III Rey 19:5
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Y tendiéndose en el suelo, se quedó dormido a la sombra del enebro, cuando he aquí que el ángel del Señor le tocó y dijo: Levántate, y come.
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III Rey 19:10
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A lo que respondió él: Me abraso de celo por ti, ¡oh Señor Dios de los ejércitos!, porque los hijos de Israel han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a cuchillo tus profetas; he quedado yo solo, y me buscan para quitarme la vida.
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III Rey 19:11
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Le dijo el Señor: Sal fuera, y ponte sobre el monte en presencia del Señor, y he aquí que pasará el Señor, y delante de él correrá un viento fuerte e impetuoso, capaz de trastornar los montes y quebrantar las peñas; no está el Señor en el viento. Después del viento vendrá un temblor de tierra; tampoco está el Señor en el terremoto.
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III Rey 19:14
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Abrasarme de celo, respondió él, por el Señor Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y pasado a cuchillo a tus profetas; he quedado solamente yo, y me buscan para quitarme la vida.
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III Rey 19:20
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Eliseo dejando al instante los bueyes fue corriendo en pos de Elías, a quien dijo: Permíteme que vaya a dar el ósculo de despedida a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Le respondió: Anda, y vuelve, que lo que a mí me tocaba hacer contigo yo ya lo he hecho.
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III Rey 20:7
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Entonces el rey de Israel convocó a todos los ancianos de su pueblo, y dijo: Advertid y notad cómo nos está armando asechanzas; puesto que nos envió a pedirme mis mujeres y mis hijos, y el oro y la plata, y no le he dicho que no.
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III Rey 20:13
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Cuando he aquí que un profeta presentándose a Acab, rey de Israel, le dijo: Esto dice el Señor: ¿Has visto bien toda esta multitud innumerable? Pues mira, hoy la pondré yo en tus manos, para que sepas que yo soy el Señor.
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III Rey 21:6
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Le respondió: He hablado a Nabot, jezraelita, y le he dicho: Dame tu viña a dinero contante, o si quieres, yo te daré en cambio de ella otra viña mejor. A lo que me ha contestado: No te doy yo mi viña.
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IV Rey 2:11
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Así proseguían su camino andando y hablando entre sí, cuando he aquí que un carro de fuego, con caballos también de fuego separó de repente al uno del otro, y Elías subió al cielo en un torbellino.
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IV Rey 2:21
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se fue al manantial de las aguas, echó en él la sal, y dijo: Esto dice el Señor: Yo he hecho saludables estas aguas, y nunca más serán causa de muerte ni de esterilidad.
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IV Rey 5:6
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y entregó la carta al rey de Israel, escrita en estos términos: Por esta carta que recibirás sabrás que te he enviado a Naamán, mi criado, para que lo cures de su lepra.
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IV Rey 5:20
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Giezi, sirviente del varón de Dios, dijo: Mi amo ha andado muy comedido con este Naamán de Siria, no queriendo aceptar nada de lo que le ha traído. Vive Dios que he de ir corriendo a alcanzarlo y sacar de él alguna cosa.
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IV Rey 9:3
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Y recogiendo la vasija de óleo, la derramarás sobre tu cabeza, diciendo: Esto dice el Señor: Yo te he ungido rey sobre Israel. Dicho esto abrirás la puerta, y huirás sin detenerte allí.
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IV Rey 9:6
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Al punto se levantó, y entró en un aposento, y el otro derramó el óleo sobre su cabeza, diciendo: Esto dice el Señor Dios de Israel: Yo te he ungido rey del pueblo mío de Israel.
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IV Rey 9:12
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No es la verdad, replicaron ellos, pero sea lo que fuere, cuéntanoslo. Jehú les dijo: Tal cosa es lo que me ha dicho; y ha añadido: Esto es lo que dice el Señor: Yo te he ungido por rey de Israel.
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IV Rey 10:9
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Y luego que amaneció, salió él, y puesto de pie dijo a todo el pueblo: Vosotros que sois justos, decidme: Si yo he conspirado contra mi señor, y le he quitado la vida, ¿quien ha degollado a todos éstos?
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IV Rey 10:9
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Y luego que amaneció, salió él, y puesto de pie dijo a todo el pueblo: Vosotros que sois justos, decidme: Si yo he conspirado contra mi señor, y le he quitado la vida, ¿quien ha degollado a todos éstos?
