Juec 8:2
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Les respondió Gedeón: Pues, ¿qué hazaña podía yo hacer que igualara a la que vosotros habéis hecho? ¿Por ventura no vale más un racimo de Efraín que todas las vendimias de Abiezer?
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Juec 8:6
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Respondieron los príncipes de Soccot: Pues qué, ¿tienes en tu poder maniatados a Zebee y a Salmana, para pedirnos que demos pan a este su ejército?
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Juec 9:13
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La cual les respondió: Pues qué, ¿puedo yo abandonar mi vino, que alegra a Dios en los sacrificios, y a los hombres en los convites, a trueque de ser reina de los árboles?
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Juec 9:28
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gritando Gaal, hijo de Obed: ¿Quién es Abimelec y qué ciudad es Siquem para que nos sujetemos a él? ¿Por ventura no es éste el hijo de Jerobaal? ¿El que ha destinado a un Zebul, criado suyo para mandar a los descendientes de Emor, padre de Siquem? Pues, ¿Por qué nosotros hemos de estarle sujetos?
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Juec 10:11
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Mas el Señor les dijo: Pues qué, ¿No fuisteis oprimidos por los egipcios y los amorreos, y por los hijos de Amón y los filisteos,
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Juec 11:7
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Les respondió Jefté: ¿Pues no sois vosotros los que me aborrecisteis, y echasteis de la casa de mi padre? Ahora venís a mí compelidos de la necesidad.
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Juec 11:24
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Pues qué, ¿no crees tú que se te deben a ti de derecho los países que posee tu dios o ídolo Camos? Es, pues, muy justo que ceda en posesión nuestra lo que Dios nuestro Señor se ha adquirido con la victoria;
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Juec 12:6
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le replicaban: Pues di: schibbolet, que significa espiga. Mas él pronunciaba sibbolet; porque no podía expresar el nombre de la espi-ga con las mismas letras. Y al punto asiendo de él, lo degollaban en el mismo paso del Jor-dán. De suerte que perecieron en la guerra de aquel tiempo cuarenta y dos mil hombres de Efraín.
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Juec 14:3
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Le dijeron su padre y su madre: Pues qué, ¿no hay mujeres entre las hijas de tus hermanos, y en todo nuestro pueblo, que quieres tomar esposa de la nación filistea, gente incircuncisa? Dijo Sansón a su padre: Pide ésta para esposa mía: pues me ha caído en gracia.
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Juec 15:12
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Pues sábete, le dicen, que venimos a prenderte y antregarte atado en manos de los filisteos. Les dijo Sansón: Juradme y prometedme que no me mataréis;
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Juec 20:36
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Pues los hijos de Benjamín, viéndose que iban de vencida, habían echado a huir: lo que advertido por los hijos de Israel, les abrieron paso para que huyesen y viniesen a caer en la emboscada que tenían preparada de antemano junto a la ciudad.
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Rut 2:21
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Le dijo Rut: Pues también me ha mandado que me incorpore con sus segadores hasta tanto que se acabe la siega de todas las mieses.
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Rut 4:4
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lo cual he querido que tú sepas, y decírtelo en presencia de todos los circunstantes y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres poseerla por el derecho de parentesco, cómprala y poséela. Y si no gustas de eso, decláralo para que yo sepa lo que debo hacer; puesto que no hay otro pariente sino tú, que eres el primero, y yo que soy el segundo. A lo que respondió él: Pues yo compraré la heredad.
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Rut 4:15
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para que tengas tú también quien consuele tu alma, y sea el sostén de tu vejez. Pues que te ha nacido un niño de tu nuera, la cual te ama, y es para ti mucho mejor que si tuviéses siete hijos.
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I Rey 2:29
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Pues, ¿cómo habéis hollado o envilecido mis víctimas y mis dones, que yo mandé ofrecer en el templo, y has tenido tú más respeto a tus hijos que a mí, comiendo con ellos lo principal o mejor de todos los sacrificios de mi pueblo de Israel?
