NTRETANTO se reunieron en Afec todas las tropas de los filisteos; e Israel por su parte acampó junto a la fuente que había en Jezrael.
Los sátrapas de los filisteos marchaban al frente de sus tropas, divididas en compañías de a ciento, y regimientos de a mil hombres; mas David y su gente iban en la retaguardia con Aquis.
Y dijeron los príncipes de los filisteos a Aquis: ¿Qué hacen aquí esos hebreos? Les respondió Aquis: Pues, ¿no conocéis a David que sirvió a Saúl, rey de Israel, y está en mi compañía días hace, o ya años, sin que haya yo tenido queja de él desde el día que se pasó a mí hasta el presente?
Mas los príncipes de los filisteos se irritaron contra él, y le dijeron: Retírese ese hombre, y quédese allá en el lugar que le señalaste, y no venga con nosotros a la guerra, no sea que comenzando el combate se revuelva contra nosotros; porque, ¿de qué otro modo podrá aplacar a su Señor, sino a costa de nuestras cabezas?
¿No es éste aquel David de quien cantaban a coros en las danzas: Saúl mató a mil, y David mató a diez mil?
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Llamó, pues, Aquis a David, y le dijo: Vive el Señor que tú eres justo y bueno en mis ojos; y que es tal la conducta que has observado en el ejército, que no he hallado en ti falta ninguna, desde el día en que te pasaste a mí hasta el presente; pero no eres del gusto de los sátrapas.
Vuélvete, pues, y vete en paz, por no incomodar con tu vista a los sátrapas filisteos.
Dijo David a Aquis: Pues, ¿qué he hecho yo, y qué has visto en mí, siervo tuyo, desde el día en que me presenté a ti hasta hoy, para que no pueda yo ir a pelear contra los enemigos del rey mi señor?
Respondió Aquis, y le dijo: En cuanto a mí, bien sé que me eres fiel, y te tengo por un ángel de Dios; pero los príncipes de los filisteos han dicho resueltamente: No irá con nosotros al combate.
Por tanto, disponte para mañana por la mañana con todos los siervos de tu señor, que contigo vinieron; y levantándoos antes de amanecer, al romper el alba poneos en camino.
Se levantó, pues, David con su gente siendo aún de noche, para partir por la mañana, y volverse al país de los filisteos. Mas los filisteos subieron a Jezrael.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas