Ecle 6:2
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un hombre a quien Dios ha dado riquezas, y haciendas, y honores, sin que le falte cosa de cuantas desea su alma; mas Dios no le da facultad para disfrutar de ellas; sino que abandonándolo a la avaricia, otro hombre extraño lo ha de devorar todo; vanidad es ésta y miseria muy grande.
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Ecle 6:2
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un hombre a quien Dios ha dado riquezas, y haciendas, y honores, sin que le falte cosa de cuantas desea su alma; mas Dios no le da facultad para disfrutar de ellas; sino que abandonándolo a la avaricia, otro hombre extraño lo ha de devorar todo; vanidad es ésta y miseria muy grande.
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Ecle 6:7
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Todo el afán del hombre es para saciar su boca o apetito; mas su alma, que es inmortal, no quedará con esto saciada.
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Ecle 6:10
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El que aun ha de ser engendrado, ya es conocido de Dios por su propio nombre; y se sabe que siendo como será un hombre mortal, no podrá contender en juicio con Dios, que es más fuerte que él.
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Ecle 6:12
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¿Qué necesita el hombre andar inquiriendo cosas superiores a su capacidad, cuando ignora lo que le es conducente durante su vida, en el corto número de días de su peregrinación, y en el tiempo de ella, que pasa como sombra? ¿Ni quién podrá descubrirle lo que ha de suceder después de él debajo del sol?
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Ecle 7:8
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Mejor es el fin de un discurso o negocio, que el principio . Mejor es el hombre sufrido que el arrogante.
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Ecle 7:14
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Tú, pues, en el día que tengas bueno, goza del bien, y prevente para pasar con paciencia el día malo; porque como Dios ha hecho aquél, así ha hecho éste; sin que ningún hombre tenga justo motivo para quejarse.
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Ecle 7:20
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porque no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y no peque jamás.
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Ecle 7:29
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Sólo esto hallé: que Dios creó al hombre recto, y el mismo hombre se enredó en infinitas cuestiones y peligros. ¿Quién es igual al sabio? ¿Quién conoce la solución de esta difícil parábola?
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Ecle 7:29
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Sólo esto hallé: que Dios creó al hombre recto, y el mismo hombre se enredó en infinitas cuestiones y peligros. ¿Quién es igual al sabio? ¿Quién conoce la solución de esta difícil parábola?
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Ecle 8:1
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Resalta en el rostro del hombre su sabiduría, y el Todopoderoso le mudará el semblante.
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Ecle 8:6
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Tiene cada cosa su tiempo y sazón; mas es grande la pena del hombre al querer saberlo,
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Ecle 8:8
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No está en poder del hombre el retener el espíritu o prolongar su vida; ni tiene potestad alguna sobre el día de su muerte; ni se le dan treguas en aquella guerra que lo amenaza. No le valdrá al impío su impiedad en aquel trance.
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Ecle 8:9
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Todas estas cosas consideré, y apliqué mi espíritu a la meditación de cuanto se hace deba-jo del sol. Y observé que un hombre domina sobre otro hombre a veces para su propia desdicha.
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Ecle 8:9
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Todas estas cosas consideré, y apliqué mi espíritu a la meditación de cuanto se hace deba-jo del sol. Y observé que un hombre domina sobre otro hombre a veces para su propia desdicha.
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Ecle 8:15
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Por tanto alabé la alegría del justo; visto que no hay bien para el hombre en esta vida, sino el comer y beber moderadamente, y estar contento, y que esto es lo que únicamente sacará de su trabajo en los días de su vida que le ha concedido Dios en la tierra.
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Ecle 8:17
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Al final entendí que no puede el hombre hallar razón completa de todas las obras de Dios que se hacen en este mundo; y que cuanto más trabajare por descubrirla, menos la hallará; aunque dijere el sabio que él la sabe, nunca podrá dar con ella.
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Ecle 9:1
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Todas estas cosas traté en mi corazón, poniendo todo cuidado en averiguarlas. Los justos y los sabios, y las obras de ellos, están en las manos de Dios; y con ello no sabe el hombre si es digno de amor o de odio;
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Ecle 9:4
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No hay hombre que viva siempre, ni que pueda presumirse esto. Con todo, hasta el perro, que vive, vale siempre más que el mismo león ya muerto;
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Ecle 9:12
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Ni sabe el hombre su fin; sino que como los peces se prenden con el anzuelo, y como las aves caen en el lazo, así los hombres son sorprendidos de la adversidad, que los sobrecoge de repente.
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Ecle 9:15
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Se halló dentro un hombre pobre, pero muy sabio, que con su saber libertó la ciudad; mas luego nadie se acordó de él.
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Ecle 10:14
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El tonto habla mucho. Ignora el hombre lo que pasó antes que naciese; y lo que sucederá después, ¿quién se lo podrá mostrar?
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Ecle 11:8
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Pero, aunque viva un hombre muchos años, y en todos ellos contento, debe no obstante acordarse del tiempo de las tinieblas, y de la cantidad de días de la eternidad; llegados los cuales, quedarán convencidas de vanidad las cosas pasadas.
