II Rey 18:19
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Dijo en seguida Aquímaas, hijo de Sadoc: Iré a dar la nueva al rey de que el Señor lo ha vengado y le ha hecho justicia contra sus enemigos.
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II Rey 18:20
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Le respondió Joab: No serás tú el mensajero en esta ocasión, sino en otra; hoy no quiero que vayas tú a llevar las noticias; pues ha muerto el hijo del rey.
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II Rey 18:22
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Instó Aquímaas, hijo de Sadoc, nuevamente a Joab diciendo: ¿Qué inconveniente hay en que yo vaya corriendo tras de Cusi? Le respondió Joab: ¿Para qué quieres ir a correr, hijo mío? Serás el portador de una mala noticia.
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II Rey 18:22
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Instó Aquímaas, hijo de Sadoc, nuevamente a Joab diciendo: ¿Qué inconveniente hay en que yo vaya corriendo tras de Cusi? Le respondió Joab: ¿Para qué quieres ir a correr, hijo mío? Serás el portador de una mala noticia.
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II Rey 18:27
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Añadió el atalaya: El modo de correr del primero me hace pensar que es Aquímaas, hijo de Sadoc. Ese es un buen sujeto, dijo el rey; sin duda que trae buenas noticias.
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II Rey 18:29
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Y dijo el rey: ¿Está vivo y sano mi hijo Absalón? Le respondió Aquímaas: Cuando Joab, tu siervo, me envió a ti, oh rey, vi que se había levantado un gran tumulto; no sé otra cosa.
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II Rey 18:32
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Mas el rey preguntó a Cusi: ¿Está vivo y sano mi hijo Absalón? Le respondió Cusi: Tengan la suerte de ese joven los enemigos del rey, mi señor, y cuántos se levantaren contra él para dañarle.
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II Rey 18:33
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Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
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II Rey 18:33
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Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
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II Rey 18:33
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Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
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II Rey 19:1
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Y avisaron a Joab que el rey estaba llorando y que hacía duelo por su hijo;
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II Rey 19:2
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con lo que la victoria en aquel día se convirtió en luto para todo el ejército; pues la gente oyó decir aquel día: El rey está traspasado de dolor por causa de su hijo.
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II Rey 19:4
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El rey cubrió su cabeza, y exclamaba en alta voz: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío!
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II Rey 19:16
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También Semei, hijo de Gera de la tribu de Benjamín, natural de Bahurim, acudió a toda prisa, y vino con los de la tribu de Judá a encontrar al rey David,
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II Rey 19:18
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atravesaron el vado, a fin de hacer pasar la familia del rey, y ponerse a sus órdenes. Luego que el rey hubo pasado el Jordán, Semei, hijo de Gera, postrándose a sus pies,
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II Rey 19:21
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A lo que respondiendo Abisai, hijo de Sarvia, dijo: ¿Cómo? ¿Y por estas palabras se ha de escapar de la muerte Semei, habiendo maldecido al ungido del Señor?
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II Rey 19:22
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Mas David dijo: ¿Qué tengo yo que hacer con vosotros, oh hijos de Sarvia? ¿Por qué hacéis hoy conmigo el oficio de diablos o tentadores? ¿Es hoy día de hacer morir a un hijo de Israel? ¿Puedo acaso olvidar que en este día he sido hecho nuevamente rey de Israel?
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II Rey 19:24
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También Mifiboset, hijo de Saúl, descendió al encuentro del rey, y en señal de dolor no se había lavado los pies, ni hecho la barba, ni mudado sus vestidos desde el día que salió el rey de Jerusalén , hasta que regresó felizmente.
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II Rey 19:37
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y te suplico que dejes volver a este tu siervo a morir en su patria, y a que sea sepultado junto a su padre y a su madre. Aquí tienes a mi hijo Camaán, tu siervo; éste puede ir contigo, mi rey y señor; y haz con él lo que bien te parezca.
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II Rey 20:1
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Aconteció que se hallaba allí un hombre malvado, un hijo de Belial llamado Seba, hijo de Bocri, de la tribu de Benjamín; el cual tocó la trompeta, diciendo: Nada tenemos que hacer con David, ni que esperar cosa alguna del hijo de Isaí; vuélvete, Israel, a tu casa.
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II Rey 20:1
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Aconteció que se hallaba allí un hombre malvado, un hijo de Belial llamado Seba, hijo de Bocri, de la tribu de Benjamín; el cual tocó la trompeta, diciendo: Nada tenemos que hacer con David, ni que esperar cosa alguna del hijo de Isaí; vuélvete, Israel, a tu casa.
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II Rey 20:1
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Aconteció que se hallaba allí un hombre malvado, un hijo de Belial llamado Seba, hijo de Bocri, de la tribu de Benjamín; el cual tocó la trompeta, diciendo: Nada tenemos que hacer con David, ni que esperar cosa alguna del hijo de Isaí; vuélvete, Israel, a tu casa.
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II Rey 20:2
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Y se separó todo Israel de David, siguiendo a Seba, hijo de Bocri. Mas los de la tribu de Judá fueron acompañando a su rey desde el Jordán hasta Jerusalén ;
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II Rey 20:6
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Por lo que dijo David a Abisai: Ahora nos ha de dar más que hacer Seba, hijo de Bocri, que Absalón, y corre tras él, no sea que se apodere de algunas de las ciudades fuertes, y se nos escape de las manos.
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II Rey 20:7
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Salieron, pues, con él las tropas de Joab, y los cereteos y los feleteos; y todos los valientes partieron de Jerusalén en persecución de Seba, hijo de Bocri.
