IV Rey 19:6
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Y les dijo Isaías: Esto diréis a vuestro amo: Así habla el Señor: No tienes que intimidarte por las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado contra mí los criados del rey de los asirios.
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IV Rey 19:16
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Inclina tus oídos, y escucha: abre, ¡oh Señor!, tus ojos, y mira; oye todas las palabras blasfemas de Sennaquerib, el cual ha enviado a blasfemar entre nosotros del Dios vivo.
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IV Rey 22:11
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quien al oír las palabras del libro de la ley del Señor, rasgó sus vestiduras;
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IV Rey 22:13
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Id y consultad al Señor acerca de mí y acerca del pueblo y de todo Judá sobre las palabras de este libro que se ha hallado, porque grande es la cólera del Señor que se ha encendido contra nosotros, visto que nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, ni pusieron en ejecución lo que nos estaba prescrito.
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IV Rey 22:13
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Id y consultad al Señor acerca de mí y acerca del pueblo y de todo Judá sobre las palabras de este libro que se ha hallado, porque grande es la cólera del Señor que se ha encendido contra nosotros, visto que nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, ni pusieron en ejecución lo que nos estaba prescrito.
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IV Rey 22:18
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Y al rey de Judá que os ha enviado a consultar al Señor, diréis así: Esto dice el Señor Dios de Israel: Por cuanto has escuchado las palabras de este libro,
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IV Rey 23:2
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Y subió el rey al templo del Señor, acompañado de todos los varones de Judá y de los moradores de Jerusalén , de los sacerdotes y profetas, y de todo el pueblo, pequeños y grandes, y leyó delante de ellos todas las palabras del Libro de la Alianza hallado en la casa del Señor.
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IV Rey 23:3
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Y puesto el rey en pie sobre su tribuna o trono, hizo pacto o alianza delante del Señor, de que todos seguirían al Señor y guardarían sus preceptos y amonestaciones y ceremonias con todo el corazón y con toda el alma, y restablecerían en su observancia las palabras de esta alianza escritas en aquel libro; y ratificó el pueblo ese pacto o promesa.
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IV Rey 23:24
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Extirpó igualmente Josías a los pitones o magos y a los adivinos, y las figuras de ídolos, y las inmundicias y abominaciones que habían quedado en el país de Judá y de Jerusalén a fin de restablecer en su vigor las palabras de la ley escritas en aquel libro hallado por Helcías, sumo sacerdote, en el templo del Señor.
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I Par 17:15
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Natán expuso a David todas estas palabras y toda esta visión.
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II Par 10:7
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Los ancianos le contestaron: Si acaricias a este pueblo, y lo aplacas con palabras dulces, ellos serán tus vasallos perpetuamente.
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II Par 15:8
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Oyendo Asá las palabras y profecía de Azarías, hijo de Oded profeta, cobró aliento, y quitó los ídolos de todo el país de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que habían conquistado en la montaña de Efraín; y dedicó o restableció el altar del Señor, que estaba colocado ante el pórtico del templo del Señor.
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II Par 32:8
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Pues él tiene consigo un brazo de carne; pero con nosotros está el Señor Dios nuestro, el cual es nuestro defensor, y pelea por nosotros. Al oír el pueblo estas palabras de Ezequías , rey de Judá, cobró gran aliento.
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II Par 33:18
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Los demás hechos de Manasés, y la súplica que hizo a su Dios, como también las palabras de los profetas, que le hablaban en nombre del Señor Dios de Israel, se contienen en los Libros de los Reyes de Israel.
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II Par 34:19
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y oído éste las palabras de la ley, rasgó sus vestiduras;
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II Par 34:21
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Id, y orad o consultad al Señor por mí y por las reliquias de Israel y de Judá, acerca de todas las palabras de este libro que se ha encontrado; porque grande es el furor o azote del Señor que está para descargar sobre nosotros; por cuanto no han guardado nuestros padres las palabras del Señor, ni cumplido todo cuanto está escrito en este libro.
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II Par 34:21
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Id, y orad o consultad al Señor por mí y por las reliquias de Israel y de Judá, acerca de todas las palabras de este libro que se ha encontrado; porque grande es el furor o azote del Señor que está para descargar sobre nosotros; por cuanto no han guardado nuestros padres las palabras del Señor, ni cumplido todo cuanto está escrito en este libro.
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II Par 34:22
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Fue, pues, Helcías, junto con los enviados del rey, a encontrar a Olda, profetisa, mujer de Sellum, hijo de Tecuat, hijo de Hasra, guardarropa; la cual moraba en Jerusalén , en la segunda ciudad, y le refirieron las palabras que arriba mencionamos.
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II Par 34:26
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Al rey de Judá que os ha enviado para que yo ruegue al Señor, le diréis: Esto dice el Señor Dios de Israel: Ya que por haber oído las palabras del libro,
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II Par 35:22
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No quiso Josías retirarse, sino que se preparó para darle batalla, sin querer escuchar las palabras de Necao, que eran de Dios; y avanzó para venir a las manos en el campo de Mageddo.
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II Par 36:16
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Mas ellos se mofaban de los enviados de Dios, no hacían caso alguno de sus palabras, e insultaban a los profetas, hasta que descargó el furor del Señor sobre su pueblo, y no hubo ya remedio.
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I Esd 7:11
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Esta es la copia de la carta en forma de decreto, que dio el rey Artajerjes a Esdras, sacerdote, escriba o maestro muy instruido en las palabras y mandamientos del Señor, y en las ceremonias prescritas por él a Israel:
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I Esd 9:3
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Al oír estas palabras, penetrado de dolor rasgué mi manto y la túnica, y mesé los cabellos de mi cabeza y de mi barba, y me senté lleno de tristeza.
