NO tengo yo libertad? ¿No soy yo apóstol? ¿No he visto yo a Jesucristo, Señor nuestro? ¿No sois vosotros obra mía en el Señor?
Lo cierto es que aun cuando para los otros no fuera apóstol, al menos lo sería para vosotros, siendo como sois el sello, o la patente, de mi apostolado en el Señor.
Ved ahí mi respuesta a aquellos que se meten a examinar y sindicar mi conducta.
¿Acaso no tenemos derecho de ser alimentados a expensas vuestras?
¿Por ventura no tenemos también facultad de llevar en los viajes alguna mujer hermana en Jesucristo, para que nos asista, como hacen los demás apóstoles, y los hermanos o parientes del Señor, y el mismo Cefas, o Pedro?
¿O sólo yo y Bernabé no podemos hacer esto?
¿Quién milita jamás a sus expensas? ¿Quién planta una viña, y no come de su fruto? ¿Quién apacienta un rebaño, y no se alimenta de la leche del ganado?
¿Y por ventura esto que digo es solamente un raciocinio humano? ¿O no dice la ley esto mismo?
Pues en la ley de Moisés está escrito: No pongas bozal al buey que trilla. ¿Será que Dios se preocupa de los bueyes?
¿Acaso no dice esto principalmente por nosotros? Sí, ciertamente por nosotros se han escrito estas cosas; porque la esperanza hace arar al que ara; y el que trilla lo hace con la esperanza de percibir el fruto.
Si nosotros, pues, hemos sembrado entre vosotros bienes espirituales, ¿será gran cosa que recojamos un poco de vuestros bienes temporales?
Si otros participan de este derecho a lo vuestro ¿por qué no más bien nosotros?; pero con todo no hemos hecho uso de esa facultad, antes bien todo lo sufrimos y padecemos por no poner estorbo alguno a la buena nueva de Cristo .
¿No sabéis que los que sirven en el templo, se mantienen de lo que es del templo, y que los que sirven al altar, participan de las ofrendas?
Así también dejó el Señor ordenado que los que predican la buena nueva, vivan de ello.
Mas yo de ninguna de estas cosas me he valido. Ni ahora escribo esto para que así se haga conmigo; porque tengo por mejor morir que el que alguno me haga perder esta gloria.
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Como quiera que por predicar la buena nueva no tengo gloria, pues estoy por necesidad obligado a ello; y desventurado de mí si no lo predicare.
Por lo cual si lo hago de buena voluntad, premio aguardo; pero si por fuerza, entonces no hago más que cumplir con el cargo que tengo.
Según esto, pues, ¿dónde está mi galardón? Está en predicar gratuitamente la buena nueva, sin ocasionar ningún gasto, para no abusar, del derecho que tengo por la predicación de la buena nueva.
En verdad que estando libre, o independiente, de todos me he hecho siervo, para ganar más almas.
Y así con los judíos he vivido como judío, para ganar, o convertir, a los judíos;
con los sujetos a la ley, o prosélitos he vivido como si yo estuviese sujeto a la ley (con no estar yo sujeto a ella) sólo por ganar a los que a la ley vivían sujetos; así como con los que no estaban sujetos a la ley de Moisés, he vivido como si yo tampoco lo estuviese (aunque tenía yo una ley con respecto a Dios, teniendo la de Jesucristo) a cambio de ganar a los que vivían sin ley.
Me hice flaco con los flacos, por ganar a los flacos. me hice todo para todos, para salvarlos a todos,
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todo lo cual hago por amor de la buena nueva, a fin de participar de sus promesas.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, si bien todos corren, uno solo se lleva el premio? Corred, pues, hermanos míos, de tal manera que lo ganéis.
Ello es que todos los que han de luchar en la palestra, guardan en todo una exacta continencia; y no es sino para alcanzar una corona perecedera; al paso que nosotros la esperamos eterna.
Así que, yo voy corriendo, no como quien corre a la ventura; peleo, no como quien tira golpes al aire, sin tocar a su enemigo,
sino que castigo mi cuerpo rebelde y lo esclavizo, no sea que habiendo predicado a los otros, venga yo a ser reprobado.
Pater
Filius
Spiritus Sanctus
Angelorum
Satan
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