Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

David

I Rey 20:15 tendrás siempre compasión y tratarás con bondad a mi familia, cuando el Señor desarraigare uno por uno de la faz de la tierra a todos los enemigos de David. De otra manera, arrebate también el Señor a Jonatás de su casa, y tome Dios venganza de los enemigos de David.
I Rey 20:15 tendrás siempre compasión y tratarás con bondad a mi familia, cuando el Señor desarraigare uno por uno de la faz de la tierra a todos los enemigos de David. De otra manera, arrebate también el Señor a Jonatás de su casa, y tome Dios venganza de los enemigos de David.
I Rey 20:16 De esta suerte hizo Jonatás alianza con la casa de David; y el Señor tomó en efecto venganza de los enemigos de David.
I Rey 20:16 De esta suerte hizo Jonatás alianza con la casa de David; y el Señor tomó en efecto venganza de los enemigos de David.
I Rey 20:17 Jonatás repitió a David sus juramentos por lo mucho que le quería; pues lo amaba como a su misma alma.
I Rey 20:24 Con esto David fue a esconderse en el campo; y llegaron las calendas, y se sentó el rey a comer.
I Rey 20:25 Y estando el rey sentado en su silla, que estaba junto a la pared, según costumbre, se levantó Jonatás, y se sentó Abned a un lado de Saúl y se echó de ver vacío el puesto de David.
I Rey 20:26 No dijo Saúl nada aquel día; porque pensó que tal vez le había sucedido a David el no hallarse limpio ni purificado.
I Rey 20:27 Venido el segundo día de la fiesta, se vio también desocupado el asiento de David. Entonces dijo Saúl a su hijo Jonatás: ¿Por qué no ha venido a comer ni ayer ni hoy el hijo de Isaí?
I Rey 20:33 Y al oír Saúl esto, agarró la lanza para atravesarle. Entonces conoció Jonatás que su padre tenía resuelto matar a David.
I Rey 20:34 Y se levantó Jonatás de la mesa lleno de indignación y de furor, y no comió bocado aquel día segundo de las calendas, apesadumbrado por causa de David, y por la afrenta recibida de su padre.
I Rey 20:35 Y al rayar el día siguiente fue Jonatás al campo, conforme a lo acordado con David, llevándose consigo un muchacho;
I Rey 20:39 sin entender el motivo de lo que se hacía, porque solamente Jonatás y David lo sabían.
I Rey 20:41 Y así que éste hubo marchado, salió David del sitio en que estaba, que miraba al mediodía, e hizo por tres veces una profunda reverencia a Jonatás, postrándose hasta el suelo; y besándose el uno al otro; lloraron juntos; pero David mucho más.
I Rey 20:41 Y así que éste hubo marchado, salió David del sitio en que estaba, que miraba al mediodía, e hizo por tres veces una profunda reverencia a Jonatás, postrándose hasta el suelo; y besándose el uno al otro; lloraron juntos; pero David mucho más.
I Rey 20:42 En conclusión Jonatás le dijo a David: Vete en paz; todo aquello que los dos hemos jurado en el nombre del Señor, diciendo: El Señor sea testigo entre mí y entre ti, entre mi descendencia y la tuya para siempre...
I Rey 21:1 Y se levantó David y se fue; mas Jonatás volvió a la ciudad.
I Rey 21:2 Partió después David a Nobe a encontrar al sumo sacerdote Aquimelec. El cual quedó sorprendido de ver llegar a David, y le dijo: ¿Cómo es que vienes solo, sin que nadie te acompañe?
I Rey 21:2 Partió después David a Nobe a encontrar al sumo sacerdote Aquimelec. El cual quedó sorprendido de ver llegar a David, y le dijo: ¿Cómo es que vienes solo, sin que nadie te acompañe?
I Rey 21:3 Le respondió David: El rey me ha encargado una comisión, diciendo: Nadie sepa el negocio a que te envío, ni las órdenes que te he dado. Por cuyo motivo aun a mis gentes les he mandado que me esperen en tal y tal lugar.
I Rey 21:6 Respondió David al sumo sacerdote, diciéndole: Por lo que toca a mujeres, nos hemos contenido desde ayer, y antes de ayer, después que partimos; y los cuerpos de mi gente se han conservado puros. A la verdad el camino profano es, pero aún se purificará mi gente lavando sus cuerpos y vestidos.
I Rey 21:9 Dijo todavía David a Aquimelec: ¿Tienes aquí a mano alguna lanza o espada? pues no he traído conmigo mi espada ni mis armas; porque urgía la orden del rey.
I Rey 21:10 Le dijo el sumo sacerdote: Aquí tienes la espada del filisteo Goliat a quien tú mataste en el valle del Terebinto; envuelta está en su paño detrás del efod; si quieres llevarla, tómala, pues aquí no hay sino ésta. Le dijo David: No hay otra comparable a ella; dámela.
I Rey 21:11 Con esto se puso David en camino, huyendo por temor de Saúl, y se fue a Aquis, rey de Get.
I Rey 21:12 Mas los cortesanos de Aquis, luego que vieron a David, dijeron al rey: ¿No es éste aquel David, respetado como rey en su país? ¿No es éste aquel en cuya alabanza cantaban en medio de sus danzas: Mató Saúl a mil y David mató a diez mil?