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I Esd 9:4
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Entonces acudieron a mí todos los temerosos de las palabras del Dios de Israel, en vista de la prevaricación de aquellos que habían venido del cautiverio antes de nosotros, y yo permanecí sentado y poseído de angustias hasta el sacrificio de la tarde.
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II Esd 1:4
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Al oír yo semejantes palabras, me senté, y comencé a lamentarme, y lloré durante muchos días, ayunaba y hacía oración en presencia del Dios del cielo,
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II Esd 2:18
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Al mismo tiempo les hice ver cómo estaba a favor mío la benéfica mano de mi Dios, y les referí las palabras que el rey me había dicho, y concluí: Ea, vamos y emprendamos la obra. Con esto ellos cobraron vigor para ponerla en ejecución.
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II Esd 8:9
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Y Nehemías (que es el mismo Atersata o copero del rey), y Esdras sacerdote y escriba, y los levitas, queinterpretaban la ley a todo el pueblo, dijeron: Este día está consagrado al Señor Dios nuestro; no gimáis, ni lloréis. Porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
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II Esd 8:12
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Con eso se retiró toda la gente a comer y beber, y a repartir porciones y celebrar una gran fiesta, por haber entendido las palabras que se lers habían explicado.
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II Esd 8:13
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Al segundo día se juntaron los príncipes de las familias de todo el pueblo, los sacerdotes y levitas, delante de Esdras escriba, para que les interpretase las palabras de la ley.
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Tob 2:6
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al acordarse de aquellas palabras que dijo el Señor por el profeta Amós: Vuestros días festivos se convertirán en lamentos y lloros.
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Tob 2:23
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Y con estas y semejantes palabras lo zahería."
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Tob 4:2
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y le dijo: Escucha, hijo mío, las palabras de mi boca, y asiéntalas en tu corazón, como por cimiento.
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Tob 4:14
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No permitas jamás que la soberbia domine tu corazón o tus palabras; porque de ella tomó principio toda especie de perdición.
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Tob 5:28
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A estas palabras cesó la madre de llorar, y se aquietó.
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Tob 12:16
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Al oír estas palabras, se llenaron de turbación, y temblando cayeron en tierra, sobre su rostro.
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Jud 5:26
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Luego que acabó Aquior de hablar estas palabras, se indignaron todos los magnates de Holofernes, y trataban de quitarle la vida, diciéndose unos a otros:
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Jud 6:5
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Ahora bien, si tú tienes por cierta tu profecía, no mudes el color del rostro, y esa palidez que cubre tu semblante échala lejos de ti, si crees que no tendrán efecto estas palabras mías.
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Jud 8:1
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Llegaron estas palabras a oídos de la viuda Judit; la cual era hija de Merari, hijo de Idox, hijo de José, hijo de Ozías, hijo de Elai, hijo de Jamnor, hijo de Gedeón, hijo de Rafaím, hijo de Aquitob, hijo de Melquías, hijo de Enán, hijo de Natanías, hijo de Salatiel, hijo de Simeón, hijo de Rubén.
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Jud 8:21
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Ahora, pues, hermanos míos, ya que vosotros sois los ancianos o mayores en el pueblo de Dios, y está de vosotros pendiente su alma, alentad con vuestras palabras sus corazones, representándoles cómo nuestros padres fueron tentados, para que se viese si de veras honraban a su Dios.
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Jud 9:13
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Sean sus ojos, fijados en mí, el lazo en que quede preso, y hiérele tú, oh Señor, con las afectuosas palabras que salgan de mi boca.
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Jud 9:18
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Acuérdate, Señor, de tu alianza, y ponme tú las palabras en la boca, y fortifica mi corazón en esta empresa; a fin de que tu templo se mantenga siempre consagrado a tu culto,
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Jud 10:14
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Así que oyeron aquellos soldados sus palabras, quedaron contemplando su cara, tan encantados estaban de su rara belleza.
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Jud 11:4
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Le respondió Judit: Atiende a las palabras de tu sierva, porque si siguieres los consejos de tu esclava, el Señor dará cumplimiento a tu empresa.
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Est 7:8
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Vuelto Asuero del jardín, plantado de árboles, y entrando en el lugar del convite, halló a Amán postrado o caído sobre el lecho o tarima en que Ester estaba recostada, y dijo: ¿Aun a la reina quieres violentar delante de mí, en mi propia casa? No bien había el rey pronunciado estas palabras, cuando al instante le cubrieron a Amán la cara.
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Est 14:13
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Pon en mi boca palabras discretas así que me presente al león Asuero, y muda su corazón a que aborrezca a nuestro enemigo, para que perezca éste con todos sus cómplices.
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Est 15:11
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Entonces Dios trocó el corazón del rey, inclinándole a la dulzura; y apresurado y temeroso salió del trono, y cogiendo a Ester entre sus brazos hasta que volvió en sí, la acariciaba con estas palabras:
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Job 4:2
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Si empezamos a razonar contigo, quizá no te gustará lo que diremos; pero, ¿quién podrá contener las palabras que ahora vienen a la boca?
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Job 4:4
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Tus palabras eran el sostén de los vacilantes, y tú fortalecías las trémulas rodillas de los débiles.
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Job 6:25
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¿Por qué razón, pues, habéis contradicho a las palabras de verdad que he hablado, siendo así que ninguno de vosotros puede acusarme de pecado?
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Job 8:2
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¿Hasta cuándo has de hablar de ese modo, y han de ser como un torbellino las palabras de tu boca?
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