Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

hijos

Heb 2:14 Y por cuanto los hijos tienen comunes la carne y sangre, él también participó de las mismas cosas, para destruir por su muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo,
Heb 8:4 porque si él habitase sobre la tierra, ni aun sacerdote sería, estando ya establecidos a este fin los hijos de la tribu de Leví, que según la ley, ofrecen los dones,
Heb 10:39 Mas nosotros, hermanos, no somos de los hijos que desertan de la fe para perderse, sino de los fieles y constantes para poner a salvo al alma, y asegurarle la eterna gloria.
Heb 11:21 Por la fe Jacob , moribundo, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró o se inclinó profundamente delante de la vara de gobierno que llevaba José.
Heb 11:22 Por la fe José, al morir, hizo mención de la salida de los hijos de Israel, y dispuso acerca de sus propios huesos.
Heb 11:35 mujeres hubo que recibieron resucitados a sus difuntos hijos. Mas otros fueron estirados en el potro, no queriendo redimir la vida presente, por asegurar otra mejor en la resurrección .
Heb 12:5 sino que os habéis olvidado ya de las palabras de consuelo, que os dirige Dios como a hijos, diciendo en la Escritura. Hijo mío, no desprecies la corrección o castigo del Señor, ni caigas de ánimo cuando te reprende.
Heb 12:7 Sufrid, pues, y aguantad firmes, la corrección. Dios se porta con vosotros como con hijos. Porque ¿cuál es el hijo a quien su padre no corrige?
Heb 12:8 Que si estáis fuera de la corrección o castigo, de que todos los justos participaron, bien se ve que sois bastardos, y no hijos legítimos.
Sant 1:18 Porque por un puro querer de su voluntad nos ha engendrado para hijos suyos con la palabra de la verdad, a fin de que seamos los israelitas como las primicias de sus nuevas criaturas.
I Ped 1:14 portándoos como hijos obedientes de este Señor, no conformándoos ya con los apetitos y pasiones que teníais antes en tiempo de vuestra ignorancia o infidelidad,
I Ped 2:21 que para esto fuisteis llamados a la dignidad de hijos de Dios; puesto que también Cristo , nuestra cabeza, padeció por nosotros, dándoos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.
II Ped 2:14 como que tienen los ojos llenos de adulterio y de un continuo pecar. Ellos atraen con halagos las almas ligeras e inconstantes, teniendo el corazón ejercitado en todas las mañas que puede sugerir la avaricia; son hijos de maldición;
I Jn 2:14 Os escribo a vosotros, niños, porque habéis conocido al Padre. A vosotros, hijos míos, os escribo, porque sois valerosos, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y vencisteis al maligno espíritu.
I Jn 3:1 Mirad, qué tierno amor hacia nosotros ha tenido el Padre, queriendo que nos llamemos hijos de Dios, y lo seamos en efecto. Por eso el mundo no hace caso de nosotros, porque no conoce a Dios nuestro Padre.
I Jn 3:2 Carísimos, nosotros somos ya ahora hijos de Dios; mas lo que seremos algún día no aparece aún. Sabemos sí que cuando se manifestare claramente Jesucristo, seremos semejantes a él en la gloria, porque le veremos como él es.
I Jn 3:10 Por aquí se distinguen los hijos de Dios de los hijos del diablo. Todo aquel que no practica la justicia, no es hijo de Dios, y así tampoco lo es el que no ama a su hermano.
I Jn 3:10 Por aquí se distinguen los hijos de Dios de los hijos del diablo. Todo aquel que no practica la justicia, no es hijo de Dios, y así tampoco lo es el que no ama a su hermano.
I Jn 5:2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, si amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
II Jn 1:1 El presbítero a la señora Electa y a sus hijos, a los cuales yo amo de veras, y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad.
II Jn 1:4 Me he alegrado en extremo de haber hallado algunos de tus hijos en el camino de la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre celestial.
II Jn 1:13 Te saludan los hijos de tu hermana Electa.
III Jn 1:4 En ninguna cosa tengo mayor gusto que cuando entiendo que mis hijos van por el camino de la verdad.
Apoc 2:14 Sin embargo, algo tengo contra ti, y es que tienes ahí secuaces de la doctrina de Balaam , el cual enseñaba al rey Balac a poner escándalo o tropiezo a los hijos de Israel, para que cayesen en pecado comiendo y cometiendo la fornicación,
Apoc 2:23 Y a sus hijos y secuaces entregaré a la muerte, con lo cual sabrán todas las iglesias que yo soy escudriñador de mentes y corazones; y a cada uno de vosotros le daré su merecido. Entretanto os digo a vosotros
Apoc 7:4 Oí también el número de los señalados, que eran ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de los hijos de Israel.
Apoc 21:12 Y tenía un muro grande y alto con doce puertas, y en las puertas doce ángeles y nombres esculpidos, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel.