Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

manos

Juec 11:9 Les replicó Jefté: Si verdaderamente habéis venido a buscarme para pelear por vosotros contra los hijos de Amón, ¿cuando el Señor los haya entregado en mis manos, he de ser yo vuestro príncipe?
Juec 11:21 Mas el Señor lo entregó con todo su ejército en manos de Israel; el cual lo derrotó, y se apoderó de todo el país de los amorreos moradores de aquella tierra,
Juec 11:30 hizo un voto al Señor diciendo: Si entregares en mis manos a los hijos de Amón,
Juec 11:32 Marchó después Jefté contra los hijos de Amón para presentarles la batalla, y el Señor se los entregó en sus manos.
Juec 12:3 Viendo eso me expuse al peligro, y salí con poquísima gente contra los hijos de Amón, y el Señor los entregó en mis manos; ¿por dónde, pues, he merecido yo que os levantéis contra mí para hacerme la guerra?
Juec 13:1 Mas los hijos de Israel cometieron nuevamente la maldad ante los ojos del Señor; el cual los entregó en manos de los filisteos por cuarenta años.
Juec 13:23 Le espondió la mujer: Si el Señor quisiera matarnos, no habría recibido de nuestras manos el holocausto y las libaciones, ni mostrádonos todas estas cosas, ni predíchonos lo venidero.
Juec 14:9 el que habiendo cogido con las manos, se lo iba comiendo por el camino; y volviendo a unirse con su padre y su madre les dio parte de él, y comieron ellos también; mas no quiso descubrirles que había tomado la miel de la boca del león.
Juec 15:12 Pues sábete, le dicen, que venimos a prenderte y antregarte atado en manos de los filisteos. Les dijo Sansón: Juradme y prometedme que no me mataréis;
Juec 15:18 Y acosado en extremo de la sed, clamó al Señor, y dijo: Tú eres quien ha salvado y concedido por medio de tu siervo tan gran victoria; pero he aquí que me muero de sed, y así vendré a caer en manos de los incircuncisos.
Juec 16:23 cuando los príncipes de los filisteos se juntaron todos para ofrecer sacrificios solemnes a su dios Dagón, y celebrar banquetes, diciendo: Nuestro dios nos ha puesto en las manos a Sansón, nuestro enemigo.
Juec 16:24 Lo que viendo el pueblo alababa también a su dios y repetía lo mismo: Nuestro dios nos ha puesto en las manos a nuestro enemigo, que ha asolado nuestra tierra y matado muchísimos de sus habitantes.
Juec 17:5 El cual asimismo dedicó en ella una capillita a Dios, e hizo efod y terafim, esto es, un vestido o aparato sacerdotal e ídolos; y consagró las manos de uno de sus hijos, el cual quedó hecho sacerdote suyo.
Juec 17:12 Y Micás le consagró las manos; y tuvo en su casa a este joven en calidad de sacerdote,
Juec 19:27 Así que fue ya de día se levantó su marido y abrió la puerta con ánimo de buscar a su mujer, y proseguir su viaje: y he aquí que su mujer yacía postrada delante de la puerta con las manos extendidas sobre el umbral.
Juec 20:28 y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, presidía en el santuario. Consultaron, pues, al Señor, y le dijeron: ¿Debemos todavía proseguir la guerra contra los hijos de Benjamín, nuestros hermanos, o cesar de ella? Les respondió el Señor: Salid, que mañana los entregaré en vuestras manos.
Rut 2:2 Y Rut, la moabita, dijo a su suegra: Si me das tu licencia iré al campo, y recogeré las espigas que se escapen de las manos de los segadores, donde quiera que hallare buena acogida en algún padre de familias que se muestre compasivo para conmigo. Le respondió Noemí: Anda, hija mía.
Rut 3:15 Y añadió: Extiende el manto con que te cubres, y tenle asido con ambas manos. Extenle dio ella, y teniéndole, le midió seis modios de cebada, se los cargó a cuestas. Así cargada entró en la ciudad.
Rut 3:17 Y añadió: He aquí seis modios de cebada que me ha dado diciéndome: No quiero que vuelvas a tu suegra con las manos vacías.
I Rey 2:20 Y bendijo Helí a Elcana y a su mujer, diciéndole a él: El Señor te conceda sucesión de esta mujer en pago de la prenda que has consagrado y depositado en manos del Señor. Después de lo cual se volvieron a su casa.
I Rey 5:4 Al día siguiente, levantándose también de madrugada, encontraron a Dagón tendido en tierra sobre su pecho delante del arca del Señor; mas la cabeza de Dagón y las dos manos cortadas del tronco estaban sobre el umbral de la puerta;
I Rey 6:7 Ahora, pues, manos a la obra, haced un carro nuevo y uncid al carro dos vacas recién paridas, que no hayan traído yugo; y encerrad en la boyera sus ternerillos.
I Rey 7:8 y dijeron a Samuel: No ceses de clamar por nosotros al Señor Dios nuestro, para que nos salve de las manos de los filisteos.
I Rey 7:14 Y fueron restituidas a Israel las ciudades que los filisteos le tenían usurpadas, desde Accarón hasta Get con sus términos; y libró Samuel a los israelitas de manos de los filisteos, y hubo paz entre Israel y el amorreo.
I Rey 9:16 Mañana a esta misma hora te enseñaré un hombre de la tierra de Benjamín, y lo ungirás por caudillo de mi pueblo de Israel, y él salvará a mi pueblo de las manos de los filisteos; porque yo he vuelto mis ojos hacia el pueblo mío, por cuanto sus clamores han llegado hasta mí.
