II Rey 9:3
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Le preguntó el rey: ¿Vive por ventura alguno de la casa de Saúl, para que pueda yo hacerle grandes mercedes? Le respondió Siba: Sí, señor; vive todavía un hijo de Jonatás, estropeado de los pies.
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II Rey 9:13
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Mas éste vivía en Jerusalén , porque todos los días comía a la mesa del rey. Era Mifiboset cojo de ambos pies.
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II Rey 11:8
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Dijo después David a Urías: Vete a tu casa; lava tus pies, y descansa. Salido que fue Urías de palacio, le envió el rey en seguida comida de su real mesa.
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II Rey 14:33
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Entonces Joab presentándose al rey le dio cuenta de todo esto; después de lo cual fue llamado Absalón, que entró donde el rey estaba, y arrojándose a sus pies lo adoró, y el rey besó a Absalón.
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II Rey 19:18
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atravesaron el vado, a fin de hacer pasar la familia del rey, y ponerse a sus órdenes. Luego que el rey hubo pasado el Jordán, Semei, hijo de Gera, postrándose a sus pies,
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II Rey 19:24
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También Mifiboset, hijo de Saúl, descendió al encuentro del rey, y en señal de dolor no se había lavado los pies, ni hecho la barba, ni mudado sus vestidos desde el día que salió el rey de Jerusalén , hasta que regresó felizmente.
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II Rey 21:10
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Pero Resfa, hija de Aya, tomando un saco de cilicio, los extendió a sus pies sobre una piedra, y se estuvo allí desde el principio de la siega hasta que cayó sobre los cadáveres lluvia del cielo, impidiendo que los devorasen de día las aves del cielo, y de noche las fieras.
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II Rey 22:10
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Abajó o hizo inclinar los cielos, y descendió, teniendo una densa niebla debajo de sus pies.
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II Rey 22:34
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Hizo mis pies tan ligeros como los de los ciervos; y al fin me colocó en el lugar elevado en que me hallo.
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II Rey 22:37
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Tú ensanchaste el camino debajo de mis pies, y no desfallecerán jamás mis plantas.
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II Rey 22:39
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Los consumiré y haré añicos, de suerte que no puedan ya reponerse. Caerán todos bajo mis pies.
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II Rey 22:48
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Tú, oh Dios, que me has vengado, y has derribado naciones a mis pies,
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III Rey 2:5
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Tú sabes ya cómo se ha portado conmigo Joab, hijo de Sarvia, y lo que hizo con los dos caudillos del ejército de Israel, Abner, hijo de Ner, y Amasa, hijo de Jeter, a los cuales asesinó, derramando su sangre en tiempo de paz, como se hace en la guerra, y ensangrentando el cinturón con que estaba ceñido, y el calzado que cubría sus pies.
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III Rey 5:3
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Bien sabes el deseo que tuvo mi padre David, y que no pudo edificar el templo al Nombre del Señor su Dios a causa de las guerras que tenía con sus vecinos, hasta que el Señor se los puso bajo las plantas de sus pies.
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III Rey 14:12
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Anda tú, pues, ahora, y vete a tu casa; y en el punto mismo que pongas tus pies en la ciudad, morirá el hijo,
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III Rey 15:23
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El resto de las acciones de Asa, y todas sus proezas, y cuanto hizo, y las ciudades que fundó, ¿no es así que está todo escrito en el Libro de los Anales de los Reyes de Judá? Asa, pues, siendo viejo adoleció de los pies,
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IV Rey 4:27
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Mas así que llegó al monte y a la presencia del varón de Dios, se echó a sus pies y acercándose Giezi para apartarla, le dijo el varón de Dios: Déjala, porque su alma está llena de amargura, y el Señor me la ha ocultado, y no me ha revelado nada de eso.
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IV Rey 4:37
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Se acercó ella, y se arrojó a sus pies, y lo veneró postrándose hasta el suelo; y tomando a su hijo, salió.
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IV Rey 9:13
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Se levantaron entonces a toda prisa, y tomando cada uno su propio manto, le pusieron debajo de los pies de Jehú en forma de tribunal; y a son de trompetas lo proclamaron, diciendo: Jehú es nuestro rey.
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IV Rey 9:33
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A los cuales dijo él: Arrojadla de ahí abajo. La arrojaron, y quedó la pared salpicada con su sangre; y la hollaron con sus pies los caballos.
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IV Rey 9:35
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Y habiendo ido para darle sepultura, no hallaron sino la calavera y los pies, y las extremidades de las manos.
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I Par 20:6
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Hubo además otra guerra en Get, donde se halló un hombre de grandísima estatura, con seis dedos en pies y manos, esto es, veinticuatro dedos en todo; el cual descendía también de la raza gigantesca de Rafa.
