Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

gente

I Rey 17:47 y conozca todo este concurso de gente, que el Señor salva sin espada ni lanza; porque él es el árbitro de la guerra, y él os entregará en nuestras manos.
I Rey 18:5 Salía David a todas las expediciones a que le enviaba Saúl, y se conducía con mucha prudencia. Le dio después Saúl mando sobre alguna gente de guerra, y se ganó la afición de todo el pueblo, y particularmente de los criados de Saúl.
I Rey 18:27 y de allí a pocos días marchó con la gente que comandaba, y mató a doscientos filisteos; entregando al rey este número de incircuncisos, a fin de llegar a ser yerno suyo. Con esto le dio Saúl a su hija Micol por esposa,
I Rey 21:6 Respondió David al sumo sacerdote, diciéndole: Por lo que toca a mujeres, nos hemos contenido desde ayer, y antes de ayer, después que partimos; y los cuerpos de mi gente se han conservado puros. A la verdad el camino profano es, pero aún se purificará mi gente lavando sus cuerpos y vestidos.
I Rey 21:6 Respondió David al sumo sacerdote, diciéndole: Por lo que toca a mujeres, nos hemos contenido desde ayer, y antes de ayer, después que partimos; y los cuerpos de mi gente se han conservado puros. A la verdad el camino profano es, pero aún se purificará mi gente lavando sus cuerpos y vestidos.
I Rey 21:14 Y así comenzó a demudar su semblante delante de ellos, y se dejaba caer entre los brazos de la gente, dando de cabezadas contra las puertas, y haciendo correr la saliva por su barba.
I Rey 22:7 Y supo Saúl que David y la gente que tenía, se habían dejado ver. Estando, pues, Saúl en Gabaa, y hallándose un día en un bosque cerca de Ramá, teniendo en su mano la lanza, y rodeado de todos sus criados,
I Rey 23:9 Con eso Saúl mandó a toda su tropa que saliese disimuladamente a campaña contra Ceila para cercar a David y a su gente.
I Rey 23:13 Dijo todavía David: ¿Los de Ceila me entregarán a mí y a toda mi gente en manos de Saúl? Y respondió el Señor: Os entregarán.
I Rey 23:14 Por lo que dispuso David marcharse de allí con toda su gente, que eran como unos seiscientos hombres; y saliendo de Ceila, andaban de una a otra parte sin asiento fijo. Tuvo Saúl aviso de que había huido David de Ceila, se había puesto a salvo; por lo cual aparentó no querer moverse.
I Rey 23:25 Con esto se despidieron, y volvieron a Zif delante de Saúl. Estaban entonces David y su gente en el desierto de Maón, y se quedó allí. Enterado de ello Saúl, fue en persecución de David en el desierto de Maón.
I Rey 23:26 Iba Saúl por un lado del monte, y David con los suyos por el otro, y ya no tenía esperanza de poder escapar de las manos de Saúl; pues éste con su gente tenía encerrado a David y a los suyos, como en un círculo, para cogerlos en medio.
I Rey 24:2 Tomando, pues, Saúl tres mil hombres escogidos en todo Israel, salió en busca de David y de su gente; yendo hasta por las rocas más escarpadas, accesibles sólo a las cabras monteses.
I Rey 25:20 Habiendo, pues, montado en un asno, y bajando a la falda del monte, encontró a David y a su gente que venían hacia ella; la cual fue luego a su encuentro.
I Rey 25:27 Mas ahora recibe, señor mío, este presente que te ofrece tu esclava, y repártelo, ¡oh mi señor!, entre la gente que traes contigo.
I Rey 26:5 Y partiendo en secreto, fue al lugar donde estaba Saúl y observando el sitio en que dormían Saúl y Abner, hijo de Ner, general de sus tropas, y que Saúl dormía en su tienda, y alrededor de él toda la demás gente,
I Rey 26:14 y llamó desde allí en alta voz a la gente de Saúl y a Abner hijo de Ner, diciéndole: Qué, ¿no respondes, oh Abner? Y respondiendo éste, dijo: ¿Quién eres tú, que tanto gritas e incomodas al rey?
I Rey 27:8 durante los cuales salía David con su gente a hacer correrías sobre Gesuri y Gerzi y sobre los amalecitas; porque antiguamente estaban aquellas aldeas por estos pueblos desde el camino del sur hasta la tierra de Egipto.
I Rey 29:2 Los sátrapas de los filisteos marchaban al frente de sus tropas, divididas en compañías de a ciento, y regimientos de a mil hombres; mas David y su gente iban en la retaguardia con Aquis.
I Rey 29:11 Se levantó, pues, David con su gente siendo aún de noche, para partir por la mañana, y volverse al país de los filisteos. Mas los filisteos subieron a Jezrael.
I Rey 30:3 Pues como David y su gente llegasen a la ciudad, y la encontrasen abrasada, y que sus mujeres, sus hijos e hijas habían sido llevadas cautivas,
I Rey 30:15 Le dijo David: ¿Y podrás tú guiarme a donde está esa gente? Respondió el egipcio: Júrame por el nombre de Dios que no me matarás, ni me entregarás en manos de mi amo, y yo te llevaré a donde está aquella tropa. Se lo juró David.
I Rey 30:31 de Hebrón, y finalmente a los demás que habitaban en aquellos lugares en los cuales David y su gente habían estado algún tiempo alojados.
II Rey 2:3 Asimismo se llevó allá toda la gente que tenía consigo, cada uno con su familia, y se establecieron en los lugares cercanos a Hebrón;
II Rey 2:30 Joab por su parte, cesando de perseguir a Abner, volvió atrás, juntó toda su gente, y faltaron de los soldados de David diecinueve hombres, sin contar a Asael.
