Isa 29:11
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Y las visiones o profecías de todos éstos serán para vosotros como palabras de un libro sellado, que cuando lo dieren a uno que sabe leer, y le digan: Léelo; responderá: No puedo, porque está sellado.
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Isa 29:18
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Y aquel día los sordos oirán las palabras del libro de la ley. Y los ojos de los ciegos recibirán la luz, saliendo de las tinieblas y oscuridad.
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Isa 29:21
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aquellos que con sus palabras inducían a los hombres a pecar, y armaban lazos al que en la puerta, o juzgado de la ciudad, los reprendía, y sin causa se alejaron del justo y de la justicia.
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Isa 30:21
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Escuchen tus oídos sus palabras, cuando yendo tras de ti te grite diciendo: Este es el camino, andad por él; y no torzáis ni a la derecha ni a la izquierda.
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Isa 32:7
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Las armas de que se vale el impostor son muy malignas; pues está siempre maquinando las tramas para perder con mentirosas palabras a los mansos o pobres afligidos, mientras el pobre habla y pide lo que es justo.
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Isa 32:9
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Mujeres opulentas, levantaos y escuchad mi voz; hijas que confiáis en las riquezas, prestad oídos a mis palabras.
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Isa 33:18
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Entonces tu corazón hará memoria de sus pasados temores. ¿Dónde está, dirá él, el letrado? ¿Dónde el orgulloso que pesaba las palabras de la ley? ¿Dónde el maestro de niños?
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Isa 36:13
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Y se puso en pie Rabsaces, y gritó en alta voz y dijo en lengua judaica: Oíd las palabras del gran rey, del rey de los asirios.
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Isa 36:22
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Y en seguida Eliacim, hijo de Helcías, mayordomo mayor del palacio, y Sobna, doctor de la ley, y Joahe, hijo de Asaf, canciller, rasgados sus vestidos, volvieron a Ezequías y le refirieron las palabras de Rabsaces.
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Isa 37:4
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Interpón, pues, tu oración por las reliquias del pueblo; para ver si el Señor Dios tuyo ha reparado en las palabras de Rabsaces, enviado de su amo el rey asirio a blasfemar el Nombre de Dios vivo, e insultarle con las expresiones que ha oído el Señor tu Dios.
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Isa 37:6
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el cual les dijo: He aquí la respuesta que habéis de llevar a vuestro amo: El Señor dice: No temas las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado de mí los criados del rey de los asirios.
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Isa 37:17
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Señor, inclina tus oídos y escucha, abre, Señor, tus ojos, y mira, y repara todas las palabras dictadas por Sennaquerib para blasfemar al Dios vivo.
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Isa 41:26
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¿Quién otro más que yo ha anunciado estas cosas desde su principio ?, decidlo a fin de que le conozcamos, y desde los tiempos antiguos, para que digamos: tienes razón, a favor tuyo está la justicia. Mas no hay entre vuestros ídolos quien profetice, ni quien prediga lo futuro, ni quien oiga siquiera las palabras de vuestra boca.
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Isa 47:8
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Ahora, pues, escucha estas palabras, ¡oh Babilonia!, tú que vives entre delicias, y que estás llena de arrogancia; tú que dices en tu corazón: Yo soy la dominadora, y no hay otra más que yo; no quedaré jamás viuda o sin rey, ni conoceré nunca al esterilidad.
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Isa 49:2
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E hizo mi boca o mis palabras como una aguda espada; bajo la sombra de su mano me cobijó; e hizo de mí como una saeta bien afilada, y me ha tenido guardado dentro de su aljaba.
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Isa 50:4
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El Señor me dio una lengua sabia, a fin de que sepa y sostener con mis palabras al que está desmayado; él me llama por la mañana, me llama de madrugada a mis oídos, para que le escuche como a maestro.
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Isa 51:16
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En tu boca he puesto mis palabras, y te he amparado con la sombra de mi poderosa mano, para que plantes los cielos y fundes la tierra, y digas a Sión: Tú eres mi pueblo.
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Isa 53:9
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Y en recompensa de bajar al sepulcro le concederá Dios la conversión de los impíos; tendrá por precio de su muerte al hombre rico; porque él no cometió pecado, ni hubo dolo en sus palabras.
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Isa 55:3
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Prestad oídos a mis palabras, y venid a mí: Escuchad, y vuestra alma hallará vida y asentaré con vosotros alianza sempiterna, en cumplimiento de las misericordias prometidas a David.
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Isa 58:13
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Si te abstuvieres de caminar en día de sábado y de hacer tu voluntad o gusto en mi santo día y llamares al sábado día de reposo y santo o consagrado a la gloria del Señor, y lo solemnizares con no volver a tus andadas, ni hacer tu gusto, ni contentarte sólo con palabras,
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Isa 59:3
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Porque manchadas están de sangre vuestras manos, y llenos de iniquidad vuestros dedos; y no pronuncian más que la mentira vuestros labios, y sólo habla palabras de iniquidad vuestra lengua.
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Isa 59:13
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Pecado hemos y mentido contra el Señor, y hemos vuelto las espaldas por no seguir a nuestro Dios, y sí para calumniar y cometer maldades; concebimos y proferimos del corazón palabras de mentira.
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Isa 59:21
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Y éste es mi nuevo pacto con ellos, dice el Señor: El espíritu mío que está en ti, y las palabras mías que puse yo en tu boca, no se apartarán de tus labios, dice el Señor, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de tus nietos, desde ahora para siempre.
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Isa 66:2
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Estas cosas todas las hizo mi mano y todas ellas son obra mía, dice el Señor. ¿Y en quién pondré yo mis ojos, sino en el pobrecito y contrito de corazón, y que oye con respetuoso temor mis palabras?
