Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

mano

Isa 41:20 a fin de que todos a una vean, y sepan, y consideren, y comprendan que la mano del Señor es la que ha hecho tal cosa; y que es el Santo de Israel quien la ha creado.
Isa 42:6 Yo el Señor te he llamado por amor o celo de la justicia, te he tomado por la mano, y te he preservado; te he puesto para ser el reconciliador del pueblo y luz de las naciones;
Isa 43:13 y yo soy el mismo desde el principio o desde la eternidad; y no hay nadie que pueda sustraerse de mi mano. Yo haré una cosa ¿y quién me la impedirá?
Isa 44:5 Este dirá: Yo soy el Señor; aquel otro se gloriará de llevar el nombre de Jacob ; y otro escribirá sobre su mano: Soy del Señor, y se apellidará con un nombre semejante a Israel.
Isa 44:20 Una parte de éste es ya ceniza y no obstante un corazón necio lo adora, y no se desengaña a sí mismo diciendo: Quizá la obra hecha por mi mano es una falsedad.
Isa 45:1 Esto dice el Señor a mi ungido Ciro, a quien he tomado de la mano, para sujetar a él las naciones y hacer volver las espaldas a los reyes, y para abrir delante de él las puertas, sin que ninguna pueda resistirle.
Isa 48:13 Mi mano fue la que fundó la tierra, y mi diestra la que midió los cielos; a una voz que yo les dé, al momento se presentarán todos.
Isa 49:2 E hizo mi boca o mis palabras como una aguda espada; bajo la sombra de su mano me cobijó; e hizo de mí como una saeta bien afilada, y me ha tenido guardado dentro de su aljaba.
Isa 49:22 He aquí lo que responde el Señor Dios: Sábete que yo extenderé mi mano hacia las naciones, enarbolaré entre los pueblos mi estandarte. Y a tus hijos te los traerán en brazos, y en hombros llevarán a tus hijas.
Isa 50:2 Porque yo vine al mundo, y no hubo nadie que me recibiese; llamé y no hubo quien me escuchase. ¿Es por ventura que se ha acortado o achicado mi mano, de suerte que no pueda redimir? ¿O no tengo yo poder para libertaros? Sabed que a una amenaza mía haré del mar un desierto, y secaré los ríos; se pudrirán los peces por falta de agua, y morirán en seco.
Isa 50:11 Pero he aquí que vosotros todos estáis encendiendo el fuego de la venganza divina, y estáis ya rodeados de llamas. Caminad, pues, a la luz de vuestro fuego y de las llamas que habéis encendido. Mi mano vengadora es la que así os trata; yaceréis entre dolores.
Isa 51:16 En tu boca he puesto mis palabras, y te he amparado con la sombra de mi poderosa mano, para que plantes los cielos y fundes la tierra, y digas a Sión: Tú eres mi pueblo.
Isa 51:17 Alzate, ¡oh Sión!, álzate, levántate, ¡oh Jerusalén !, tú que has bebido de la mano del Señor el cáliz de su ira; hasta el fondo has bebido tú el cáliz que causa un mortal sopor, y has bebido hasta las heces.
Isa 51:18 De todos los hijos que ella engendró, no hay uno que la sostenga; y entre todos los hijos que ella ha criado, no hay quien la coja de la mano.
Isa 51:22 Estas cosas dice tu dominador, el Señor Dios tuyo que peleará por su pueblo: Mira, yo voy a quitar de tu mano ese cáliz soporífero; las heces del cáliz de mi indignación no las beberás ya otra vez.
Isa 51:23 Yo lo pondré en la mano de aquellos que te han humillado, y que te dijeron en tu angustia: Póstrate, para que pasemos por encima; y tú pusiste tu cuerpo como tierra que se pisa, y como camino que huellan los caminantes.
Isa 53:4 Es verdad que él mismo tomó sobre sí nuestras dolencias y cargó con nuestras penalidades; pero nosotros lo reputamos entonces como un leproso, y como un hombre herido de la mano de Dios y humillado,
Isa 59:1 Porque mirad que no se ha encogido la mano del Señor, para que ella no pueda salvar; ni se le han entupido sus oídos, para no poder oír vuestros clamores;
Isa 62:3 Y serás, entonces, una corona de gloria en la mano del Señor, y una real diadema en mano de tu Dios.
Isa 62:3 Y serás, entonces, una corona de gloria en la mano del Señor, y una real diadema en mano de tu Dios.
Isa 66:2 Estas cosas todas las hizo mi mano y todas ellas son obra mía, dice el Señor. ¿Y en quién pondré yo mis ojos, sino en el pobrecito y contrito de corazón, y que oye con respetuoso temor mis palabras?
Isa 66:14 Vosotros lo veréis, y se regocijará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y será visible la mano del Señor a favor de sus siervos; al paso que hará experimentar su indignación a sus enemigos.
Jer 1:9 Después alargó el Señor su mano, y tocó mis labios; y me añadió el Señor: Mira, yo pongo mis palabras en tu boca;
Jer 6:9 Esto dice el Señor de los ejércitos: Los restos del pueblo de Israel serán cogidos como un pequeño racimo en una viña ya vendimiada: Vuelve, ¡oh caldeo!, tu mano, como el vendimiador para meter en el cuévano el rebusco.
Jer 6:12 Y sus casas pasarán a ser de otros, y también las heredades y las mujeres, porque yo extenderé mi mano contra los moradores del país, dice el Señor.
Jer 6:23 Echará mano de las saetas, y del escudo; es cruel y no se apiadará de nadie; el ruido de sus tropas es como el ruido del mar, y montarán sobre caballos, dispuestos a combatir como valientes contra ti, ¡oh hija de Sión!
Jer 10:3 Porque las leyes de los pueblos vanas son y erróneas; visto que un escultor corta con el hacha un árbol del bosque, y lo labra con su mano;
Jer 10:9 Se trae de Tarsis la plata en planchas arrolladas, y el oro de Ofaz; lo trabaja la mano del artífice y del platero; es vestida luego la estatua de jacinto y de púrpura. Obra de artífice es todo eso.
Jer 15:6 Tú me abandonaste, dice el Señor, y me volviste las espaldas, y yo extenderé mi mano sobre ti, y te exterminaré, cansado estoy de rogarte.
Jer 15:17 No me he sentado en las reuniones de los escarnecedores o impíos; ni me engreí de lo que obró el poder de tu mano; solo me estaba y retirado, pues tú me llenaste de vaticinios o palabras amenazadoras.
Jer 18:6 ¿Por ventura no podré hacer yo con vosotros, ¡oh casa de Israel!, como ha hecho este alfarero con su barro, dice el Señor? Sabed que lo que es el barro en manos del alfarero, eso sois vosotros en mi mano, ¡oh casa de Israel!
Jer 19:7 Y en este sitio disiparé yo los designios de los habitantes de Judá y de Jerusalén ; exterminaré a éstos con la espada, a la vista de sus enemigos, y por mano de aquellos que buscan su perdición, y daré sus cadáveres en pasto a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.
Jer 21:5 Y yo mismo pelearé contra vosotros, y os derrotaré extendiendo mi mano y el fuerte brazo mío con furor e indignación y enojo grande.
Jer 22:24 Juro yo, dice el Señor, que aunque Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, fuese tan interesante para mí como el sello o anillo de mi mano derecha, me lo arrancaría del dedo.
Jer 25:15 Porque esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Toma de mi mano esa copa de vino de mi furor, y darás a beber de él a todas las gentes a quienes yo te envío;
Jer 25:17 Tomé, pues, la copa de la mano del Señor, y di a beber de ella a todas las naciones a que el Señor me envió:
Jer 25:28 Y cuando no quisieren recibir de tu mano la copa de mi ira para beber de ella, les dirás: Ved lo que dice el Señor de los ejércitos: La beberéis sin recurso.
Jer 29:3 Jeremías envió esta carta por mano de Elasa, hijo de Safán y de Gamarías, hijo de Helcías, despachados a Babilonia por Sedecías, rey de Judá, a Nabucodonosor, rey de Babilonia. El contenido de la carta era:
Jer 30:14 Se han olvidado de ti todos tus amadores, y no se curarán ya de ti para ser amigos tuyos, en vista de que te he hecho una llaga como de mano hostil y con un terrible azote; porque estás endurecida en tus pecados a causa de tu gran iniquidad.
Jer 31:32 Alianza, no como aquella que contraje con sus padres el día que los cogí por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; alianza que ellos invalidaron, y por tanto ejercí sobre ellos mi soberano dominio, dice el Señor.
Jer 32:21 tú sacaste a tu pueblo de Israel de la tierra de Egipto por medio de milagros y portentos, con mano poderosa, y brazo fuerte, y gran espanto;
Jer 32:29 Y entrarán los caldeos con espada en mano en esta ciudad, y le pegarán fuego, y la quemarán con las casas en cuyos terrados se ofrecían sacrificios a Baal y libaciones a dioses ajenos para irritarme.
Jer 33:13 En las ciudades de las montañas, y en las ciudades de las llanuras, y en las ciudades meridionales, y en la tierra de Benjamín, y en las ciudades de Judá, todavía se verán pasar las reses, dice el Señor, debajo de la mano de su pastor, que las irá contando.
Jer 36:14 Con esto, todos aquellos señores enviaron a decir a Baruc, por medio de Judí, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi: Toma en tu mano ese libro que tú has leído delante del pueblo, y vente acá. Tomó, pues, Baruc, hijo de Nerías, en su mano el libro, y fue adonde ellos estaban.
Jer 36:14 Con esto, todos aquellos señores enviaron a decir a Baruc, por medio de Judí, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi: Toma en tu mano ese libro que tú has leído delante del pueblo, y vente acá. Tomó, pues, Baruc, hijo de Nerías, en su mano el libro, y fue adonde ellos estaban.
Jer 43:9 Toma en tu mano unas piedras grandes, y escóndelas en la bóveda que hay debajo de la pared de ladrillos, a la puerta del palacio del faraón, en Tafnis, a presencia de algunos judíos.
Jer 46:9 Montad a caballo, y corred locamente en los carros, y avancen los valientes de Etiopía, y los de Libia con el escudo en la mano, y los lidios echando mano de las saetas y arrojándolas.
Jer 46:9 Montad a caballo, y corred locamente en los carros, y avancen los valientes de Etiopía, y los de Libia con el escudo en la mano, y los lidios echando mano de las saetas y arrojándolas.
Jer 51:7 Babilonia ha sido hasta ahora en la mano del Señor como un cáliz de oro para embriagar o hacer beber su ira a toda la tierra. Todas las naciones bebieron de su vino, y quedaron como fuera de sí.
Jer 51:25 Aquí estoy yo contra ti, dice el Señor, ¡oh monte pestífero que profanas toda la tierra!, y extenderé contra ti mi mano, y te precipitaré de entre tus peñas, y te haré semejante a un monte consumido por las llamas.