Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

muerte

Núm 35:18 Si uno es herido con palo y muere, será vengada su muerte con la sangre del matador.
Núm 35:25 el inocente será libertado de la mano del vengador, y por sentencia se le volverá a la ciudad en que se refugió, y allí morará hasta la muerte del sumo sacerdote, que fue ungido con el óleo santo.
Núm 35:28 por cuanto debía el refugiado residir en la ciudad hasta la muerte del sumo sacerdote; bien que, después de muerto éste, pueda el homicida retornar a su patria.
Núm 35:32 Los desterrados y retraídos por ningún motivo podrán volver a sus ciudades, antes de la muerte del sumo sacerdote;
Deut 13:5 Pero aquel profeta o fingidor de sueños será castigado de muerte; porque trató de apartaros del Señor Dios vuestro que os sacó de la tierra de Egipto, y redimió del estado de servidumbre, para desviaros del camino que tu Señor Dios te ha enseñado; y así arrancarás el mal de en medio de ti.
Deut 17:6 Por disposición de dos o tres testigos perderá la vida el que es digno de muerte. Ninguno será condenado a muerte por el dicho de un sólo testigo contra él.
Deut 17:6 Por disposición de dos o tres testigos perderá la vida el que es digno de muerte. Ninguno será condenado a muerte por el dicho de un sólo testigo contra él.
Deut 18:20 Pero si un profeta, corrompido por la soberbia, emprendiere a hablar en mi nombre lo que yo no le mande decir, o hablare en nombre de dioses ajenos, será castigado de muerte.
Deut 19:6 no sea que arrebatado de dolor algún pariente de aquel cuya sangre fue derramada, le persiga y prenda si el camino es muy largo, y le quite la vida; no siendo reo de muerte, puesto que no se prueba que hubiese antes tenido odio alguno contra el muerto.
Deut 21:22 Cuando un hombre cometiere delito de muerte, y sentenciado a morir fuere colgado en un patíbulo,
Deut 22:26 la doncella ninguna pena sufrirá, ni es culpada de muerte; porque así como un salteador se arroja sobre su hermano y le quita la vida, de la misma manera fue asaltada la doncella:
Deut 24:7 Si fuere cogido un hombre que sonsacando a su hermano de entre los hijos de Israel, le haya vendido como esclavo y recibido el precio, será castigado de muerte, y con eso desterrarás la maldad de en medio de tu pueblo.
Deut 30:15 Considera que hoy he puesto a tu vista la vida y el bien de una parte, y de otra la muerte y el mal.
Deut 30:19 Yo invoco hoy por testigos al cielo y a la tierra, de que te he propuesto la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge desde ahora la vida, para que vivas tú, y tu posteridad,
Deut 31:14 Dijo entonces el Señor a Moisés: Mira, ha llegado ya el día de tu muerte: llama a Josué, y presentaos los dos en el Tabernáculo del Testimonio, para que le dé mis órdenes. Fueron, pues, Moisés y Josué, y se presentaron en el Tabernáculo del Testimonio,
Deut 31:29 Que bien sé yo que después de mi muerte os portaréis perversamente, y os desviaréis presto del camino que os he enseñado; y que os sobrevendrán desdichas en los últimos tiempos, cuando habréis pecado delante del Señor, irritándolo con las obras de vuestras manos.
Deut 33:1 Esta es la bendición que Moisés, varón de Dios, dio antes de su muerte a los hijos de Is-rael.
Jos 1:1 Y sucedió que después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, habló el Señor a Josué, hijo de Nun, ministro de Moisés, y le dijo:
Jos 2:13 con que salvéis a mi padre y madre, a mis hermanos y hermanas, y todos sus bienes, y los libréis de la muerte.
Jos 2:19 Mas si alguno se saliere o estuviere fuera de la puerta de tu casa, a él, y no a nosotros deberá imputarse su muerte; pero respecto de todos los que contigo estuvieren dentro de tu casa, recaerá su sangre sobre nuestras cabezas, si alguno los tocare.
Jos 20:5 Y si el que quiere vengar la muerte viniere persiguiéndolo, no lo entregarán en sus manos: por cuanto no mató su prójimo a sabiendas, ni se prueba que hubiese sido dos o tres días atrás su enemigo.
Juec 3:31 Pero los hijos de Israel volvieron a pecar delante del Señor, después de la muerte de Aod;
Juec 4:20 Jahel, pues, mujer de Haber, tomó un clavo o estaca de la tienda, y asimismo un martillo; y entrando sin ser vista ni sentida, aplicó el clavo sobre una de las sienes de Sísara, y dando un golpe con el martillo le traspasó el cerebro hasta la tierra: y Sísara desfalleció y murió, juntando el sueño con la muerte.
Juec 8:27 De todo esto hizo Gedeón un efod que puso en su patria la ciudad de Efra. Pero todo Israel idolatró por causa de este efod, después de la muerte de dicho caudillo; y el tal efod vino a ser la ruina de Gedeón y de toda su casa.
Juec 9:24 echando la culpa de la muerte atroz de los setenta hijos de Jerobaal y de la efusión de su sangre a dicho Abimelec su hermano y demás principales de Siquem que le habían ayudado.
Juec 13:7 solamente me ha respondido: Sábete que concebirás y parirás un hijo: mira que no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa alguna inmunda: por cuanto el niño ha de ser nazareo o consagrado a Dios desde su infancia, desde el vientre de su madre hasta el día de su muerte.
Juec 16:30 dijo: ¡Muera aquí Sansón con los filisteos! Y, sacudidas fuertemente las columnas, cayó el edificio sobre todos los príncipes y la demás gente que allí había. De esta manera Sansón mató muchos más en su muerte que antes había matado en vida.
