Isa 62:1
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Yo no me estaré, pues, callado; sin cesar rogaré a favor de Sión; por amor de Jerusalén no he de sosegar hasta tanto que su Justo nazca como la luz del día, y resplandezca su Salvador cual brillante antorcha.
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Isa 62:6
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Sobre tus muros, oh Jerusalén , he puesto centinelas; todo el día y toda la noche estarán alerta, no callarán jamás. Vosotros, pues, que hacéis memoria del Señor, no os estéis callados,
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Isa 63:3
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El lagar lo he pisado yo solo, sin que nadie de entre las gentes haya estado conmigo. Pisé a los enemigos con mi furor, y los golpeé con mi ira, y su sangre salpicó mi vestido, y manché toda mi ropa.
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Isa 63:4
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Porque he aquí el día fijado en mi corazón para tomar venganza; ha llegado ya el tiempo de redimir a los míos.
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Isa 65:1
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Han venido a buscarme aquellos que antes no preguntaban por mí, me han hallado aquellos que no me buscaron. Yo he dicho a una nación que no invocaba mi Nombre: Aquí estoy, heme aquí.
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Isa 65:17
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Porque he aquí que yo voy a crear nuevos cielos y nueva tierra y de las cosas o tribulaciones primeras no se hará más memoria, ni recuerdo alguno;
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Isa 65:18
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sino que os alegraréis, y regocijaréis eternamente en aquellas cosas que voy a crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalén , ciudad de júbilo, y a su pueblo, pueblo de alegría.
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Isa 66:1
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Esto dice el Señor: El cielo es mi solio, y la tierra peana de mis pies: ¿Qué casa, pues, es esa que vosotros edificaréis para mí, y cuál es aquel lugar donde he de fijar mi asiento?
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Isa 66:8
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¿Quién jamás oyó cosa tal, ni quién vio cosa semejante a esto? ¿Tiene acaso la tierra en un solo día el fruto? ¿O ha sido engendrada nunca de una vez toda una nación? Pues he aquí que Sión se sintió preñada y parió sus hijos.
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Isa 66:15
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Porque he aquí que el Señor vendrá en medio del fuego, y su carroza será como un impetuoso torbellino para derramar con la indignación suya su furor y su venganza con llamas de fuego.
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Jer 1:10
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he aquí que hoy te doy autoridad sobre las naciones y sobre los reinos para comunicarles que les voy a desarraigar, y destruir, y arrasar, y disipar; y a edificar y plantar otros.
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Jer 1:15
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Porque he aquí que yo convocaré todos los pueblos de los reinos del norte, dice el Señor; y vendrán, y cada uno de ellos pondrá su pabellón a la entrada de las puertas de Jerusalén , y alrededor de todos sus muros, y en todas las ciudades de Judá.
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Jer 2:2
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Anda y predica a toda Jerusalén , diciendo: Esto dice el Señor: Compadecido de tu mocedad me he acordado de ti, y del amor que te tuve, cuando me desposé contigo, y cuando después me seguiste en el desierto, en aquella tierra que no se siembra.
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Jer 2:23
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¿Y con qué cara dices tú: Yo no estoy contaminada; no he ido en pos de los baales o ídolos? Mira tu conducta allá en aquel valle: Reconoce lo que has hecho, dromedaria desatinada que vas girando por los caminos.
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Jer 2:31
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así es vuestra raza perversa. Mirad lo que dice el Señor: ¿Por ventura he sido yo para Israel algún desierto o tierra sombría que tarda en fructificar? Pues ¿por qué motivo me ha dicho mi pueblo: Nosotros nos retiramos, no volveremos jamás a ti?
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Jer 2:35
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Sin embargo, dijiste con descaro: Sin culpa estoy yo, e inocente; y por tanto aléjese de mí tu indignación. Pues mira, yo he de entrar contigo en juicio, porque has dicho: No he pecado.
