Lc 4:35
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Mas Jesús , increpándole, le dijo: Enmudece, y sal de ese hombre. Y el demonio, habiéndole arrojado al suelo en medio de todos, salió de él, sin hacerle daño alguno.
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Lc 4:38
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Y saliendo Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. Estaba la suegra de Simón con una fuerte calentura; y le suplicaron por su alivio.
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Lc 5:1
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Sucedió un día, que hallándose Jesús junto al lago de Genezaret las gentes se agolpaban alrededor de él, ansiosas de oír la palabra de Dios.
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Lc 5:8
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Lo que viendo Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús , diciendo: Apártate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.
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Lc 5:10
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Lo mismo que sucedía a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Entonces Jesús dijo a Simón: No tienes que temer, de hoy en adelante serán hombres los que has de pescar.
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Lc 5:12
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Estando en una de aquellas ciudades de Galilea, he aquí un hombre todo cubierto de lepra, el cual así que vio a Jesús , se postró rostro por tierra, y le rogaba diciendo: Señor, si tú quieres, puedes curarme.
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Lc 5:13
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Y Jesús , extendiendo la mano, le tocó diciendo: Quiero: sé curado. Y de repente desapareció de él la lepra.
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Lc 5:17
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Estaba Jesús un día sentado enseñando, y estaban asimismo sentados allí varios fariseos y doctores de la ley, que habían venido de todos los lugares de Galilea y de Judea, y de la ciudad de Jerusalén ; y la virtud del Señor se manifestaba en sanar a los enfermos.
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Lc 5:18
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Cuando he aquí que llegan unos hombres que traían tendido en una camilla a un paralítico: y hacían diligencias por meterle dentro de la casa en que estaba Jesús , y ponérselo delante.
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Lc 5:19
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Y no hallando por dónde introducirle a causa del gentío, subieron sobre el terrado, y abierto el techo le descolgaron con la camilla al medio delante de Jesús .
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Lc 5:22
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Mas Jesús , que conoció sus pensamientos, respondiendo, les dijo: ¿Qué es lo que andáis resolviendo en vuestros corazones?,
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Lc 5:30
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De lo cual murmuraban los fariseos y los escribas de los judíos, diciendo a los discípulos de Jesús : ¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos, y con gentes de mala vida?
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Lc 5:31
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Pero Jesús , tomando la palabra, les dijo: Los sanos no necesitan de médico, sino los enfermos.
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Lc 6:1
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Aconteció también en el sábado llamado segundo primero, que pasando Jesús por unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas, y estregándolas entre las manos, comían los granos.
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Lc 6:3
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Y Jesús , tomando la palabra, les respondió: Pues, ¿no habéis leído vosotros lo que hizo David, cuando él y los que le acompañaban padecieron hambre?
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Lc 6:8
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Pero Jesús , que calaba sus pensamientos, dijo al que tenía seca la mano: Levántate, y ponte en medio. Se levantó y se puso en medio.
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Lc 6:9
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Les dijo entonces Jesús : Tengo que haceros una pregunta: ¿Es lícito en los días de sábado hacer bien, o mal? ¿Salvar a un hombre la vida, o quitársela?
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Lc 6:11
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Mas ellos llenos de furor, conferenciaban entre sí, qué podrían hacer contra Jesús .
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Lc 7:3
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Habiendo oído hablar de Jesús , le envió algunos de los ancianos o senadores de los judíos, a suplicarle que viniese a curar a su criado.
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Lc 7:4
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Ellos en consecuencia llegados que fueron a Jesús , le rogaban con gran empeño que condescendiese: Es un sujeto, le decían, que merece que les hagas este favor,
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Lc 7:6
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Iba, pues, Jesús con ellos. Y estando ya cerca de la casa, el centurión le envió a decir por sus amigos: Señor, no te tomes esa molestia, que no merezco yo que tú entres dentro de mi morada.
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Lc 7:9
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Así que Jesús oyó esto, quedó como admirado, y vuelto a las muchas gentes que le seguían, dijo: En verdad os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tan grande.
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Lc 7:11
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Sucedió después que iba Jesús camino de la ciudad llamada Naím, y con él iban sus discípulos y mucho gentío.
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Lc 7:15
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Y luego se incorporó el difunto, y comenzó a hablar. Y Jesús lo entregó a su madre.
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Lc 7:19
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Y Juan, llamando a dos de ellos, los envió a Jesús para que le hiciesen esta pregunta: ¿Eres tú aquel que vendrá a salvar al mundo, o debemos esperar a otro?
