Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

gente

Mc 6:34 Desembarcando, vio Jesús la mucha gente que le aguardaba, y se le enternecieron con tal vista las entrañas; porque andaban como ovejas sin pastor; y así se puso a instruirlos en muchas cosas.
Mc 7:17 Después que se hubo retirado de la gente y entró en casa, sus discípulos le preguntaban la significación de esta parábola.
Mc 7:33 Y apartándole Jesús del bullicio de la gente, le metió los dedos en las orejas, y con la saliva le tocó la lengua.
Mc 8:2 Me da compasión esta gente, porque hace ya tres días que están conmigo, y no tienen qué comer.
Mc 8:6 Entonces mandó Jesús a la gente que se sentara en tierra; y tomando los siete panes, dando gracias, los partió; y se los daba a sus discípulos para que los distribuyesen entre la gente; y se los repartieron.
Mc 8:6 Entonces mandó Jesús a la gente que se sentara en tierra; y tomando los siete panes, dando gracias, los partió; y se los daba a sus discípulos para que los distribuyesen entre la gente; y se los repartieron.
Mc 8:12 Mas Jesús , arrojando un suspiro de lo íntimo del corazón, dijo: ¿Por qué pedirá esta raza de hombres un prodigio? En verdad os digo, que a esa gente no se le dará el prodigio que pretende.
Mc 9:18 Jesús , dirigiendo a todos la palabra, les dijo: ¡Oh gente incrédula!, ¿hasta cuándo habré de estar entre vosotros?; ¿hasta cuándo habré yo de sufriros? Traedlo a mí.
Mc 9:24 Viendo Jesús la gente que iba acudiendo, amenazó al espíritu inmundo, diciendo: Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando, sal de este muchacho, y no vuelvas más a entrar en él.
Mc 10:46 Después de esto llegaron a Jericó ; y al partir de Jericó con sus discípulos seguido de muchísima gente, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino, pidiendo limosna.
Mc 12:41 Estando Jesús sentado frente al arca de las ofrendas, estaba mirando cómo la gente echaba dinero en ella; y muchos ricos echaban grandes cantidades.
Mc 14:43 Estando todavía hablando, llega Judas Iscariote, uno de los doce, acompañado de mucha gente, con espadas y con garrotes, enviada por los príncipes de los sacerdotes, por los escribas y por los ancianos.
Lc 9:13 Les respondió Jesús : Dadles vosotros de comer. Pero ellos replicaron: No tenemos más de cinco panes y dos peces , a no ser que quieras que vayamos nosotros con nuestro poco dinero a comprar víveres para toda esta gente.
Lc 9:16 Y habiendo él tomado los cinco panes y los dos peces , levantando los ojos al cielo, los bendijo, los partió y los distribuyó a los discípulos, para que los sirviesen a la gente.
Lc 14:16 Mas Jesús le respondió: Un hombre dispuso una gran cena, y convidó a mucha gente.
Lc 18:36 Y sintiendo el tropel de la gente que pasaba, preguntó qué novedad era aquella.
Lc 19:39 Con esto algunos de los fariseos, que iban entre la gente, le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
Lc 22:47 Estando todavía con la palabra en la boca, sobrevino un tropel de gente, delante de la cual iba uno de los doce llamado Judas, que se arrimó a Jesús para besarle.
Jn 6:5 Habiendo, pues, Jesús levantado los ojos, y viendo venir hacia sí un grandísimo gentío, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos panes para dar de comer a toda la gente?
Jn 6:9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos peces : mas ¿qué es esto para tanta gente?
Jn 6:24 Pues como viese la gente que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, entraron en dichos barcos, y se dirigieron a Cafarnaúm en busca de Jesús .
Jn 7:20 ¿Pues, por qué intentáis matarme? Respondió la gente: Estás endemoniado: ¿Quién es el que trata de matarte?
Jn 12:18 Por esta causa salió tanta gente a recibirle, por haber oído que había hecho este milagro.
Jn 12:29 La gente que allí estaba, y oyó el sonido de esta voz, decía que aquello había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.
Jn 12:34 Le replicó la gente: Nosotros sabemos por la ley, que el Cristo debe vivir eternamente; pues ¿cómo dices que debe ser levantado en alto o crucificado el Hijo del hombre? ¿Quién es ese Hijo del hombre?
Hech 2:43 Y toda la gente estaba sobrecogida de un respetuoso temor; porque eran muchos los prodigios y milagros que hacían los apóstoles en Jerusalén , de suerte que todos universalmente estaban llenos de espanto.
Hech 3:12 Lo que viendo Pedro, habló a la gente de esta manera: ¡Oh hijos de Israel!, ¿por qué os maravilláis de esto, y por qué nos estáis mirando a nosotros, como si por virtud o potestad nuestra hubiésemos hecho andar a este hombre?
Hech 5:16 Concurría también a Jerusalén mucha gente de las ciudades vecinas, trayendo enfermos y endemoniados, los cuales eran curados todos.
Hech 5:26 Entonces el comandante fue allá con su gente y los condujo sin hacerles violencia; porque temían ser apedreados por el pueblo.
Hech 9:40 Entonces Pedro, habiendo hecho salir a toda la gente, poniéndose de rodillas, hizo oración, y vuelto al cadáver, dijo: Tabita, levántate. Al instante abrió ella los ojos, y viendo a Pedro se incorporó.
Hech 17:5 Pero los judíos incrédulos, llevados de su falso celo, se valieron de algunos malos hombres de ínfima plebe, y reuniendo gente, amotinaron la ciudad, y se echaron sobre la casa de Jasón en busca de Pablo y de Silas, para presentarlos a la vista del pueblo.
Hech 18:10 pues que yo estoy contigo, y nadie llegará a maltratarte; porque ha de ser mía mucha gente en esta ciudad.
Hech 18:13 diciendo: Este persuade a la gente que dé a Dios un culto contrario a la ley.
Hech 19:26 y veis también y oís cómo ese Pablo, no sólo en Efeso, sino casi en toda el Asia, con sus persuasiones ha hecho cambiar de creencia a mucha gente, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.
Hech 21:22 ¿Qué es, pues, lo que se ha de hacer? Sin duda se reunirá toda esta multitud de gente, porque luego han de saber que has venido.
Hech 21:34 Mas en aquel tropel de gente quién gritaba una cosa, y quién otra. Y no pudiendo averiguar lo cierto a causa del alboroto, mandó que le condujesen a una fortaleza.
Hech 24:12 Y nunca me han visto disputar con nadie en el templo, ni amotinando la gente de las sinagogas,
Rom 2:20 preceptor de gente ruda, maestro de niños, o recién convertidos, como quien tiene en la ley de Moisés la pauta de la ciencia y de la verdad;
I Ped 2:9 Vosotros, al contrario, sois el linaje escogido, una clase de sacerdotes reyes, gente santa, pueblo de conquista, para publicar las grandezas de aquel que os sacó de las tinieblas a su luz admirable.