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Jer 2:35
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Sin embargo, dijiste con descaro: Sin culpa estoy yo, e inocente; y por tanto aléjese de mí tu indignación. Pues mira, yo he de entrar contigo en juicio, porque has dicho: No he pecado.
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Jer 3:5
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¿Acaso has de estar siempre enojado, o mantendrás hasta el fin tu indignación? Pero he aquí que tú has hablado así, y has ejecutado toda suerte de crímenes, hasta no poder más.
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Jer 4:10
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Y yo dije al oír eso: ¡Ay, ay, Señor Dios mío! ¡Ay!, ¿y es posible que hayas permitido que los falsos profetas alucinasen a este pueblo tuyo, y a Jerusalén , diciendo: Paz tendréis vosotros; cuando he aquí que la espada del enemigo ha penetrado hasta el corazón?
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Jer 4:21
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¿Hasta cuándo he de ver fugitivos a los de mi pueblo, y he de oír el sonido de la trompeta enemiga?
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Jer 4:21
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¿Hasta cuándo he de ver fugitivos a los de mi pueblo, y he de oír el sonido de la trompeta enemiga?
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Jer 4:27
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Pero he aquí lo que dice el Señor: Toda la tierra de Judá quedará desierta, mas no acabaré de arruinarla del todo.
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Jer 4:31
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Porque he oído gritos como de mujer que está de parto, ansias y congojas como de primeriza; la voz de la hija de Sión moribunda que extiende sus manos, y dice: ¡Ay de mí!, que me abandona mi alma al ver la mortandad de mis hijos.
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Jer 5:9
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Pues, ¿no he de castigar yo estas cosas, dice el Señor, y no se vengará mi alma de una tal gente?
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Jer 5:14
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Esto me dice el Señor Dios de los ejércitos: Porque habéis proferido vosotros tales palabras, he aquí, ¡oh Jeremías!, que yo desde ahora pongo en tu boca mis palabras cual fuego devorador, y le doy ese pueblo por leña para que sea de él consumido.
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Jer 5:29
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¿Cómo no he de castigar yo estas cosas, dice el Señor?; ¿o cómo puede mi alma dejar de tomar venganza de esta gente?
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Jer 6:2
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Yo he comparado la hija de Sión a una hermosa y delicada doncella.
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Jer 6:27
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A ti, Jeremías, te he constituido cual robusto examinador en medio de mi pueblo; y tú examinarás y harás prueba de sus procederes.
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Jer 7:11
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Pues, ¿este templo mío en que se invoca mi Nombre, ha venido a ser para vosotros una guarida de ladrones? Yo, yo soy, yo mismo soy el que he visto vuestras abominaciones, dice el Señor.
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Jer 7:13
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Ahora bien, por cuanto habéis hecho todas estas fechorías, dice el Señor, y en vista de que yo os he predicado, y os he avisado con tiempo y exhortado, y vosotros no me habéis escuchado; y que os he llamado, y no me habéis respondido,
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Jer 7:13
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Ahora bien, por cuanto habéis hecho todas estas fechorías, dice el Señor, y en vista de que yo os he predicado, y os he avisado con tiempo y exhortado, y vosotros no me habéis escuchado; y que os he llamado, y no me habéis respondido,
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Jer 7:13
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Ahora bien, por cuanto habéis hecho todas estas fechorías, dice el Señor, y en vista de que yo os he predicado, y os he avisado con tiempo y exhortado, y vosotros no me habéis escuchado; y que os he llamado, y no me habéis respondido,
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Jer 7:16
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Así, pues, no tienes tú, Jeremías, que interceder por este pueblo, ni te empeñes por ellos en cantar mis alabanzas y rogarme; ni te me opongas, porque no he de escucharte.
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Jer 7:23
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Ved aquí el mandamiento que entonces les di: Escuchad mi voz, les dije, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis el pueblo mío; y seguid constantemente el camino que os he señalado, a fin de que seais felices.