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I Par 28:2
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Y levantándose el rey, puesto en pie, dijo: Escuchadme, oh hermanos míos, y pueblo mío: Yo tuve intención de construir un templo en que fuese colocada el arca del Testamento del Señor, que es como la tarima de los pies de nuestro Dios, y tengo preparados todos los materiales que he podido para la construcción.
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II Par 16:12
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Cayó finalmente enfermo Asá el año treinta y nueve de su reinado, de un dolor de pies agudísimo; y ni aun en su dolencia recurrió al Señor, sino que confió más en el saber de los médicos.
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II Par 24:17
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Mas después de muerto Joíada entraron los príncipes de Judá a postrarse a los pies del rey; el cual, halagado con sus obsequios y lisonjeras razones, se dejó llevar de ellos.
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II Esd 9:21
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Por cuarenta años los alimentaste en el desierto, y nada les falto; sus vestidos no se gastaron, ni se lastimaron sus pies.
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Tob 6:2
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Y habiendo salido para lavarse los pies, he aquí que saltó un pez deforme para tragárselo;
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Tob 6:4
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Le dijo el ángel: Agárralo de las agallas, y tírale hacia ti. Lo que habiendo hecho lo sacó arrastrando a lo seco, y empezó a palpitar a sus pies.
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Jud 1:3
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Eran éstas cuadradas, y tenía cada lado la extensión de veinte pies; e hizo sus puertas a proporción de la altura de las torres.
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Jud 6:9
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por lo que declinando hacia un lado del monte, ataron a Aquior de pies y manos a un árbol; y así atado con cordeles lo dejaron, y se volvieron a su señor.
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Jud 13:30
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Pero luego que recobrando el aliento volvió en sí, se arrojó a los pies de Judit, y adorándola, dijo:"
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Jud 14:5
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Vosotros, advirtiendo que huyen, corred a su alcance sin ningún temor, porque el Señor hará que los holléis con vuestros pies.
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Est 8:3
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Mas no contenta con eso, se echó a los pies del rey, y con lágrimas en los ojos le habló y suplicó que mandase no tuviesen efecto los maliciosos designios de Amán, hijo de Agag, y las inicuas tramas que había urdido contra los judíos.
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Est 13:13
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(porque para salvar a Israel estaría pronto a besar de buena gana aun las huellas de sus pies);
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Job 13:27
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Has metido mis pies como en un cepo; has observado todas mis acciones y notado mis pisadas o procederes;
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Job 18:8
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Porque ha metido sus pies en la red, y anda enredado entre sus mallas.
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Job 18:11
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De todas partes le aterrarán espantos y temores, y le embarazarán sus pies.
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Job 23:11
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Mis pies han seguido sus huellas; he andado por sus caminos, sin desviarme nunca de ellos.
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Job 29:6
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cuando lavaba, por decirlo así, mis pies con la nata de la leche, y hasta las peñas me brotaban arroyos de aceite;
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Job 29:15
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Era yo ojos para el ciego y pies para el cojo.
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Job 31:5
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Si creéis que he seguido el camino de la vanidad, y que han corrido mis pies a urdir fraudes contra el prójimo,
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Job 33:11
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Ha puesto mis pies en un cepo, y estuvo observando todos mis pasos.
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Job 39:18
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Sin embargo, cuando llega la ocasión de verse perseguida, ayuda con las alas sus pies, y deja burlados al caballo y al caballero.
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Salm 8:8
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Todas ellas las pusiste a sus pies; todas las ovejas y bueyes, y aun las bestias del campo;
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Salm 13:3
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Todos se han extraviado, todos a una se hicieron inútiles; no hay quien obre bien, no hay siquiera uno. Su garganta es un sepulcro destapado; con sus lenguas están forjando fraudes; debajo de sus labios hay veneno de áspides. Llena está su boca de maldición y de amargura; sus pies son ligeros para ir a derramar sangre. Todos sus procederes se dirigen a afligir y oprimir al prójimo; nunca conocieron el sendero de la paz; no hay temor de Dios ante sus ojos.
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Salm 16:5
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Asegura constantemente mis pasos por tus senderos, a fin de que mis pies no resbalen.
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Salm 17:10
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Inclinó los cielos, y descendió, llevando una oscura niebla bajo sus pies.
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Salm 17:34
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que ha dado a mis pies la ligereza de los ciervos, y me ha colocado sobre las alturas.
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Salm 17:37
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Me fuiste abriendo paso por doquiera que iba, y no flaquearon mis pies.
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Salm 17:39
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Los destrozaré, no podrán resistir; caerán debajo de mis pies.
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