I Rey 21:12 Mas los cortesanos de Aquis, luego que vieron a David, dijeron al rey: ¿No es éste aquel David, respetado como rey en su país? ¿No es éste aquel en cuya alabanza cantaban en medio de sus danzas: Mató Saúl a mil y David mató a diez mil?
I Rey 21:12 Mas los cortesanos de Aquis, luego que vieron a David, dijeron al rey: ¿No es éste aquel David, respetado como rey en su país? ¿No es éste aquel en cuya alabanza cantaban en medio de sus danzas: Mató Saúl a mil y David mató a diez mil?
I Rey 21:13 Paró David la consideración en esto que decían de él, y concibió grandísimo temor de Aquis, rey de Get.
I Rey 22:2 Con esto salió de allí David, y se refugió en la cueva de Odollam; lo que habiendo sabido sus hermanos y toda la familia de su padre, bajaron allí a encontrarlo.
I Rey 22:4 Partió de aquí David para Masfa, que es del país de Moab, y dijo al rey de Moab: Te ruego permitas que mi padre y mi madre se queden con vosotros, hasta tanto que yo sepa lo que Dios dispone de mí.
I Rey 22:5 Y los dejó encomendados al rey de Moab; con quien estuvieron todo el tiempo que David permaneció en aquella fortaleza de Masfa.
I Rey 22:6 Pero el profeta Gad dijo a David: No te estés más en esa fortaleza; marcha y vete a tierra de Judá. Partió, pues, David, y vino al bosque de Haret.
I Rey 22:6 Pero el profeta Gad dijo a David: No te estés más en esa fortaleza; marcha y vete a tierra de Judá. Partió, pues, David, y vino al bosque de Haret.
I Rey 22:7 Y supo Saúl que David y la gente que tenía, se habían dejado ver. Estando, pues, Saúl en Gabaa, y hallándose un día en un bosque cerca de Ramá, teniendo en su mano la lanza, y rodeado de todos sus criados,
I Rey 22:9 para que os hayáis todos conjurado contra mí, sin haber una persona que me informe de lo que hace David; sobre todo después que aun el hijo mío se ha coligado con el hijo de Isaí? No hay uno siquiera de vosotros que se duela de mi suerte, ni que me dé un consejo; viendo que mi hijo ha sublevado contra mí a un criado mío, que no cesa hasta hoy día de armarme asechanzas.
I Rey 22:15 A lo que respondió Aquimelec: ¿Y quién hay entre todos tus criados tan leal como David, yerno del rey, pronto a tus órdenes y respetado en toda tu casa?
I Rey 22:18 Y en seguida dijo el rey a los de su guardia, que le rodeaban: Embestid y matad a los sacerdotes del Señor; porque están coligados con David y sabiendo que iba huido, no me lo denunciaron. Pero los criados del rey no quisieron poner sus manos en los sacerdotes del Señor.
I Rey 22:21 Con todo pudo escapar un hijo de Aquimelec, hijo de Aquitob, que se llamaba Abiatar, y se fue huyendo a David.
I Rey 22:23 Le respondió David a Abiatar: Bien conocí yo aquel día que estando allí Doeg, idumeo, se lo contaría a Saúl; yo soy el culpado en la muerte de toda la casa de tu padre.
I Rey 23:2 Después de esto avisaron a David, diciendo: Mira que los filisteos están sitiando a Ceila, y saquean las eras o mieses del país.
I Rey 23:3 Consultó, pues, David al Señor, diciendo: ¿Iré, y podré yo vencer a los filisteos? Le respondió el Señor: Anda, que derrotarás a los filisteos, y librarás a Ceila.
I Rey 23:4 Pero las gentes que tenía David consigo, le dijeron: Ya ves que nosotros aun aquí en medio de la Judea no estamos sin miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Ceila contra los batallones de los filisteos?
I Rey 23:5 Consultó nuevamente David al Señor. El cual le respondió, diciendo: Marcha y ve a Ceila que yo entregaré en tus manos a los filisteos.
I Rey 23:6 Partió, pues, David con sus gentes a Ceila; peleó contra los filisteos, y haciendo en ellos gran destrozo, se llevó sus ganados, y salvó a los habitantes de Ceila.
I Rey 23:7 Es de saber que cuando Abiatar, hijo de Aquimelec, se refugió a David en Ceila, se llevó consigo el efod del sumo sacerdote.
I Rey 23:8 Luego que tuvo Saúl aviso de la llegada de David a Ceila, dijo: Dios me lo ha puesto en las manos, cogido está, habiéndose metido en una ciudad que tiene puertas y cerraduras.
I Rey 23:9 Con eso Saúl mandó a toda su tropa que saliese disimuladamente a campaña contra Ceila para cercar a David y a su gente.
I Rey 23:10 Y advertido David de que Saúl trazaba secretamente su ruina, dijo al sacerdote Abiatar: Ponte el efod para consultar al Señor.
I Rey 23:11 Y en seguida dijo David: Señor Dios de Israel, tu siervo ha oído decir que Saúl se prepara para venir a Ceila, y destruirla por mi causa.
I Rey 23:13 Dijo todavía David: ¿Los de Ceila me entregarán a mí y a toda mi gente en manos de Saúl? Y respondió el Señor: Os entregarán.