Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

gente

Salm 94:10 Por espacio de cuarenta años estuve irritado contra esta raza de gente, y decía: Siempre está descarriado el corazón de este pueblo.
Salm 140:9 Guárdame de los lazos que me han armado, y de las emboscadas de esa malvada gente.
Prov 1:21 se hace oír en los concursos de gente; expone sus útiles documentos en las puertas de la ciudad, y dice a todos los hombres:
Prov 5:9 a fin de que no entregues tu honra a gente extraña, ni tus floridos años a una cruel.
Prov 14:28 En la muchedumbre del pueblo está la gloria y poder de un rey; la escasez de gente es deshonor del príncipe.
Prov 30:11 Hay una casta de gente que maldice a su padre, y también a su madre, en vez de bendecirla.
Prov 30:12 Otra casta de gente que se tiene por pura, y por lo mismo no se ha lavado de sus manchas.
Prov 30:13 Otra casta hay de gente que tiene siempre altivos sus ojos, y erguidos y levantados sus párpados.
Ecle 4:16 Infinito es el número de la gente que lo precedió, y llenó de aplausos; mas los que vendrán después, ya no estarán contentos con él. Conque también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Ecle 9:14 Había una ciudad pequeña, de poca gente; vino contra ella un rey poderoso, y la bloqueó, y levantó fortalezas y máquinas alrededor, y quedó concluido el cerco.
Sab 2:16 Nos mira como a gente frívola y ridícula, se abstiene de nuestros usos como de inmundicias, prefiere lo que esperan los justos en la muerte; y se gloría de tener a Dios por padre.
Sab 11:15 Así fue que a aquel pueblo y caudillo, de quien se mofaban, como de gente echada a la aventura en aquella inhumana exposición de los niños, al fin de los sucesos lo miraban con admiración; habiendo ellos padecido una sed, bien diferente de la de los justos, que luego fue remediada.
Ecli 9:20 Sábete que conversas con la muerte; porque tú caminas en medio de lazos, y andas entre las armas de gente resentida.
Ecli 20:21 El hombre insulso es como un cuento sin substancia, de aquellos que andan siempre en las bocas de gente malcriada.
Ecli 30:2 Quien instruye a su hijo será honrado en él; y él se gloriará con la gente de su familia.
Ecli 41:23 de la injusticia, delante del compañero y del amigo; y del hurto delante de la gente del lugar donde moréis; cosas todas contra la verdad de Dios y la ley santa.
Ecli 45:16 Jamás las vistió o usó hombre alguno de otra gente, sino solamente los hijos de éste y sus nietos perpetuamente.
Ecli 48:17 y quedó poquísima gente en la Palestina, y un sólo príncipe de la casa de David.
Ecli 50:27 A dos naciones o gentes tiene aversión mi alma por su impiedad; y la tercera que aborrezco no es gente:
Isa 6:11 Y dije yo: ¿Hasta cuándo durará, Señor, tu indignación? Y respondió: Hasta que desoladas las ciudades, queden sin habitantes, y las casas sin gente, y la tierra desierta.
Isa 17:10 Por cuanto olvidaste a Dios tu salvador y no te acordaste de tu poderoso defensor, por esto plantarás planta buena y sembrarás simiente que servirá para una gente extraña.
Isa 22:1 Duro anuncio contra el valle de la Visión, o Jerusalén . ¿Qué es lo que tú también tienes, que tu gente toda se sube a los terrados?
Isa 24:8 Cesó el festivo sonido de los panderos, se acabó la algazara de las bulliciosas cuadrillas de gente, enmudeció la melodiosa cítara.
Isa 26:2 Abrid las puertas, y entre la gente justa, que observa la verdad o justicia de mis preceptos.
Isa 44:7 ¿Quién hay semejante a mí? Que se declare y se explique; y me exponga la serie de las cosas desde que yo fundé la antigua gente del mundo: anuncia a los suyos lo porvenir, y las cosas que han de suceder.
Isa 46:6 Vosotros que sacáis del talego el oro, y pesáis la plata con la balanza, y os ajustáis con un platero para que haga un dios, ante quien se arrodille la gente y lo adore;
Isa 58:2 ya que cada día me requieren como en juicio, y quieren saber mis consejos. Como gente que hubiese vivido justamente, y no hubiese abandonado la ley de su Dios, así me demandan razón de los juicios o decretos de mi justicia y quieren acercarse a Dios.
Jer 1:18 Puesto que en este día te constituyo como una ciudad fuerte y como una columna de hierro, y un muro de bronce contra toda la tierra esta; contra los reyes de Judá, y sus príncipes, y sacerdotes, y la gente del país.