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IV Rey 17:13
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Sobre lo cual no cesó el Señor de amonestarlos, así en Israel como en Judá, por medio de todos los profetas y videntes diciendo: Convertíos de vuestras pésimas costumbres, observad mis preceptos y ceremonias, conforme a todas las leyes que promulgué a vuestros padres, y como os lo he enviado a decir por medio de mis siervos, los profetas.
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IV Rey 18:25
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Pues, ¿no es por orden del Señor que yo he venido a ese país para arruinarlo? Marcha contra ese país, me dijo el Señor, y arrásalo.
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IV Rey 18:31
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No queráis dar oídos a Ezequías ; porque he aquí lo que os dice el rey de los asirios: Capitulad conmigo lo que os tiene cuenta, y salid a rendiros a mí; y con esto comerá cada cual el fruto de su viña y de su higuera, y beberéis del agua de vuestras cisternas;
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IV Rey 19:23
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Por la boca de tus siervos has denostado al Señor, y has dicho: Con la muchedumbre de mis carros armados he subido sobre los montes encumbrados, a la cima del Líbano, y he cortado sus altos cedros y sus mejores abetos o hayas; he penetrado hasta sus últimos extremos; y las frondosas selvas de su Carmelo
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IV Rey 19:23
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Por la boca de tus siervos has denostado al Señor, y has dicho: Con la muchedumbre de mis carros armados he subido sobre los montes encumbrados, a la cima del Líbano, y he cortado sus altos cedros y sus mejores abetos o hayas; he penetrado hasta sus últimos extremos; y las frondosas selvas de su Carmelo
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IV Rey 19:23
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Por la boca de tus siervos has denostado al Señor, y has dicho: Con la muchedumbre de mis carros armados he subido sobre los montes encumbrados, a la cima del Líbano, y he cortado sus altos cedros y sus mejores abetos o hayas; he penetrado hasta sus últimos extremos; y las frondosas selvas de su Carmelo
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IV Rey 19:24
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yo las he cortado. Yo he bebido las aguas ajenas, y con mi tránsito he agotado todas las aguas encerradas.
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IV Rey 19:24
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yo las he cortado. Yo he bebido las aguas ajenas, y con mi tránsito he agotado todas las aguas encerradas.
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IV Rey 19:24
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yo las he cortado. Yo he bebido las aguas ajenas, y con mi tránsito he agotado todas las aguas encerradas.
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IV Rey 19:32
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Por lo cual he aquí lo que acerca del rey de los asirios dice el Señor: No pondrá el pie en esta ciudad, ni disparará contra ella saeta alguna, ni el soldado cubierto con su broquel la asaltará ni la cercará con trincheras.
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IV Rey 20:3
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¡Ah Señor!, acuérdate, te suplico, que yo he andado delante de ti con sinceridad y rectitud de corazón, haciendo lo que es agradable a tus ojos. Y derramó Ezequías abundancia de lágrimas.
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IV Rey 20:5
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Vuelve, y di a Ezequías , caudillo de mi pueblo: Esto dice el Señor Dios de tu padre David: Oído he tu oración, y visto tus lágrimas; yo te doy la salud; de aquí a tres días subirás al templo del Señor.
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IV Rey 20:8
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Había dicho antes Ezequías a Isaías: ¿Cuál será la señal de que el Señor me dará la salud, y de que dentro de tres días he de subir al templo del Señor?
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IV Rey 21:13
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y mediré a Jerusalén con la misma cuerda que he medido a Samaria, y con la misma plomada que a la casa de Acab; y raeré a Jerusalén como suelen raerse, o borrarse, las tablillas de escribir, pasando y repasando el mango del punzón repetidas veces por encima de ellas, a fin de que nada quede.
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IV Rey 22:19
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y se ha atemorizado tu corazón, y te has humillado delante del Señor, oídas las amenazas contra este lugar y sus moradores, es a saber, que vendrían a ser objeto de pasmo y execración; y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia; yo también te he escuchado, dice el Señor.
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I Par 4:9
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Pero Jabes fue el más ilustre entre sus hermanos, al cual le puso su madre el nombre de Jabes, que significa dolor, diciendo: Le he tenido con dolor.
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I Par 6:54
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Y he aquí los parajes en donde habitaron estos hijos de Aarón, es decir, los lugares y términos que les tocaron por suerte, principiando por las familias de Caat.
