Lc 9:11
|
Lo que sabido por los pueblos se fueron tras él; y los recibió Jesús con amor, y les hablaba del reino de Dios, y daba salud a los que carecían de ella.
|
Lc 9:17
|
Y comieron todos, y se saciaron; y de lo que les sobró, se sacaron doce cestos de pedazos.
|
Lc 9:21
|
Pero él les mandó que a nadie dijesen eso.
|
Lc 9:37
|
Al día siguiente, cuando bajaban del monte, les salió al camino gran multitud;
|
Lc 9:45
|
Pero ellos no entendieron este lenguaje, y les era tan oscuro el sentido de estas palabras, que nada comprendieron, ni tuvieron valor para preguntarle sobre lo dicho.
|
Lc 9:46
|
Y les vino al pensamiento cuál de ellos sería el mayor;
|
Lc 9:48
|
y les dijo: Cualquiera que acogiere a este niño por amor mío, a mí me acoge; y cualquiera que me acogiere a mí, acoge al que me ha enviado. Y así, aquel que es el menor entre vosotros, ése es el mayor.
|
Lc 10:2
|
Y les decía: La mies de la verdad es mucha, mas los trabajadores pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
|
Lc 10:18
|
A lo que les respondió: Yo estaba viendo a Satanás caer del cielo a manera de relámpagos.
|
Lc 11:2
|
Y Jesús les respondió: Cuando os pongáis a orar, habéis de decir: Padre, sea santificado tu nombre. Venga a nosotros tu reino.
|
Lc 11:16
|
Y otros, por tentarle, le pedían que les hiciese ver algún prodigio en el cielo.
|
Lc 11:17
|
Pero Jesús penetrando sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido en partidos contrarios quedará destruido; y una casa dividida en facciones, camina a su ruina.
|
Lc 11:29
|
Como concurriesen las turbas a oírle, comenzó a decir: Esta raza de hombres es una raza perversa; ellos piden un prodigio, y no se les dará otro prodigio que el del profeta Jonás ;
|
Lc 11:49
|
Por eso dijo también la sabiduría de Dios: Yo les enviaré profetas y apóstoles, y matarán a unos y perseguirán a otros,
|
Lc 12:15
|
Con esta ocasión les dijo: Estad alertas, y guardaos de toda avaricia; que no depende la vida del hombre de la abundancia de los bienes que él posee.
|
Lc 12:16
|
Y en seguida les puso esta parábola: Un hombre rico tuvo una extraordinaria cosecha de frutos en su heredad;
|
Lc 13:2
|
Sobre lo cual les respondió Jesús : ¿Pensáis que aquellos galileos eran entre todos los demás de Galilea los mayores pecadores, porque fueron castigados de esta manera?
|
Lc 13:6
|
Y les añadió esta parábola: Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y vino a ella en busca de fruto, y no lo halló;
|
Lc 13:32
|
Y les respondió: Andad, y decid de mi parte a ese zorro: Sábete que aún he de lanzar demonios y sanar enfermos el día de hoy, y el de mañana, pero al tercer día soy finado.
|
Lc 14:3
|
Y Jesús vuelto a los doctores de la ley y a los fariseos, les preguntó: ¿Es lícito curar en día de sábado?
|
Lc 14:5
|
Dirigiéndose después a ellos, les dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo no le sacará luego, aunque sea día de sábado?
|
Lc 14:7
|
Notando entonces que los convidados iban escogiendo los primeros puestos en la mesa, les propuso esta parábola, y dijo:
|
Lc 14:25
|
Sucedió que yendo con Jesús una multitud, vuelto a ellas les dijo:
|
Lc 15:3
|
Entonces les propuso esta parábola:
|
Lc 16:15
|
Mas Jesús les dijo: Vosotros os vendéis por justos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que parece sublime a los ojos humanos, a los de Dios es abominable.
|
Lc 16:28
|
donde tengo cinco hermanos, a fin de que los advierta, y no les suceda a ellos, por seguir mi mal ejemplo, venir también a este lugar de tormentos.
|
Lc 17:6
|
Y el Señor les dijo: Si tuviereis fe tan grande como un granito de mostaza, diréis a ese moral: Arráncate de raíz, y trasplántate en el mar, y os obedecerá.
|
Lc 17:14
|
Luego que Jesús los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y cuando iban, quedaron curados.
|
Lc 17:20
|
Preguntado por los fariseos: ¿Cuándo vendrá el reino de Dios?, les dio por respuesta: El reino de Dios no vendrá con muestras de aparato;
|
Lc 17:37
|
Jesús les respondió: Doquiera que esté el cuerpo, allá volarán las águilas.
|
Lc 18:7
|
Y ¿Dios dejará de hacer justicia a sus escogidos que claman a él día y noche, y sufrirá que se les oprima?
|
Lc 18:31
|
Después tomando Jesús aparte a los doce apóstoles, les dijo: Ya veis que subimos a Jerusalén , donde se cumplirán todas las cosas que fueron escritas por los profetas acerca del Hijo del hombre;
|
Lc 19:13
|
Con este motivo, convocados diez de sus criados, les dio diez minas o marcos de plata, diciéndoles: Negociad con ellas hasta mi vuelta.
|
Lc 19:32
|
Fueron, pues, los enviados; y hallaron el burro de la misma manera que les había dicho.
|
Lc 19:33
|
Al desatarlo, les dijeron los dueños de él: ¿Por qué desatáis ese burro?
|
Lc 20:3
|
Pero Jesús , por respuesta, les dijo a ellos: También yo quiero haceros una pregunta, respondedme:
|
Lc 20:8
|
Entonces Jesús les dijo: Tampoco yo quiero deciros con qué autoridad hago estas cosas.
|
Lc 20:23
|
Mas Jesús , conociendo su malicia, les dijo: ¿Para qué venís a tentarme?
|
Lc 20:41
|
El les replicó: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David,
|
Lc 21:4
|
Por cuanto todos éstos han ofrecido a Dios parte de lo que les sobra; pero ésta de su misma pobreza ha dado lo que tenía y necesitaba para su sustento.
|
Lc 21:8
|
Jesús les respondió: Mirad, no os dejéis engañar; porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: Yo soy el Mesías y ya ha llegado el tiempo; guardaos, pues, de seguirlos.
|
Lc 21:29
|
Y les propuso esta comparación: Reparad en la higuera y en los demás árboles.
|
Lc 22:13
|
Cuando se fueron, lo hallaron todo como les había dicho, y dispusieron la Pascua .
|
Lc 22:15
|
Y les dijo: Ardientemente he deseado comer este cordero pascual con vosotros, antes de mi pasión.
|
Lc 22:38
|
Ellos dijeron: Señor, he aquí dos espadas. Pero Jesús les respondió: Basta.
|
Lc 22:40
|
Y llegado que fue allí les dijo: Orad para que no caigáis en tentación.
|
Lc 22:46
|
Y les dijo: ¿Por qué dormís?, levantaos, y orad, para no caer en tentación.
|
Lc 23:14
|
les dijo: Vosotros me habéis presentado este hombre como alborotador del pueblo, y he aquí que habiéndole yo interrogado en presencia vuestra, ningún delito he hallado en él, de los que le acusáis.
|
Lc 23:22
|
El, no obstante, por tercera vez les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho éste? Yo no hallo en él delito alguno de muerte; así que, después de castigarle, le daré por libre.
|
Lc 23:28
|
Pero Jesús vuelto a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén , no lloréis por mí; llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
|