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II Rey 20:10
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Y no habiendo hecho Amasa ningún reparo en la daga o cuchillo que tenía Joab, lo hirió éste en el costado, y derramó por tierra sus entrañas, y sin repetir el golpe, lo dejó allí muerto. Luego Joab y Abisai su hermano, continuaron en seguimiento de Seba, hijo de Bocri.
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II Rey 20:13
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Retirado ya del camino, pasaba adelante toda la tropa que iba con Joab, para seguir a Seba, hijo de Bocri.
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II Rey 20:21
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No es esa mi intención, sino que busco a un hombre del monte de Efraín, llamado Seba, hijo de Bocri, que se ha rebelado contra el rey David; entregadnos ese hombre solo, y nos retiraremos al instante de la ciudad. Dijo entonces la mujer a Joab: Pues ahora mismo te echarán su cabeza por el muro.
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II Rey 20:22
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En efecto, se presentó la mujer donde estaba todo el pueblo; y les habló con tanta cordura, que cortando ellos la cabeza a Seba, hijo de Bocri, se la arrojaron a Joab; el cual tocó la retirada, y regresaron las tropas cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén , cerca del rey.
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II Rey 20:23
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De este modo quedó Joab con el mando en jefe de todo el ejército de Israel; siendo Banaías, hijo de Joíada, capitán de los cereteos y feleteos;
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II Rey 20:24
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y Aduram superintendente de las rentas; Josafat, hijo de Ahilud, secretario o cronista;
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II Rey 21:7
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Bien que perdonó el rey a Mifiboset, hijo de Jonatás y nieto de Saúl, en atención a la sagrada alianza que se habían jurado mutuamente David y Jonatás hijo de Saúl.
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II Rey 21:7
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Bien que perdonó el rey a Mifiboset, hijo de Jonatás y nieto de Saúl, en atención a la sagrada alianza que se habían jurado mutuamente David y Jonatás hijo de Saúl.
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II Rey 21:8
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Cogió, pues, el rey dos hijos de Resfa, hija de Aya, que los había tenido de Saúl, llamados Armoni y Mifiboset, y cinco hijos de Micol, hija de Saúl, habidos de Hadriel, hijo de Berzellai, natural de Molati;
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II Rey 21:12
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Entonces David fue y tomó los huesos de Saúl y de Jonatás, su hijo, recibiéndolos de los ciudadanos de Jabes de Galaad, que los habían hurtado de la plaza de Betsán, donde los colgaron los filisteos cuando mataron a Saúl en Gelboé,
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II Rey 21:13
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y transportó de allí los huesos de Saúl y de su hijo Jonatás, y recogiendo los huesos de los crucificados,
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II Rey 21:14
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los hizo sepultar con los de Saúl y de Jonatás, su hijo, en la tierra de Benjamín, a un lado del sepulcro de Cis, su padre. Ejecutado así todo lo ordenado por el rey, se mostró después Dios propicio con la tierra.
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II Rey 21:17
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Pero lo defendió Abisai, hijo de Sarvia, el cual hirió y mató al filisteo. Con este motivo los soldados de David juraron diciendo: No saldrás ya más con nosotros a la guerra, a fin de que no se apague la antorcha de Israel.
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II Rey 21:19
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Hubo después en Gob una tercera guerra contra los filisteos, en la cual Adeodato, hijo de Saltus, que tejía telas de colores en Betlehem, mató a Goliat de Get, que llevaba una lanza, cuyo astil era como un rodillo de telar.
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II Rey 21:21
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Vino a insultar a Israel; pero lo mató Jonatán, hijo de Samaa, hermano de David.
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II Rey 23:1
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Estas son las últimas palabras proféticas de David. Dijo David, hijo de Isaí: Dijo el varón a quien fue dada palabra o promesa del cristo o ungido del Dios de Jacob ; dijo el egregio cantor de Israel:
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II Rey 23:9
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Después de éste fue Eleazar, ahohita, hijo de su tío paterno, uno de los tres valientes que estaban con David, cuando le insultaban los filisteos, reunidos allí en Jesdomín para dar la batalla;
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II Rey 23:11
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El tercero fue Semma, hijo de Age de Arari. Se juntaron un día los filisteos en un apostadero donde había un campo sembrado de lentejas; y habiendo huido el ejército por miedo a los filisteos,
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II Rey 23:18
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Asimismo Abisai, hermano de Joab e hijo de Sarvia, era el principal entre los tres valientes del segundo ternario. Este es el que enristró su lanza contra trescientos y los mató; él era famoso entre los tres,
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II Rey 23:20
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El segundo fue Banaías, hijo de Joíada, varón fortísimo, de grandes hazañas, natural de Cabseel; éste destrozó a los dos terribles leones de Moab; y en tiempo de una nevada bajó a una cisterna, y allí mató a un fuerte león.
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II Rey 23:22
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Esto hizo Banaías, hijo de Joíada,
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II Rey 23:24
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Entre los treinta se contaban Asael, hermano de Joab, Eleanán de Betlehem, hijo de un tío paterno de Asael;
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II Rey 23:26
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Helés de Falti; Hira de Tecua, hijo de Acces;
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II Rey 23:29
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Heled, hijo de Baana, que también era de Netofat; Itai, hijo de Ribai, de Gabaat de los hijos de Benjamín;
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II Rey 23:29
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Heled, hijo de Baana, que también era de Netofat; Itai, hijo de Ribai, de Gabaat de los hijos de Benjamín;
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