y él los ha desechado con desprecio.
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I Rey 25:37
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Pero al amanecer, cuando ya Nabal había digerido el vino, le contó su mujer lo que había pasado, y al oírlo se le heló el corazón y se quedó inmóvil como una piedra.
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I Rey 25:44
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Pero ya antes Saúl había dado su hija Micol, mujer de David, a Falti, hijo de Lais, que era de Gallim.
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I Rey 27:9
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Y asolaba David todo el país, sin dejar con vida hombre ni mujer; y llevándose ovejas y bueyes, y asnos, y camellos, y ropas, daba la vuelta y se presentaba a Aquis.
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I Rey 27:11
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No dejaba David hombre ni mujer con vida; ni conducía prisionero ninguno a Get. No sea caso, decía, que hablen contra nosotros. Esta era la conducta de David, y éste era su proceder todo el tiempo que habitó en el país de los filisteos.
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I Rey 28:7
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Dijo entonces Saúl a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de Pitón, e iré a encontrarla, y a consultar al espíritu por medio de ella. Le respondieron sus criados: En Endor hay una mujer que tiene espíritu pitónico.
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I Rey 28:7
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Dijo entonces Saúl a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de Pitón, e iré a encontrarla, y a consultar al espíritu por medio de ella. Le respondieron sus criados: En Endor hay una mujer que tiene espíritu pitónico.
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I Rey 28:8
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Se disfrazó luego, y mudado el traje se puso en camino, acompañado de dos hombres. Fue de noche a casa de la mujer, y le dijo: Adivíname por el espíritu de Pitón, y hazme aparecer quien yo te dijere.
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I Rey 28:9
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Le respondió la mujer: Sabes bien cuanto ha hecho Saúl por extirpar de todo el país los magos y adivinos, ¿por qué, pues, vienes a armarme un lazo para hacerme perder la vida?
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I Rey 28:11
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Le dijo entonces la mujer: ¿Quién es el que debo hacerte aparecer? Le respondió: Haz que se me aparezca Samuel.
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I Rey 28:12
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Mas luego que la mujer vio a Samuel, exclamó a grandes gritos diciendo a Saúl: ¿Por qué me has engañado? Tú eres Saúl.
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I Rey 28:13
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Y le dijo el rey: No temas: ¿Qué es lo que has visto? He visto, respondió la mujer, como un dios que salía de dentro de la tierra.
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I Rey 28:21
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Mas aquella mujer entró donde estaba Saúl, que se hallaba sumamente conturbado, diciéndole: Bien ves que tu esclava te ha obedecido, y que he expuesto mi vida, y dado crédito a lo que me has dicho;
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I Rey 28:23
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Pero Saúl lo rehusó y le dijo: No comeré. Con todo, sus criados y la mujer le instaron a ello, y al cabo, rendido a sus ruegos, se levantó del suelo, y se sentó sobre una cama o tarima.
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I Rey 28:24
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Tenía la mujer en casa un ternero cebado, y fue corriendo y lo mató; y tomando harina, la amasó, y coció unos panes sin levadura;
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I Rey 30:22
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Mas todos los malignos y perversos de entre los hombres que habían ido con David, comenzaron a decir: Ya que no vinieron con nosotros, no les daremos cosa alguna de la presa que hemos recobrado; conténtese cada uno con que se le devuelva su mujer e hijos; y recibido esto, váyase.
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II Rey 3:5
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El sexto, finalmente, Jetraam, hijo de Egla, mujer también de David. Estos hijos le nacieron a David en Hebrón.
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II Rey 3:7
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Había tenido Saúl una mujer secundaria llamada Resfa, hija de Aya; sobre la cual dijo Isboset a Abner:
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II Rey 3:8
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¿Cómo te has acercado a la mujer secundaria, viuda de mi padre? Mas él, sumamente indignado por esas palabras de Isboset, respondió: ¿Acaso valgo yo tan poco como un vil perro contra la tribu de Judá; yo que he sostenido la casa de Saúl, tu padre, y a sus hermanos y allegados, y no he querido entregarte en manos de David? Y en pago de esto, ¿vas buscando ahora cómo hacerme cargos por razón de una mujer?
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II Rey 3:8
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¿Cómo te has acercado a la mujer secundaria, viuda de mi padre? Mas él, sumamente indignado por esas palabras de Isboset, respondió: ¿Acaso valgo yo tan poco como un vil perro contra la tribu de Judá; yo que he sostenido la casa de Saúl, tu padre, y a sus hermanos y allegados, y no he querido entregarte en manos de David? Y en pago de esto, ¿vas buscando ahora cómo hacerme cargos por razón de una mujer?
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