II Rey 2:31 Pero las gentes de David mataron a trescientos sesenta de los benjamitas y demás gente de Abner.
II Rey 2:32 A Asael lo llevaron consigo, y lo enterraron en Betlehem, en el sepulcro de su padre. Joab y su gente caminaron toda la noche, y al amanecer llegaron a Hebrón.
II Rey 3:35 Se levantó, pues, David y toda la gente para ir a comer, siendo aún día claro, juró David diciendo: No me haga Dios bien, y hágame si mucho mal, si antes de ponerse el sol probare yo pan, ni cosa ninguna.
II Rey 4:12 Dio, pues, David la orden a su gente, y los mataron; y cortándoles las manos y los pies, los colgaron junto al estanque de Hebrón; pero la cabeza de Isboset la pusieron en el sepulcro de Abner en Hebrón.
II Rey 5:6 Porque a pocos días el rey con toda la gente que tenía consigo se dirigió a Jerusalén contra los jebuseos, moradores de aquel territorio, y le dijeron a David los sitiados: No entrarás acá dentro de esta plaza si no echas primero de ella a los ciegos y cojos, los cuales están diciendo: No entrará David acá.
II Rey 5:21 Y los filisteos dejaron allí sus ídolos, los cuales recogieron David y su gente.
II Rey 6:2 y se puso en marcha con toda la gente principal de la tribu de Judá que con él estaba, para traerse de Cariatiarim el arca de Dios, en presencia de la cual es invocado el nombre del Señor de los ejércitos, que está sentado encima de ella sobre los querubines.
II Rey 6:19 Y distribuyó a toda la muchedumbre de israelitas que le habían acompañado, tanto a hombres como a mujeres, a cada persona una torta de pan, un pedazo de carne de buey asada, y flor de harina frita en aceite. Con esto se retiró toda la gente, cada cual a su casa.
II Rey 7:23 Y ¿qué nación hay sobre la tierra comparable a tu pueblo de Israel, al cual tú has ido a rescatar para hacer de él un pueblo tuyo, en el cual has engrandecido tu nombre con las maravillas obradas en favor suyo, y en cuya presencia has hecho tan espantosos prodigios para sacarle de la esclavitud de Egipto, y castigar a aquella tierra, su gente y su dios o rey?
II Rey 13:34 Entretanto escapó Absalón. Un criado que estaba de atalaya, tendiendo la vista, vio venir mucha gente por un camino extraviado al lado del monte.
II Rey 15:12 Hizo venir asimismo a Aquitofel, gilonita, consejero de David, de su ciudad de Gilo. Al tiempo, pues, que estaba inmolando las víctimas, se formaba una regia conjuración; e iba creciendo el número de la gente que corría en tropel al partido de Absalón.
II Rey 15:22 Con esto dijo David a Etai: Ven, pues, y pasa el torrente Cedrón. Y pasó Etai, geteo, con todos los que le acompañaban y la demás gente.
II Rey 15:23 Lloraban con grandes sollozos; y fue pasando toda la muchedumbre. Pasó también el rey el torrente Cedrón, y se encaminó toda la gente por el camino que va al desierto.
II Rey 16:14 En fin, el rey y su gente llegaron fatigados a Bahurim, donde descansaron.
II Rey 17:2 y echándome sobre él (mientras estén todos cansados y desmayados), le derrotaré; y luego que huyere toda la gente que tiene consigo, quedará el rey desamparado y acabaré con él.
II Rey 17:3 Con lo cual conduciré otra vez a toda aquella gente, como se hace volver a un hombre solo; por cuanto tú no buscas sino una sola persona; y muerta ésta, todo el pueblo quedará en paz.
II Rey 17:8 Y añadió Cusai: No ignoras que tu padre y la gente que te sigue son varones muy esforzados, y en la actualidad de ánimo exasperado, como una osa embravecida en un bosque cuando le han robado sus cachorillos. Sobre todo, tu padre es un hombre aguerrido, y así no se detendrá con su gente.
II Rey 17:8 Y añadió Cusai: No ignoras que tu padre y la gente que te sigue son varones muy esforzados, y en la actualidad de ánimo exasperado, como una osa embravecida en un bosque cuando le han robado sus cachorillos. Sobre todo, tu padre es un hombre aguerrido, y así no se detendrá con su gente.
II Rey 17:10 Y al oír esto, los más valientes de tu ejército, cuyo corazón es como de leones, desmayarán de temor; pues sabe todo el pueblo de Israel que tu padre es un varón esforzado, y que es gente valerosa la que lo sigue.
II Rey 17:16 Ahora, pues, enviad cuanto antes a decir a David: No pares esta noche en las campiñas del desierto; antes bien pasa sin dilación a la otra parte del Jordán. No suceda que sea arrollado el rey con toda su gente.
II Rey 17:22 Marchó, pues, David con toda su gente, y pasó el Jordán antes del amanecer, sin que quedase a la otra parte ni siquiera uno.
II Rey 17:29 y miel, y manteca de vacas, ovejas y terneros gordos; y lo dieron todo a David y a la gente que lo acompañaba, para que comiesen, persuadidos de que estarían todos acosados del hambre y la sed, hallándose en un desierto.
II Rey 18:1 David, pues, habiendo pasado revista a su gente, eligió tribunos y centuriones que la mandasen.
II Rey 18:9 Y sucedió que huyendo Absalón montando en un mulo, se encontró con la gente de David, y como se metiese el mulo debajo de una frondosa y grande encina, se le enredó a Absalón la cabeza en dicho árbol, y pasando adelante el mulo en que iba montado, quedó colgado en el aire entre el cielo y la tierra.
II Rey 19:2 con lo que la victoria en aquel día se convirtió en luto para todo el ejército; pues la gente oyó decir aquel día: El rey está traspasado de dolor por causa de su hijo.