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Ecle 12:5
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Cuando, trémulos, temerán subir a los lugares altos, y tendrán miedo de caer en el camino llano; cuando florecerá el almendro, o se pondrá cana su cabeza, se engrosará la langosta, o hincharán las piernas, y se disipará la alcaparra a todo apetito. Porque el hombre ha de ir a la casa de su eternidad, y los enlutados le acompañarán algún día por las calles.
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Ecle 12:13
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Ahora oigamos todos juntos el fin y compendio de este sermón: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre;
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Cant 8:7
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Las muchas aguas no han podido extinguir el amor, ni los ríos podrán sofocarlo. Aunque un hombre en recompensa de este amor dé todo el caudal de su casa, lo tendrá por nada.
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Sab 2:1
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Dijeron, pues, los impíos entre sí, discurriendo sin juicio: Corto y lleno de tedio es el tiempo de nuestra vida; no hay consuelo en el fin del hombre o después de su muerte, ni se ha conocido nadie que haya vuelto de los infiernos o del otro mundo.
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Sab 2:23
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Porque Dios creó inmortal al hombre, y lo formó a su imagen y semejanza;
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Sab 4:8
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Porque no hacen venerable la vejez los muchos días, ni los muchos años; sino que la prudencia y juicio del hombre suplen por las canas,
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Sab 4:17
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Los impíos verán el fin del hombre prudente, y no comprenderán los designios de Dios sobre él, ni cómo el Señor lo ha puesto a salvo.
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Sab 7:1
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A la verdad que soy también yo un hombre mortal, semejante a los demás, y del linaje de aquel que siendo el primero fue formado de la tierra; y en el vientre de la madre recibí la humana figura de carne.
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Sab 7:2
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En el espacio de diez meses fui formado de una sangre cuajada y de la sustancia del hombre, concurriendo lo apacible del sueño.
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Sab 9:2
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y con tu sabiduría formaste al hombre, para que fuese señor de las criaturas que tú hiciste,
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Sab 9:5
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ya que yo soy siervo tuyo e hijo de tu esclava, hombre flaco, y de corta edad, y poco idóneo aun para entender el derecho y las leyes.
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Sab 13:13
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y a uno de estos restos, que para nada sirve, por estar torcido y lleno de nudos, lo va puliendo a ratos desocupado, y con la pericia de su arte va dándole figura, hasta hacer de él la imagen de un hombre,
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Sab 14:15
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Un padre transpasado de acerbo dolor por la prematura y súbita muerte de su hijo, formó de él un retrato; y al que como hombre acababa de morir, comenzó luego a honrarlo como a dios, y estableció entre sus criados ceremonias y sacrificios para darle culto.
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Sab 14:20
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Con esto embelesado el vulgo, con la belleza de la obra, comenzó a calificar por un dios al que poco antes era honrado como un hombre.
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Sab 15:8
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Y con vana fatiga forma del mismo barro un dios el hombre mortal que poco antes fue formado de la tierra, y que muy en breve volverá a reducirse a ella, obligado a restituir la deuda del alma que ha recibido.
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Sab 15:16
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Que un hombre mortal fue quien los hizo y recibió prestado el espíritu el que los formó; y jamás podrá hombre alguno fabricar un dios semejante a sí.
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Sab 15:16
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Que un hombre mortal fue quien los hizo y recibió prestado el espíritu el que los formó; y jamás podrá hombre alguno fabricar un dios semejante a sí.
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Sab 16:14
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Un hombre bien puede matar a otro por malicia; pero salido que haya el espíritu no puede hacerlo volver, ni hará tornar el alma de allí donde ha sido recibida.
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Sab 17:12
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Y cuanto menos dentro de sí espera socorro el hombre, tanto más grande le parece aquella causa desconocida que lo atormenta.
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Sab 18:11
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estando afligidos con la misma pena el esclavo y el amo, y padeciendo el mismo castigo el hombre plebeyo que el rey.
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Ecli 1:20
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El colmo de la sabiduría consiste en temer a Dios, y sus frutos sacian al hombre.
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Ecli 1:30
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El hombre sensato retendrá en el pecho, hasta cierto tiempo, sus palabras; y los labios de muchos celebrarán su prudencia.
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Ecli 3:13
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puesto que la buena reputación del padre resulta gloria al hombre, y es desdoro del hijo un padre sin honra.
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Ecli 3:28
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El corazón que sigue dos caminos no tendrá buen suceso, y el hombre de corazón depravado hallará en ellos su ruina.
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Ecli 3:32
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El hombre de corazón sabio y prudente se guardará de pecar; y por las obras buenas será prosperado."
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Ecli 4:29
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Porque la lengua es la que hace conocer la sabiduría; y la prudencia, y la discreción y la ciencia se echan de ver en las palabras del hombre sensato; mas su fuerza consiste en las obras buenas.
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Ecli 5:15
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El honor y la gloria acompañan al discurso del hombre sensato; mas la lengua del imprudente viene a ser la ruina de éste.
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