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I Par 17:5
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En verdad que yo no he tenido casa fija desde el tiempo en que saqué a Israel de Egipto hasta el día de hoy, sino que he andado siempre mudando el lugar de mi residencia, y alojándome debajo de una tienda
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I Par 17:5
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En verdad que yo no he tenido casa fija desde el tiempo en que saqué a Israel de Egipto hasta el día de hoy, sino que he andado siempre mudando el lugar de mi residencia, y alojándome debajo de una tienda
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I Par 17:8
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y contigo he andado en todas tus marchas y en tu presencia he derrotado a todos tus enemigos, y te he dado fama cual puede tenerla uno de los magnates que son famosos sobre la tierra.
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I Par 17:8
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y contigo he andado en todas tus marchas y en tu presencia he derrotado a todos tus enemigos, y te he dado fama cual puede tenerla uno de los magnates que son famosos sobre la tierra.
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I Par 17:8
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y contigo he andado en todas tus marchas y en tu presencia he derrotado a todos tus enemigos, y te he dado fama cual puede tenerla uno de los magnates que son famosos sobre la tierra.
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I Par 21:8
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Y dijo David a Dios: He pecado gravísimamente en hacer esto; perdona, oh Señor, la iniquidad de tu siervo, porque he procedido neciamente.
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I Par 21:12
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o hambre por tres años; o andar huyendo de tus enemigos por tres meses, sin poder librarte de su espada; o que por tres días descargue sus golpes la espada del Señor, cundiendo la peste por el país, y haciendo estragos el ángel del Señor en todos los términos de Israel. Ahora bien, mira tú qué es lo que he de responder al que me ha enviado.
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I Par 21:17
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Y dijo David a Dios: ¿Por ventura no soy yo quien mandó hacer el censo del pueblo? Yo soy el que he pecado; yo el que he cometido la maldad. Esta grey, ¿qué culpa tiene? Señor Dios mío, descarga, te suplico, tu mano contra mí y contra la casa de mi padre; mas no sea castigado tu pueblo.
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I Par 21:17
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Y dijo David a Dios: ¿Por ventura no soy yo quien mandó hacer el censo del pueblo? Yo soy el que he pecado; yo el que he cometido la maldad. Esta grey, ¿qué culpa tiene? Señor Dios mío, descarga, te suplico, tu mano contra mí y contra la casa de mi padre; mas no sea castigado tu pueblo.
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I Par 22:14
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Ya ves que yo en mi pobreza he preparado para los gastos de la casa del Señor cien mil talentos de oro y un millón de talentos de plata; el bronce y el hierro es en tanta cantidad, que es incalculable; tengo prevenida mucha madera y piedra para todas las obras necesarias.
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I Par 28:2
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Y levantándose el rey, puesto en pie, dijo: Escuchadme, oh hermanos míos, y pueblo mío: Yo tuve intención de construir un templo en que fuese colocada el arca del Testamento del Señor, que es como la tarima de los pies de nuestro Dios, y tengo preparados todos los materiales que he podido para la construcción.
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I Par 28:6
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y me ha dicho a mí: Tu hijo Salomón ha de edificar mi casa y mis atrios, porque yo me lo he escogido por hijo mío, y yo he de serle padre;
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I Par 28:6
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y me ha dicho a mí: Tu hijo Salomón ha de edificar mi casa y mis atrios, porque yo me lo he escogido por hijo mío, y yo he de serle padre;
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I Par 29:2
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Yo por mi parte he preparado con todas mis fuerzas todos los materiales para la casa de mi Dios. Oro para los utensilios de oro, y plata para los de plata, bronce para los de bronce, hierro para los de hierro, madera para los de madera, y piedras de ónique, y semejantes al alcohol, y otras de varios colores, y toda suerte de piedras preciosas, y mármol de Paros en grandísima cantidad.
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I Par 29:3
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Y además de estas cosas que tengo destinadas para la casa de mi Dios, doy de mi peculio oro y plata para el templo de mi Dios, además de aquello que he puesto aparte para el santuario,
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I Par 29:17
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Bien sé, Dios mío, que tú sondeas los corazones y que amas la sencillez; y por eso con sencillez de corazón he ofrecido gozoso todas estas cosas, y he visto cómo tu pueblo, que está aquí congregado te ha ofrecido sus dones con gran alegría.
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