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Jer 8:6
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Yo estuve atento, y los escuché: Nadie habla cosa buena; nadie hay que haga penitencia de su pecado, diciendo: ¡Ay! ¿Qué es lo que yo he hecho? Al contrario, todos han vuelto a tomar la impetuosa carrera de sus vicios, como caballo que a rienda suelta corre a la batalla.
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Jer 8:17
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Porque he aquí que yo enviaré contra vosotros a los caldeos, como serpientes y viboras, contra los cuales no sirve ningún encantamiento y os morderán, dice el Señor.
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Jer 9:9
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Pues qué, ¿no he de tomarles yo cuentas sobre estas cosas?, dice el Señor. ¿O dejaré de tomar venganza de un pueblo como ése?
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Jer 10:19
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Entonces exclamarás: ¡Ay de mí infeliz en mi quebranto!, atrocísima es la llaga o calamidad mía. Pero esta desdicha, me digo luego a mí misma, yo me la he procurado, y justo es que la padezca.
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Jer 10:22
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porque he aquí que ya se percibe una voz, y un gran alboroto que viene de la parte del septentrión, para convertir en desiertos y en manida de dragones las ciudades de Judá.
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Jer 11:7
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porque yo he estado conjurando fuertemente a vuestros padres desde el día en que los saqué de Egipto hasta el presente, amonestándoles y diciéndoles continuamente: Escuchad mi voz.
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Jer 11:14
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Ahora, pues, no tienes tú que rogar por este pueblo, ni te empeñes en dirigirme oraciones y súplicas en favor de ellos; porque yo no he de escucharlos cuando clamen a mí en el trance de su aflicción.
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Jer 12:7
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Para castigarlos, dice el Señor, he desamparado mi casa o templo, he abandonado mi heredad, he entregado la que era las delicias de mi alma en manos de sus enemigos.
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Jer 12:7
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Para castigarlos, dice el Señor, he desamparado mi casa o templo, he abandonado mi heredad, he entregado la que era las delicias de mi alma en manos de sus enemigos.
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Jer 12:7
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Para castigarlos, dice el Señor, he desamparado mi casa o templo, he abandonado mi heredad, he entregado la que era las delicias de mi alma en manos de sus enemigos.
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Jer 12:8
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Mi heredad, mi pueblo escogido, se ha vuelto para mí como un león entre breñas; ha levantado la voz blasfemando contra mí; por eso la he aborrecido.
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Jer 14:12
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Cuando ayunaren, no atenderé a sus oraciones, y si ofrecieron holocaustos y víctimas, no los aceptaré; sino que los he de consumir con la espada, con el hambre y con la peste.
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Jer 14:14
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Y me dijo el Señor: Falsamente vaticinan en mi nombre esos profetas: yo no los he enviado, ni dado orden alguna, ni les he hablado; os venden por profecías, visiones falsas, y adivinaciones, e imposturas, y las ilusiones de su corazón.
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Jer 14:14
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Y me dijo el Señor: Falsamente vaticinan en mi nombre esos profetas: yo no los he enviado, ni dado orden alguna, ni les he hablado; os venden por profecías, visiones falsas, y adivinaciones, e imposturas, y las ilusiones de su corazón.
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Jer 14:18
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Si salgo al campo, yo no veo sino cadáveres de gente pasada a cuchillo; si entro en la ciudad, he aquí la población transida de hambre. Hasta los profetas y los sacerdotes son conducidos cautivos a un país desconocido.
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Jer 14:19
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¿Por ventura, Señor, has desechado del todo a Judá? ¿O es Sión abominada de tu alma? ¿Por qué, pues, nos has azotado con tanto rigor, que no nos queda parte sana? Esperamos la paz o felicidad, y no tenemos ningún bien; y el tiempo de restablecernos, y he aquí que estamos todos llenos de confusión.
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