Lc 18:19
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Le respondió Jesús : ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino Dios.
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Lc 18:22
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Lo cual oyendo Jesús , le dijo: Todavía te falta una cosa: Vende todos tus haberes, dalos a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y después ven, y sígueme.
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Lc 18:24
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Y Jesús viéndole sobrecogido de tristeza, dijo: ¡Oh cuán dificultosamente los adinerados entrarán en el reino de Dios!
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Lc 18:27
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Les respondió Jesús : Lo que es imposible a los hombres, a Dios es posible.
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Lc 18:29
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Les dijo Jesús : En verdad os digo, ninguno hay que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o esposa, o hijos, por amor del reino de Dios,
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Lc 18:31
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Después tomando Jesús aparte a los doce apóstoles, les dijo: Ya veis que subimos a Jerusalén , donde se cumplirán todas las cosas que fueron escritas por los profetas acerca del Hijo del hombre;
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Lc 18:37
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Le dijeron que Jesús Nazareno pasaba por allí de camino.
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Lc 18:38
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Y al punto se puso a gritar: ¡Jesús , hijo de David, ten piedad de mí!
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Lc 18:40
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Se detuvo entonces Jesús , y mandó traerlo a su presencia; y cuando lo tuvo ya cerca, le preguntó,
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Lc 18:42
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Le dijo Jesús : Tenla: y sábete que tu fe te ha salvado.
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Lc 19:1
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Habiendo Jesús entrado en Jericó , atravesaba por la ciudad.
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Lc 19:3
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hacía diligencias para conocer a Jesús de vista; y no pudiendo a causa del gentío, por ser de muy pequeña estatura,
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Lc 19:5
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Llegado que hubo Jesús a aquel lugar, alzando los ojos le vio, y le dijo: Zaqueo, baja luego; porque conviene que yo me hospede hoy en tu casa.
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Lc 19:9
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Jesús le respondió: Ciertamente que el día de hoy ha sido día de salvación para esta casa; pues que también éste es hijo de Abrahán.
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Lc 19:28
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Después de haber dicho Jesús estas cosas, prosiguió su viaje a Jerusalén , e iba él delante de todos.
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Lc 19:35
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Lo condujeron, pues, a Jesús , y echando las ropas de ellos sobre el burro, lo hicieron montar en él.
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Lc 19:36
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Mientras iba Jesús pasando, tendían sus vestidos por el camino.
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Lc 20:3
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Pero Jesús , por respuesta, les dijo a ellos: También yo quiero haceros una pregunta, respondedme:
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Lc 20:8
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Entonces Jesús les dijo: Tampoco yo quiero deciros con qué autoridad hago estas cosas.
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Lc 20:17
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Pero Jesús , clavando los ojos en ellos, dijo: ¿Pues qué quiere decir lo que está escrito: La piedra que desecharon los arquitectos, ésta misma vino a ser la principal piedra del ángulo?
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Lc 20:23
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Mas Jesús , conociendo su malicia, les dijo: ¿Para qué venís a tentarme?
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Lc 20:34
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Les respondió Jesús : Los hijos de este siglo contraen matrimonios recíprocamente;
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Lc 21:1
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Estando un día Jesús mirando hacia el arca del templo, vio a varios ricos que iban echando en él sus ofrendas.
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Lc 21:8
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Jesús les respondió: Mirad, no os dejéis engañar; porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: Yo soy el Mesías y ya ha llegado el tiempo; guardaos, pues, de seguirlos.
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Lc 21:37
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Estaba Jesús entre día enseñando en el templo, y saliendo a la noche, la pasaba en el monte llamado de los Olivos.
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Lc 22:2
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y los príncipes de los sacerdotes y los escribas andaban trazando el modo de dar la muerte a Jesús ; mas temían al pueblo.
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Lc 22:8
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Jesús , pues, envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: Id a prepararnos lo necesario para celebrar la Pascua .
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Lc 22:25
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Mas Jesús le dijo: Los reyes de las naciones las tratan con imperio; y los que tienen autoridad sobre ellas, son llamados bienhechores.
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Lc 22:34
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Pero Jesús le replicó: Yo te digo, ¡oh Pedro!, que no cantará hoy el gallo, antes que tú niegues tres veces haberme conocido. Les dijo después:
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Lc 22:36
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Nada, respondieron ellos. Pues ahora, prosiguió Jesús , el que tiene bolsillo, llévelo, y también alforja; y el que no tiene espada, venda su túnica, y cómprela.
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Lc 22:38
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Ellos dijeron: Señor, he aquí dos espadas. Pero Jesús les respondió: Basta.
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Lc 22:39
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Salió, pues, Jesús , y se fue según costumbre hacia el monte de los Olivos. Lo siguieron asimismo sus discípulos.
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Lc 22:47
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Estando todavía con la palabra en la boca, sobrevino un tropel de gente, delante de la cual iba uno de los doce llamado Judas, que se arrimó a Jesús para besarle.
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Lc 22:48
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Y Jesús le dijo: ¡Oh Judas!, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?
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Lc 22:49
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Viendo los que acompañaban a Jesús lo que iba a suceder, le dijeron: Señor, ¿heriremos con la espada?
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Lc 22:51
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Pero Jesús , tomando la palabra, dijo luego: Dejadlo, no paséis adelante, y habiendo tocado la oreja del herido, le curó.
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Lc 22:52
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Dijo después Jesús a los príncipes de los sacerdotes, y a los prefectos del templo, y a los ancianos que venían contra él: ¿Habéis salido armados con espadas y garrotes como contra un ladrón?
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Lc 22:54
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En seguida prendieron a Jesús , le condujeron a casa del sumo sacerdote; y Pedro le iba siguiendo a lo lejos.
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Lc 22:63
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Mientras tanto, los que tenían atado a Jesús , se mofaban de él, y le golpeaban.
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Lc 23:3
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Pilatos, pues, le interrogó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los judíos? A lo cual respondió Jesús : Así es como tú dices.
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Lc 23:8
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Herodes se alegró sobremanera de ver a Jesús ; porque hacía mucho tiempo que deseaba verlo, por las muchas cosas que había oído de él, y con esta ocasión esperaba verlo hacer algún milagro.
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Lc 23:20
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Les habló nuevamente Pilatos, con deseo de libertar a Jesús .
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Lc 23:25
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En consecuencia dio libertad, como ellos pedían, al que por causa de homicidio y sedición había sido encarcelado; y a Jesús le abandonó al arbitrio de ellos.
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Lc 23:26
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Al conducirle al suplicio echaron mano de un tal Simón, natural de Cirene, que venía de una granja, y le cargaron la cruz para que la llevara en pos de Jesús .
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Lc 23:28
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Pero Jesús vuelto a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén , no lloréis por mí; llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
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Lc 23:32
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Eran también conducidos con Jesús a la muerte dos facinerosos.
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Lc 23:34
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Entretanto Jesús decía: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen. Y ellos poniéndose a repartir entre sí sus vestidos, los sortearon.
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Lc 23:35
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El pueblo lo estaba mirando todo, y a una con él los principales hacían burla de Jesús diciendo: A otros ha salvado, sálvese, pues, a sí mismo, si él es el Cristo , o Mesías, el escogido de Dios.
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Lc 23:38
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Estaba colocado sobre la cabeza de Jesús un letrero escrito en griego, en latín y en hebreo, que decía: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS.
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Lc 23:39
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Y uno de los ladrones que estaban crucificados, blasfemaba contra Jesús , diciendo: Si tú eres el Cristo , o Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros.
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