Juec 20:34 avanzando por la parte occidental de la ciudad. Entretanto otros diez mil hombres destacados del grueso del ejército de Israel, volviendo de frente, provocaban a los habitantes de la ciudad a que saliesen al combate. Con esto se empeñó la acción contra los hijos de Benjamín; los cuales no advirtieron que por todos lados los estaba aguardando la muerte.
Rut 1:17 En la tierra en que murieres tú, allí moriré yo; y donde fueres sepultada, allí lo seré yo igualmente. No me haga Dios bien, si otra cosa que la muerte me separe de ti.
Rut 2:11 A la cual respondió Booz: Me han contado lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido; y cómo has abandonado a tus padres y el país nativo, por venir a un pueblo que te era antes desconocido.
I Rey 2:6 Porque el Señor es el que da la muerte y da la vida; el que conduce al sepulcro y libra de él.
I Rey 4:19 Estaba preñada una nuera suya, mujer de Finees, y cercana al parto; la cual al oír la noticia del cautiverio del arca de Dios, y de la muerte de su suegro y de su marido, sorprendida repentinamente de los dolores se inclinó y parió.
I Rey 5:12 Porque se difundía por todas las ciudades el terror de la muerte; y la mano de Dios descargaba terriblemente sobre ellas; pues aun los que no morían estaban llagados en las partes más secretas de las nalgas; y los alaridos de cada ciudad subían hasta el cielo.
I Rey 14:45 El pueblo dijo a Saúl: ¿Conque morirá Jonatás, que acaba de salvar de un modo maravilloso a Israel? Ni hablarse debe de tal cosa. Vive el Señor que no caerá en tierra ni un solo cabello de su cabeza; porque él ha obrado este día con beneplácito y asistencia de Dios. En efecto, el pueblo libertó a Jonatás de la muerte.
I Rey 15:32 Dijo entonces Samuel: Traedme aquí a Agag, rey de Amalec. Y le fue presentado Agag, que estaba gordísimo y temblando. Y dijo Agag: ¿Conque así me separará de todo la amarga muerte?
I Rey 20:3 E hizo sobre ello nuevo juramento a David, asegurándole su amistad. Mas David replicó: Tu padre sabe muy bien que yo he hallado gracia en tus ojos, y habrá dicho: No conviene que sepa esto Jonatás, a fin de que no reciba pesar. Porque yo te juro por el Señor y por tu vida que está tan resuelto tu padre a matarme, que sólo hay un punto, por decirlo así, desde mí a la muerte.
I Rey 20:8 Haz, pues, esta merced a tu siervo, ya que quisiste que yo, a pesar de ser tu criado, hiciese contigo y te jurase la más estrecha alianza. Y si adviertes en mí alguna culpa o delito, dame tú mismo la muerte, y no me hagas comparecer delante de tu padre.
I Rey 22:23 Le respondió David a Abiatar: Bien conocí yo aquel día que estando allí Doeg, idumeo, se lo contaría a Saúl; yo soy el culpado en la muerte de toda la casa de tu padre.
I Rey 24:21 júrame por el Señor que no extinguirás mi descendencia después de mi muerte, ni borrarás mi nombre de la casa de mi padre.
I Rey 25:38 Al cabo de diez días el Señor hirió de muerte a Nabal, el cual en seguida murió.
I Rey 25:39 Y habiendo sabido David la muerte de Nabal, dijo: Bendito sea el Señor que me ha vengado de la afrenta que me hizo Nabal y que preservó a su siervo del mal que iba a hacer, y que ha hecho recaer la iniquidad de Nabal sobre su propia cabeza. Envió después David a tratar con Abigaíl sobre casarse con ella.
I Rey 26:10 Y añadió: Vive Dios que a no ser que el Señor lo mate, o llegue el día de su muerte natural, o perezca en alguna batalla, no morirá;
I Rey 26:16 No es esto cumplir bien tu obligación. Vive Dios, que sois reos de muerte, vosotros que no habéis guardado a vuestro dueño, el ungido del Señor; y si no, ved ahora donde está la lanza del rey, y el jarro del agua que tenía a su cabecera.
II Rey 1:16 diciendo David al mismo tiempo: A nadie sino a ti mismo se impute tu muerte, porque tu propia boca ha dado testimonio contra ti, con haber dicho: Yo maté al ungido del Señor.
II Rey 1:17 Entonces fue cuando David compuso el siguiente cántico fúnebre sobre la muerte de Saúl y de su hijo Jonatás:
II Rey 1:23 Saúl y Jonatás, amables y gloriosos durante su vida, más ligeros que las águilas, más fuertes que los leones, han sido inseparables hasta la muerte.
II Rey 3:28 Al oír David lo que había sucedido, dijo: Sea Dios mi testigo para siempre de que yo y todo mi reino somos inocentes de la muerte de Abner, hijo de Ner.
II Rey 8:2 También destrozó a los moabitas; y a los prisioneros, haciéndolos tender en el suelo, los midió a cordel; dos fueron las cuerdas con que los midió, y sorteó una para dar muerte, y otra para salvarles la vida. Con esto quedaron los moabitas sujetos a David y tributarios suyos.
II Rey 10:2 Dijo entonces David: Quiero demostrar mi afecto y compasión a Hanón, hijo de Naas, según hizo su padre conmigo. Le envió, pues, embajadores para consolarlo de la muerte de su padre. Mas luego que llegaron éstos al país de los hijos de Amón,
II Rey 12:5 Oído esto, David, altamente indignado contra aquel hombre, dijo a Natán: Vive Dios que hombre que tal hizo es reo de muerte.