I Rey 10:1 Entonces sacó Samuel una redomita de óleo o bálsamo, y la derramó sobre la cabeza de Saúl, y lo besó, diciendo: He aquí que el Señor te ha ungido para príncipe sobre su herencia y tú librarás a su pueblo de las manos de sus enemigos que la rodean. Esta señal tendrás de que Dios te ha ungido para príncipe:
I Rey 10:18 Y dijo a los hijos de Israel: Esto dice el Señor Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de las manos de todos los reyes que os oprimían.
I Rey 12:10 Pero después clamaron al Señor, diciendo: Hemos pecado, pues abandonamos al Señor y hemos servido a Baal y a Astarot; ahora, pues, líbranos de las manos de nuestros enemigos, y te serviremos.
I Rey 14:10 Pero si dijeren: Llegaos acá, avancemos, porque los ha puesto el Señor en nuestras manos. Esto nos servirá de señal.
I Rey 14:12 Y algunos soldados de la guardia avanzada, se dirigieron a Jonatás y a su escudero, les dijeron: Acercaos a nosotros, que tenemos que deciros una cosa. Con esto dijo Jonatás a su escudero: Subamos, sígueme, porque el Señor los ha entregado en manos de Israel.
I Rey 14:13 Subió, pues, Jonatás, trepando con manos y pies, y en pos de él su escudero; y arremetiendo a los enemigos, unos caían a los pies de Jonatás, y a otros mataba su escudero que le iba siguiendo.
I Rey 14:19 Mientras Saúl estaba hablando con el sacerdote, se oyó un ruido confuso como de un gran alboroto, que viniendo de los campamentos de los filisteos, iba creciendo poco a poco y se percibía cada vez más. Entonces dijo Saúl al sacerdote: Baja tus manos, deja de consultar.
I Rey 14:37 Y consultó Saúl al Señor, diciendo: ¿Perseguiré a los filisteos? ¿Los entregarás en las manos de Israel? Y no le dio el Señor respuesta aquel día.
I Rey 14:48 En fin, reunido su ejército, deshizo a los amalecitas; y libertó a Israel de las manos de los que le asolaban.
I Rey 17:37 Y añadió David: El Señor que me libró de las garras del león y del oso, él mismo me librará también de las manos de ese filisteo. Dijo Saúl a David: Anda, pues, y el Señor sea contigo.
I Rey 17:46 Y el Señor te entregará en mis manos, y yo te mataré y cortaré tu cabeza; y daré hoy los cadáveres del campo de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, para que sepa todo el mundo que hay Dios en Israel;
I Rey 17:47 y conozca todo este concurso de gente, que el Señor salva sin espada ni lanza; porque él es el árbitro de la guerra, y él os entregará en nuestras manos.
I Rey 18:21 Porque dijo Saúl interiormente: Se la daré, para que sea ella la causa de su ruina, y muera a manos de los filisteos. Y así dijo Saúl a David: Por dos títulos o servicios vas a ser luego mi yerno.
I Rey 18:25 Dijo entonces Saúl: Hablad así a David: El rey no necesita de dote para su hija; únicamente exige de ti la cabeza de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos. Pero el designio de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos.
I Rey 22:18 Y en seguida dijo el rey a los de su guardia, que le rodeaban: Embestid y matad a los sacerdotes del Señor; porque están coligados con David y sabiendo que iba huido, no me lo denunciaron. Pero los criados del rey no quisieron poner sus manos en los sacerdotes del Señor.
I Rey 23:5 Consultó nuevamente David al Señor. El cual le respondió, diciendo: Marcha y ve a Ceila que yo entregaré en tus manos a los filisteos.
I Rey 23:8 Luego que tuvo Saúl aviso de la llegada de David a Ceila, dijo: Dios me lo ha puesto en las manos, cogido está, habiéndose metido en una ciudad que tiene puertas y cerraduras.
I Rey 23:12 ¿Me entregarán los ciudadanos de Ceila en manos de Súl? ¿Vendrá en efecto Saúl, como ha oído decir tu siervo? Señor Dios de Israel, manifiéstaselo a este siervo tuyo. Y respondió el Señor: Sí, vendrá.
I Rey 23:13 Dijo todavía David: ¿Los de Ceila me entregarán a mí y a toda mi gente en manos de Saúl? Y respondió el Señor: Os entregarán.
I Rey 23:15 Entretanto estaba David en el desierto en lugares muy fuertes, y se fijó en el monte del desierto de Zif, monte muy espeso. Saúl entretanto no cesaba de buscarlo; mas el Señor siempre lo libertó de sus manos.
I Rey 23:21 Ahora, pues, si deseas dar con él, no tienes más que venir, que corre de nuestra cuenta el entregarlo en tus manos.
I Rey 23:26 Iba Saúl por un lado del monte, y David con los suyos por el otro, y ya no tenía esperanza de poder escapar de las manos de Saúl; pues éste con su gente tenía encerrado a David y a los suyos, como en un círculo, para cogerlos en medio.
I Rey 24:4 Le dijeron, pues, a David, sus criados: He aquí el día feliz del cual te dijo el Señor: Yo pondré en tus manos a tu enemigo, para que hagas de él lo que gustares. Entonces David se levantó, y cortó sin ser sentido la orla del manto de Saúl.
I Rey 24:10 Hoy ves con tus mismos ojos que el Señor te ha puesto en mis manos en la cueva; me asaltó o me propusieron el pensamiento de matarte; pero me he abstenido de hacerlo, porque dije entre mí: No levantaré yo mi mano contra mi señor; por cuanto es el ungido del Señor.
I Rey 24:15 Sea juez el Señor, y sentencie entre mí y entre ti; examine y juzgue mi causa, y me libre de tus manos.