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I Rey 9:9
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(Antiguamente en Israel todos los que iban a consultar a Dios, solían hablar así: Venid, y vamos al vidente. Pues el que se llama profeta, se llamaba entonces vidente.)
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I Rey 9:21
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A lo que, replicando Saúl, dijo: ¿Pues no soy yo hijo de Jémini, de la tribu más pequeña de Israel? ¿Y no es mi familia la última entre todas las de la tribu de Benjamín? ¿Por qué me hablas de esa manera?
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I Rey 10:11
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Y viendo los que le habían conocido poco antes, como estaba con los profetas y profetizando, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto que ha sucedido al hijo de Cis? Pues, ¿también Saúl es uno de los profetas?
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I Rey 10:12
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Sobre lo cual respondieron algunos: Y ¿quién es el padre de estos otros profetas? Por donde pasó a proverbio: Pues, ¿también Saúl es uno de los profetas?
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I Rey 12:17
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¿No estamos ahora en la siega de los trigos? Pues yo voy a invocar al Señor, y enviará repentinamente truenos y lluvias; a fin de que entendáis y veáis cuán grande es delante del Señor el mal que habéis hecho pidiendo un rey.
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I Rey 14:30
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¿Pues cuánto más se habría repuesto la gente, si hubiese comido de lo que encontró en el despojo de sus enemigos? ¿Por ventura no se hubiera hecho mayor estrago en los filisteos?
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I Rey 15:14
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Le replicó Samuel: Pues ¿qué balido es éste de rebaños, que resuena en mis oídos, y el mugido de bueyes que oigo?
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I Rey 15:19
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Pues ¿por qué no has obedecido la voz del Señor, y te has enamorado del botín, pecando a los ojos del Señor?
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I Rey 17:25
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Y decía uno de los soldados de Israel: ¿No habéis visto ese hombre que se presenta al combate? Pues a insultar a Israel viene. Al que le matare le dará el rey grandes riquezas y a su hija por esposa, y eximirá de tributos en Israel la casa de su padre.
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I Rey 18:15
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Pues como observase Saúl su extremada prudencia, comenzó a recelar de él.
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I Rey 19:5
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El puso su vida en el mayor riesgo, y mató al filisteo; con el cual dio el Señor una gran victoria a todo Israel. Tú lo viste y te llenaste de gozo. Pues, ¿por qué quieres ahora pecar, derramando sangre inocente, matando a David que no es culpable de nada?
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I Rey 19:24
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Y despojado de sus vestiduras reales, se puso a cantar con los demás delante de Samuel, y todo lo restante del día y de aquella noche estuvo postrado por tierra, desnudo de toda insignia. De donde aquel proverbio: Pues, ¿también Saúl entre los profetas?
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I Rey 23:24
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Registrad y ved todos los escondrijos donde se oculta, y volved a mí, bien averiguada la cosa, para ir con vosotros a golpe seguro. Pues aunque se meta en las entrañas de la tierra, yo iré allí con todos los batallones de Judá, y lo sacaré.
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I Rey 25:4
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Pues como David oyese en el desierto que Nabal estaba esquilando sus ovejas,
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I Rey 25:30
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Pues cuando el Señor te hubiere dado, ¡oh dueño mío! todos los bienes que ha predicho en orden a ti, y te haya constituido caudillo sobre Israel,
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I Rey 26:15
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Le replicó David: ¿No eres tú un hombre de valor? ¿Y hay otro ninguno en Israel que te iguale? Pues, ¿cómo no has guardado al rey, tu señor, puesto que ha entrado uno de la plebe con intento de matar a tu señor el rey?
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I Rey 26:24
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Pues así como tu vida ha sido hoy tan estimada en mis ojos, así lo sea también la mía en los ojos del Señor, y me libre él de cualquier tribulación.
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I Rey 29:3
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Y dijeron los príncipes de los filisteos a Aquis: ¿Qué hacen aquí esos hebreos? Les respondió Aquis: Pues, ¿no conocéis a David que sirvió a Saúl, rey de Israel, y está en mi compañía días hace, o ya años, sin que haya yo tenido queja de él desde el día que se pasó a mí hasta el presente?
