ORQUE en orden a la asistencia o socorro que se dispone a favor de los santos de Jerusalén , para mí es por demás el escribiros.
Pues sé bien la prontitud de vuestro ánimo, de la cual me glorío entre los macedonios, diciéndoles que la provincia de Acaya está ya pronta desde el año pasado a hacer esa limosna, y que vuestro ejemplo ha provocado la santa emulación de muchos.
Sin embargo, he enviado ahí a esos hermanos, a fin de que no en vano me haya gloriado de vosotros en esta parte, y para que estéis prevenidos, como yo he dicho que estabais;
no sea que cuando vinieren los de Macedonia conmigo, hallasen que no teníais recogido nada, y tuviésemos nosotros que avergonzarnos por esta causa.
Por tanto he juzgado necesario rogar a dichos hermanos que se adelanten, y den orden para que esa limosna, de antemano prometida, esté a punto, de modo que sea ése un don ofrecido por la caridad, y no como arrancado a la avaricia.
Lo que digo es que quien escasamente siembra, cogerá escasamente; y quien siembra a manos llenas, a manos llenas cogerá.
Haga cada cual la oferta conforme lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana, o como por fuerza; porque Dios ama al que da con alegría.
Por lo demás, poderoso es Dios para colmaros de todo bien; de suerte que contentos siempre con tener en todas las cosas todo lo suficiente, estéis sobrados para ejercitar toda especie de buenas obras con vuestros prójimos,
según lo que está escrito: La justicia del que a manos llenas dio a los pobres, dura por los siglos de los siglos.
Porque Dios que provee de simiente al sembrador, él os dará también pan que comer, y multiplicará vuestra sementera, y hará crecer más y más los frutos de vuestra justicia;
para que siendo ricos en todo, ejercitéis con sincera caridad toda suerte de limosnas, las cuales nos harán tributar a Dios acciones de gracias.
Porque estas ofrendas que estamos encargados de recoger, no sólo remedian las necesidades de los santos, sino que también contribuyen mucho a la gloria del Señor, por la gran multitud de acciones de gracias que se le tributan;
pues los santos recibiendo esta prueba de vuestra liberalidad por medio de nuestro ministerio, se mueven a glorificar a Dios por la sumisión que mostráis la buena nueva de Cristo , y por la sincera caridad con que dais parte de vuestros bienes, ya a ellos, ya a todos los demás.
Y con las oraciones que hacen por vosotros, dan un buen testimonio del amor que os tienen, a causa de la eminente gracia que habéis recibido de Dios.
Sea, pues, Dios loado por su don inefable.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas