Salm 101:21
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para escuchar los gemidos de los que estaban entre cadenas, para libertar a los sentenciados a muerte,
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Salm 102:4
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quien rescata de la muerte tu vida; el que te corona de misericordia y gracias;
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Salm 104:36
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Hirió de muerte a todos los primogénitos de aquella tierra, las primicias de su robustez.
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Salm 106:10
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Libró a los que yacían entre tinieblas y sombras de muerte, cautivos en la aflicción y entre cadenas.
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Salm 106:14
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Y los sacó de las tinieblas y sombras de la muerte; y rompió sus cadenas.
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Salm 106:18
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Llegó su alma a aborrecer todo alimento, y llegaron hasta las puertas de la muerte.
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Salm 114:8
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Pues él ha librado de la muerte a mi alma, ha enjugado mis lágrimas, y apartado mis pies del precipicio.
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Salm 115:15
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De gran precio es a los ojos del Señor la muerte de sus santos.
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Salm 117:18
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Me ha castigado el Señor severamente; mas no me ha entregado a la muerte.
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Salm 134:8
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el que hirió de muerte a los primogénitos de Egipto, sin perdonar a hombre ni bestia,
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Salm 135:10
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Al que hirió de muerte a Egipto en sus primogénitos, porque es eterna su misericordia.
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Prov 1:27
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Cuando de improviso os asalte la calamidad, y la muerte se os arroje encima como un torbellino; cuando os acometa la tribulación y la angustia,
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Prov 5:5
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Sus pies se encaminan hacia la muerte, y sus pasos van a parar al infierno.
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Prov 7:27
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Su casa es el camino del infierno, camino que remata en la muerte más funesta.
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Prov 8:36
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Mas quien pecare contra mí, dañará a su propia alma. Todos los que me aborrecen a mí, aman la muerte.
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Prov 10:2
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Nada aprovecharán los tesoros mal habidos; pero la justicia en todas las acciones librará de la muerte.
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Prov 11:4
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Nada servirán las riquezas en el día de la venganza, mas la justicia librará de la muerte.
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Prov 11:19
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La clemencia es camino para la vida; y la afición al mal conduce a la muerte.
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Prov 12:28
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En la senda de la justicia está la vida; mas el camino extraviado conduce a la muerte.
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Prov 13:14
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La ley del sabio es una fuente de vida para evitar la ruina de la muerte.
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Prov 14:12
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Un camino hay que al hombre le parece camino real y derecho, y no obstante le conduce a la muerte.
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Prov 14:27
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El temor del Señor es una fuente de vida para librarse de la ruina de la muerte.
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Prov 14:32
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Desechado de Dios será el impío por causa de su malicia, mas el justo aun en su muerte conserva la esperanza.
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Prov 16:14
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La indignación del rey anuncio es de muerte; pero el varón sabio sabrá aplacarla.
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Prov 16:25
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Un camino hay que al hombre le parece recto; pero su paradero es la muerte.
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Prov 18:21
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La muerte y la vida están en poder de la lengua; los que tendrán cuenta de ella comerán de sus frutos.
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Prov 19:16
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Quien observa los mandamientos de Dios, guarda su vida; pero quien descuida de su obligación, corre peligro de muerte.
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Prov 19:18
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Corrige a tu hijo, no pierdas las esperanzas; pero no llegue tu severidad hasta ocasionarle la muerte.
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Prov 21:6
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Quien adquiere tesoros a fuerza de mentir con su lengua, es un tonto e insensato, y caerá en los lazos de la muerte.
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Prov 24:11
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Procura salvar a los justos que son condenados a muerte, y haz lo posible por librar a los inocentes que van a ser arrastrados al suplicio.
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Prov 27:20
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El infierno y la muerte nunca dicen basta; así también son insaciables los ojos de los hombres.
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Ecle 3:3
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Tiempo de dar muerte y tiempo de dar vida; tiempo de derribar y tiempo de edificar.
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Ecle 7:1
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Más vale la buena reputación que los más preciosos perfumes; y mejor es el día de la muerte del justo que el día del nacimiento .
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Ecle 7:17
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No multipliques pecados sobre pecados, ni quieras ser insensato difiriendo la enmienda; no sea que te coja la muerte antes de tiempo.
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Ecle 7:26
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y hallé al fin que es más amarga que la muerte la mujer; la cual es un lazo de cazar, y una red barredera su corazón, y sus manos unos grillos. Quien es grato a Dios huirá y se librará de ella; pero el pecador quedará preso.
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Ecle 8:8
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No está en poder del hombre el retener el espíritu o prolongar su vida; ni tiene potestad alguna sobre el día de su muerte; ni se le dan treguas en aquella guerra que lo amenaza. No le valdrá al impío su impiedad en aquel trance.
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Cant 8:6
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Así, pues, ponme por sello sobre tu corazón, ponme por marca sobre tu brazo; porque el amor es fuerte como la muerte, implacables como el infierno los celos; sus brasas, ardientes, y un volcán de llamas.
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Sab 1:11
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Guardaos, pues, de la murmuración, la cual de nada aprovecha, o daña mucho, y refrenad la lengua de toda detracción; porque ni una palabra dicha a escondidas se irá por el aire; y la boca mentirosa da muerte al alma.
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Sab 1:12
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No os afanéis en acarrearos la muerte con el descamino de vuestra vida; ni os granjeéis la perdición con las obras de vuestras manos.
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Sab 1:13
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Porque no es Dios quien hizo la muerte, ni se complace en la perdición de los vivientes.
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Sab 1:14
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Lo creó todo a fin de que subsistiera eternamente en su presencia; saludables hizo él todas las cosas que nacen en el mundo; nada había en ellas de ponzoñoso ni nocivo; el infierno o la muerte no reinaba entonces en la tierra.
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Sab 1:16
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Mas los impíos con sus hechos y palabras llamaron a la muerte; y considerándola su amiga, vinieron a corromperse hasta hacer con ella alianza, como dignos de tal sociedad.
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Sab 2:1
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Dijeron, pues, los impíos entre sí, discurriendo sin juicio: Corto y lleno de tedio es el tiempo de nuestra vida; no hay consuelo en el fin del hombre o después de su muerte, ni se ha conocido nadie que haya vuelto de los infiernos o del otro mundo.
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Sab 2:5
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Porque el tiempo de nuestra vida es una sombra que pasa, y no hay retorno después de la muerte; porque queda puesto el sello, y nadie vuelve atrás.
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Sab 2:16
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Nos mira como a gente frívola y ridícula, se abstiene de nuestros usos como de inmundicias, prefiere lo que esperan los justos en la muerte; y se gloría de tener a Dios por padre.
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Sab 2:20
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Condenémosle a la más infame muerte; pues según sus palabras será él atendido.
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Sab 2:24
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mas por la envidia del diablo, entró la muerte al mundo.
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Sab 3:1
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Las almas de los justos están en la mano de Dios; y no llegará a ellas el tormento de la muerte eterna.
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Sab 4:7
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Mas el justo, aunque sea arrebatado de muerte prematura, estará en lugar de refrigerio o reposo.
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Sab 5:4
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¡Insensatos de nosotros! Su tenor de vida nos parecía una necedad, y su muerte una ignominia.
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