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I Rey 29:8
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Dijo David a Aquis: Pues, ¿qué he hecho yo, y qué has visto en mí, siervo tuyo, desde el día en que me presenté a ti hasta hoy, para que no pueda yo ir a pelear contra los enemigos del rey mi señor?
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I Rey 30:3
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Pues como David y su gente llegasen a la ciudad, y la encontrasen abrasada, y que sus mujeres, sus hijos e hijas habían sido llevadas cautivas,
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I Rey 30:14
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Pues nosotros hicimos una incursión hacia la parte meridional de Cereti y hacia Judá, y al mediodía de Caleb, y hemos quemado Siceleg.
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II Rey 1:4
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Le dijo David: ¿Pues qué ha sucedido?, decláramelo. Se trabó la batalla, respondió él, ha echado a huir la tropa, han quedado tendidos muchos en el campo, y hasta Saúl y su hijo Jonatás han perecido.
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II Rey 1:14
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Le replicó David: Pues, ¿cómo has osado levantar tu mano para matar a un ungido del Señor?
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II Rey 2:21
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Pues tuerce, le dijo Abner, a la derecha o a la izquierda, y acomete a cualquiera de esos jóvenes, y apodérate de sus despojos. Mas Asael no quiso dejar de perseguirlo.
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II Rey 4:7
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Pues al entrar ellos dormía Isboset sobre su lecho en la cámara, donde lo mataron, y cortándole la cabeza, anduvieron toda la noche por camino desierto,
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II Rey 7:6
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Pues yo no he habitado en ninguna casa, desde el día que saqué a los hijos de Israel de la tierra de Egipto hasta el presente, sino que he habitado en pabellones y tiendas.
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II Rey 7:24
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Pues tú escogiste a Israel para que fuese para siempre tu pueblo; y tú, ¡ah Señor Dios!, quisiste hacerte su Dios.
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II Rey 10:19
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Pues como todos aquellos reyes que seguían el partido de Adarecer se viesen vencidos por Israel, se llenaron de pavor, y volvieron las espaldas a presencia de Israel cincuenta y ocho mil hombres. Al fin hicieron paces con los israelitas, y se les sujetaron; y no se atrevieron más los siros a prestar socorro a los amonitas.
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II Rey 11:10
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Se lo contaron luego a David, diciéndole: Urías no ha ido a su casa. Por lo que dijo David a Urías: ¿No has llegado de un viaje? Pues, ¿cómo no has bajado a descansar en tu casa?
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II Rey 15:8
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Pues cuando tu siervo estaba en Gesur, en la Siria, hizo muy de veras este voto al Dios: Si el Señor me restituyere a Jerusalén , le ofreceré un sacrificio.
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II Rey 20:21
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No es esa mi intención, sino que busco a un hombre del monte de Efraín, llamado Seba, hijo de Bocri, que se ha rebelado contra el rey David; entregadnos ese hombre solo, y nos retiraremos al instante de la ciudad. Dijo entonces la mujer a Joab: Pues ahora mismo te echarán su cabeza por el muro.
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II Rey 21:4
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Le respondieron los gabaonitas: No es nuestra querella sobre plata ni oro, sino contra Saúl y su casa; ni pretendemos que muera ningún hombre de Israel. A los cuales replicó el rey: Pues, ¿qué queréis que haga por vosotros?
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II Rey 22:22
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Pues yo seguí atentamente las sendas del Señor; y no me separé de mi Dios con hechos impíos;
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III Rey 1:13
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Anda, ve y preséntate al rey David, y dile: ¿No es verdad, oh rey y señor mío, que tú me juraste a mí, esclava tuya, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí; y él se sentará en mi trono? Pues, ¿cómo es que reina Adonías?
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III Rey 1:21
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Pues sucederá que luego que el rey, mi señor, hubiere ido a descansar con sus padres, yo y Salomón , mi hijo, seremos tratados como criminales.
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