Jer 5:9 Pues, ¿no he de castigar yo estas cosas, dice el Señor, y no se vengará mi alma de una tal gente?
Jer 5:29 ¿Cómo no he de castigar yo estas cosas, dice el Señor?; ¿o cómo puede mi alma dejar de tomar venganza de esta gente?
Jer 6:7 Como la cisterna conserva fresca su agua, así conserva Jerusalén fresca y reciente la malicia suya. No se oye hablar en ella sino de desafueros y robos; yo veo siempre gente afligida y maltratada.
Jer 6:28 Todos esos magnates del pueblo andan descarriados, proceden fraudulentamente; no son más que cobre y hierro; toda es gente corrompida.
Jer 12:5 Si tú, responde el Señor, corriendo con gente de a pie, te fatigaste, ¿cómo podrás apostarlas con los que van a caballo? Y si no has estado sin miedo en una tierra de paz, ¿qué harás en medio de la soberbia de los moradores del Jordán?
Jer 12:17 Pero si fueren indóciles, arrancaré de raíz aquella gente, y la exterminaré, dice el Señor.
Jer 13:10 Esta pésima gente, que no quiere oír mis palabras, y prosigue con su depravado corazón, y se ha ido en pos de los dioses ajenos para servirlos y adorarlos, vendrá a ser como esa faja, que para nada es buena.
Jer 14:18 Si salgo al campo, yo no veo sino cadáveres de gente pasada a cuchillo; si entro en la ciudad, he aquí la población transida de hambre. Hasta los profetas y los sacerdotes son conducidos cautivos a un país desconocido.
Jer 22:8 Y atravesará mucha gente por esta ciudad, y dirá cada uno a su compañero: ¿Por qué motivo trató así el Señor a esta gran ciudad?
Jer 26:11 Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los príncipes y a toda la gente, diciendo: Este hombre es reo de muerte; porque ha profetizado contra esta ciudad, conforme vosotros mismos habéis oído.
Jer 37:2 Y ni él, ni sus servidores, ni la gente de la tierra obedecieron a las palabras que el Señor dijo por boca del profeta Jeremías.
Jer 41:6 Ismael, pues, hijo de Natanías, saliendo de Masfat al encuentro de esta gente, caminaba despacio y llorando; y así que los encontró, les dijo: Venid a Godolías, hijo de Ahicam.
Jer 41:9 La cisterna o foso en que Ismael arrojó todos los cadáveres de aquella gente que asesinó por causa o envidia de Godolías, es aquella misma que hizo el rey Asá con motivo de Baasa, rey de Israel la cual llenó Ismael, hijo de Natanías, de los cuerpos de aquellos que habían muerto.
Jer 41:12 Y reunida toda su gente, partieron para combatir contra Ismael, hijo de Natanías, y le alcanzaron cerca de la gran piscina o estanque de Gabaón.
Jer 41:14 Con esto toda aquella gente que Ismael había hecho prisionera regresó a Masfat, y se fue con Johanán, hijo de Caree.
Jer 44:20 Entonces Jeremías habló a todo el pueblo contra los hombres, y contra las mujeres, y contra la gente toda, que tal respuesta le habían dado, y les dijo:
Jer 52:6 Mas en el mes cuarto, a nueve del mes, se apoderó el hambre de la ciudad, y la gente del pueblo no tenía con qué alimentarse.
Jer 52:15 Y a los pobres del pueblo, y a los restos de la gente que había quedado en la ciudad, y a los fugitivos que se habían pasado al rey de Babilonia, y al resto de la multitud, los transportó Nabuzardán, general del ejército, a Babilonia.
Ezeq 2:7 Tú, pues, les repetirás mis palabras, por si acaso escuchan, y cesan de pecar, porque es gente a propósito para irritar.
Ezeq 12:2 Hijo de hombre, tú habitas en medio de un pueblo rebelde, que tiene ojos para ver y no mira, y oídos para oír y no escucha; porque es ella una gente contumaz.
Ezeq 12:19 Y dirás al pueblo de Israel que está en esta tierra: Así habla el Señor Dios a aquellos que aún habitan en Jerusalén , en la tierra de Israel: Comerán su pan llenos de sobresalto, y beberán su agua poseídos de congoja; porque quedará el país desolado de su mucha gente, por causa de las maldades de sus habitantes.
Ezeq 17:9 Les dirás, pues: Así habla el Señor Dios: ¿Qué acaso prosperará? ¿No arrancará sus raíces la primera águila, y no destruirá sus frutos, y hará secar todos los sarmientos que había arrojado, de suerte que quede un tronco seco; y eso sin necesidad de gran poder, ni de mucha gente para arrancarla de cuajo?