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Lc 7:21
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(En la misma hora curó Jesús a muchos de sus enfermedades y llagas, y de espíritus malignos, y dio vista a muchos ciegos).
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Lc 7:24
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Así que hubieron partido los enviados de Juan, Jesús se dirigió al numeroso auditorio, y les habló de Juan en esta forma: ¿Qué salisteis a ver en el desierto?; ¿alguna caña sacudida del viento?
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Lc 7:40
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Jesús respondiendo a su pensamiento, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Di, maestro, respondió él.
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Lc 7:43
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Respondió Simón: Hago juicio que aquel a quien se perdonó más. Y le dijo Jesús : Has juzgado rectamente.
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Lc 8:1
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Algún tiempo después andaba Jesús por las ciudades y aldeas predicando, y anunciando el reino de Dios, acompañado de los doce,
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Lc 8:23
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y mientras ellos iban navegando, se durmió Jesús , al tiempo que un viento recio alborotó las olas, de manera que llenándose de agua la barca, corrían riesgo.
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Lc 8:28
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Este, pues, así que vio a Jesús , se arrojó a sus pies, y le dijo a grandes gritos: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Dios altísimo? Te ruego que no me atormentes.
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Lc 8:28
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Este, pues, así que vio a Jesús , se arrojó a sus pies, y le dijo a grandes gritos: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Dios altísimo? Te ruego que no me atormentes.
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Lc 8:29
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Y es que Jesús mandaba al espíritu inmundo que saliese de aquel hombre; porque hacía mucho tiempo que estaba de él apoderado; y por más que le ataban con cadenas y ponían grillos, rompía las prisiones, y acosado del demonio huía a los desiertos.
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Lc 8:30
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Jesús le preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Legión; porque eran muchos los demonios entrados en él.
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Lc 8:35
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de donde salieron las gentes a ver lo que había sucedido; y viniendo a Jesús , hallaron al hombre, de quien habían salido los demonios, sentado a sus pies, vestido, y en su sano juicio, y quedaron espantados.
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Lc 8:37
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Entonces todos los gerasenos a una le suplicaron que se retirase de su país; por hallarse sobrecogidos de gran espanto. Subiendo, pues, Jesús en la barca, se volvió.
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Lc 8:38
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Pedíale aquel hombre de quien habían salido los demonios, que le llevase en su compañía. Pero Jesús le despidió diciendo:
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Lc 8:39
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Vuélvete a tu casa, y cuenta las maravillas que Dios ha obrado a favor tuyo. Y se fue por toda la ciudad, publicando los grandes beneficios que Jesús le había hecho.
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Lc 8:40
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Habiendo regresado Jesús a Galilea, salió el pueblo a recibirle; porque todos estaban esperándole con ansia.
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Lc 8:45
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Y dijo Jesús : ¿Quién es el que me ha tocado? Excusándose todos, dijo Pedro con sus compañeros: Maestro, un tropel de gentes te comprime, y sofoca, y preguntas: ¿Quién me ha tocado?
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Lc 8:46
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Pero Jesús replicó: Alguno me ha tocado; pues yo he sentido salir de mí cierta virtud.
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Lc 8:48
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Y Jesús le dijo: Hija, tu fe te ha curado, vete en paz.
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Lc 8:50
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Pero Jesús , así que lo oyó, dijo al padre de la niña: No temas, basta que creas, y ella vivirá.
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Lc 8:54
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Jesús , pues, la cogió de la mano, y dijo en alta voz: Niña, levántate.
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Lc 8:55
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Y de repente volvió su alma al cuerpo, y se levantó al instante. Y Jesús mandó que le diesen de comer.
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Lc 9:7
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Entretanto oyó Herodes el tetrarca todo lo que hacía Jesús , y no sabía a qué atenerse,
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Lc 9:10
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Los apóstoles a la vuelta contaron a Jesús todo cuanto habían hecho, y el tomándolos consigo aparte se retiró a un lugar desierto, del territorio de Betsaida.
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Lc 9:11
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Lo que sabido por los pueblos se fueron tras él; y los recibió Jesús con amor, y les hablaba del reino de Dios, y daba salud a los que carecían de ella.
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Lc 9:13
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Les respondió Jesús : Dadles vosotros de comer. Pero ellos replicaron: No tenemos más de cinco panes y dos peces , a no ser que quieras que vayamos nosotros con nuestro poco dinero a comprar víveres para toda esta gente.
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