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Jer 1:9
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Después alargó el Señor su mano, y tocó mis labios; y me añadió el Señor: Mira, yo pongo mis palabras en tu boca;
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Jer 3:12
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Anda y repite en alta voz estas palabras hacia el septentrión, y di: Conviértete, ¡oh tú, rebelde Israel!, dice el Señor; que no torceré yo mi rostro para no mirarte; pues yo soy santo y benigno, dice el Señor, y no conservaré siempre mi enojo.
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Jer 5:14
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Esto me dice el Señor Dios de los ejércitos: Porque habéis proferido vosotros tales palabras, he aquí, ¡oh Jeremías!, que yo desde ahora pongo en tu boca mis palabras cual fuego devorador, y le doy ese pueblo por leña para que sea de él consumido.
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Jer 5:14
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Esto me dice el Señor Dios de los ejércitos: Porque habéis proferido vosotros tales palabras, he aquí, ¡oh Jeremías!, que yo desde ahora pongo en tu boca mis palabras cual fuego devorador, y le doy ese pueblo por leña para que sea de él consumido.
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Jer 6:19
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Oye, ¡oh tierra!, mira, yo acarrearé sobre ese pueblo desastres, fruto de sus depravados designios; puesto que no escucharon mis palabras, y desecharon mi ley.
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Jer 7:8
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Pero vosotros estáis muy confiados en palabras mentirosas o vanas, que de nada os aprovecharán.
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Jer 7:27
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Tú, pues, les dirás todas estas palabras; mas no te escucharán. Los llamarás; mas no te responderán.
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Jer 10:1
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Oíd los de la casa de Israel las palabras que ha hablado el Señor acerca de vosotros.
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Jer 11:2
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Oíd las palabras de este pacto y referidlas a los varones de Judá y a los habitantes de Jerusalén ;
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Jer 11:3
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y tú, ¡oh Jeremías!, les dirás: Esto dice el Señor Dios de Israel: Maldito será el hombre que no escuchare las palabras de este pacto;
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Jer 11:6
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Entonces me dijo el Señor: Predica en alta voz todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén , diciendo: Oíd las palabras de este pacto, y observadlas;
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Jer 11:6
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Entonces me dijo el Señor: Predica en alta voz todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén , diciendo: Oíd las palabras de este pacto, y observadlas;
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Jer 11:10
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Ellos han vuelto a las antiguas maldades de sus padres, los cuales no quisieron obedecer mis palabras; también éstos han ido como aquéllos en pos de los dioses ajenos para adorarlos; y la casa de Israel y la casa de Judá quebrantaron mi alianza, la alianza que contraje yo con sus padres.
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Jer 13:10
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Esta pésima gente, que no quiere oír mis palabras, y prosigue con su depravado corazón, y se ha ido en pos de los dioses ajenos para servirlos y adorarlos, vendrá a ser como esa faja, que para nada es buena.
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Jer 13:12
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Por tanto les dirás estas palabras: Esto dice el Señor Dios de Israel: Todas las vasijas serán llenadas de vino. Y ellos te responderán: ¿Acaso no sabemos que en años abundantes se llenan de vino todos los vasos?
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Jer 14:17
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Y tú les dirás entretanto estas palabras: Derramen mis ojos sin cesar lágrimas noche y día, porque Jerusalén , la virgen hija del pueblo mío, se halla quebrantada de una extrema aflicción, con una llaga sumamente maligna.
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Jer 15:17
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No me he sentado en las reuniones de los escarnecedores o impíos; ni me engreí de lo que obró el poder de tu mano; solo me estaba y retirado, pues tú me llenaste de vaticinios o palabras amenazadoras.
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Jer 17:23
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Mas ellos no quisieron escuchar, ni prestar oídos a mis palabras; al contrario, endurecieron su cerviz para no oírme, ni recibir mis documentos.
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Jer 18:2
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Anda y baja a casa de un alfarero, y allí oirás mis palabras.
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Jer 18:18
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Mas ellos dijeron entonces: Venid y tratemos seriamente de obrar contra Jeremías, porque a pesar de lo que él predice, no nos faltará la explicación de la ley de boca del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Venid, pues, atravesémosle con los dardos de nuestra lengua, y no hagamos caso de ninguna de sus palabras.
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Jer 19:2
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y vete al valle del hijo de Ennom, que está al oriente cerca de la entrada de la alfarería, y allí publicarás las palabras que voy a decirte.
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Jer 19:15
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Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Mirad, yo voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas las ciudades que dependen de ella, todos los males con que yo la he amenazado; ya que han endurecido su cerviz para no atender a mis palabras.
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Jer 22:5
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Pero si vosotros desobedeciereis estas palabras, juro por mí mismo, dice el Señor, que esta casa o palacio quedará reducido a una soledad.
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Jer 22:21
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Yo te prediqué en medio de tu prosperidad, y tú dijiste: No quiero escuchar; ésta es tu conducta desde tu mocedad, hacerte sordo a mis palabras.
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Jer 23:9
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En orden a los falsos profetas, mi corazón, dijo Jeremías, se despedaza en medio de mi pecho, desencajados tengo todos mis huesos; me hallo como un ebrio, como un hombre tomado del vino, al considerar el enojo del Señor y a vista de sus santas palabras.
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Jer 23:16
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Moradores de Jerusalén , he aquí lo que os dice el Señor de los ejércitos: No queráis escuchar las palabras de los profetas que os profetizan cosas lisonjeras, y os embaucan, ellos os cuentan las visiones o sueños de su corazón, no lo que ha dicho el Señor.
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