Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Oh

Lc 14:15 Habiendo oído esto uno de los convidados le dijo: ¡Oh, bienaventurado aquel que tenga parte en el convite del reino de Dios!
Lc 18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba en su interior de esta manera: ¡Oh Dios!, yo te doy gracias de que no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como este publicano.
Lc 18:24 Y Jesús viéndole sobrecogido de tristeza, dijo: ¡Oh cuán dificultosamente los adinerados entrarán en el reino de Dios!
Lc 19:22 Le dijo el amo: ¡Oh mal siervo!, por tu propia boca te condeno; sabías que yo soy un hombre duro y austero, que me llevo lo que no deposité y siego lo que no he sembrado;
Lc 22:48 Y Jesús le dijo: ¡Oh Judas!, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?
Lc 22:58 De allí a poco mirándole otro, dijo: Si, tú también eres de aquéllos. Mas Pedro le respondió: ¡Oh hombre!, no lo soy.
Lc 24:25 Entonces les dijo él: ¡Oh necios, y tardos de corazón para creer todo lo que anunciaron los profetas!
Jn 1:49 Al oír esto Natanael, le dijo: ¡Oh Maestro!, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel.
Jn 11:27 Le respondió: ¡Oh Señor!, sí que lo creo, y que tú eres el Cristo , el Hijo de Dios vivo, que has venido a este mundo.
Jn 11:41 Quitaron, pues, la piedra; y Jesús levantando los ojos al cielo, dijo: ¡Oh Padre!, gracias te doy porque me has oído:
Jn 12:27 Pero ahora mi alma se ha conturbado. Y ¿qué diré? ¡Oh Padre!, líbrame de esta hora. Mas no, que para esa misma hora he venido al mundo.
Jn 12:28 ¡Oh Padre! glorifica tu santo Nombre. Al momento se oyó del cielo esta voz: Le he glorificado ya, y le glorificaré todavía más.
Jn 12:38 De suerte que vinieron a cumplirse las palabras que dijo el profeta Isaías: ¡Oh Señor! ¿quién ha creído lo que oyó de nosotros? ¿Y de quién ha sido conocido el brazo del Señor?
Jn 17:11 Yo ya no estoy más en el mundo, pero éstos quedan en el mundo; yo estoy de partida para ti. ¡Oh Padre santo!, guarda en tu Nombre a éstos que tú me has dado, a fin de que sean una misma cosa por la caridad, así como nosotros lo somos en la naturaleza.
Jn 17:24 ¡Oh Padre!, yo deseo ardientemente que aquellos que tú me has dado, estén conmigo allí mismo donde yo estoy para que contemplen mi gloria, cual tú me la has dado; porque tú me amaste desde antes de la creación del mundo.
Jn 17:25 ¡Oh Padre justo!, el mundo no te ha conocido; yo sí que te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste.
Jn 18:9 Para que se cumpliese la palabra que había dicho: ¡Oh Padre!, ninguno he perdido de los que tú me diste.
Hech 1:24 Y haciendo oración dijeron: ¡Oh Señor!, tú que ves los corazones de todos, muéstranos cuál de estos dos has destinado
Hech 2:14 Entonces Pedro presentándose con los once apóstoles, levantó su voz y les habló de esta suerte: ¡Oh vosotros judíos, y todos los demás que moráis en Jerusalén !, estad atentos a lo que voy a deciros, y escuchad bien mis palabras.
Hech 2:22 ¡Oh hijos de Israel!, escuchadme ahora: A Jesús de Nazaret, hombre autorizado por Dios a vuestros ojos, con los milagros, maravillas y prodigios que por medio de él ha hecho entre vosotros, como todos sabéis,
Hech 3:12 Lo que viendo Pedro, habló a la gente de esta manera: ¡Oh hijos de Israel!, ¿por qué os maravilláis de esto, y por qué nos estáis mirando a nosotros, como si por virtud o potestad nuestra hubiésemos hecho andar a este hombre?
Hech 5:35 Y entonces dijo a los del concilio: ¡Oh israelitas!, considerad bien lo que vais a hacer con estos hombres.
Hech 7:42 Entonces Dios les volvió las espaldas, y los abandonó a la idolatría de los astros o la milicia del cielo, según se halla escrito en el libro de los profetas: ¡Oh casa de Israel!, ¿por ventura me has ofrecido víctimas y sacrificios los cuarenta años del desierto?
Hech 13:10 le dijo: ¡Oh hombre lleno de toda suerte de fraudes y embustes, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás nunca de procurar trastornar o torcer los caminos rectos del Señor?
Hech 13:16 Entonces Pablo, puesto en pie, y haciendo con la mano una señal pidiendo atención, dijo: ¡Oh israelitas, y vosotros los que teméis al Señor, escuchad!
Hech 26:27 ¡Oh rey Agripa! ¿Crees tú en los profetas? Yo sé que crees en ellos.
Hech 28:25 Y no estando acordes entre sí, se iban saliendo, sobre lo cual decía Pablo: ¡Oh, con cuánta razón habló el Espíritu Santo a nuestros padres por el profeta Isaías,
Rom 7:24 ¡Oh qué hombre tan infeliz soy yo! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte, o mortífera concupiscencia?
Rom 10:16 Verdad es que no todos obedecen la buena nueva. Y por eso dijo Isaías: ¡Oh Señor!, ¿quién ha creído lo que nos ha oído predicar?
Rom 11:3 ¡Oh Señor!, a tus profetas los han muerto, demolieron tus altares, y he quedado yo solo, y atentan contra mi vida?
Rom 11:33 ¡Oh profundidad de los tesoros de la sabiduría y de la ciencia de Dios, cuán incomprensibles son sus juicios, cuán inapelables sus caminos!
II Cor 11:1 ¡Oh, si soportaseis por un poco mi indiscreción! Mas, sí, soportadme, y sufridme,
Gál 3:1 ¡Oh gálatas insensatos!, ¿quién os ha fascinado, o hechizado, para desobedecer así a la verdad?, vosotros, ante cuyos ojos ha sido ya representado Jesucristo como crucificado en vosotros mismos.
Filip 3:17 ¡Oh hermanos!, sed imitadores míos, y poned los ojos en aquellos que proceden conforme al dechado nuestro que tenéis.
I Tes 3:11 ¡Oh! quiera el Dios y padre nuestro , y nuestro Señor Jesucristo, dirigir nuestros pasos hacia vosotros.
I Tim 6:20 ¡Oh Timoteo!, guarda el depósito de la fe que te he entregado, evitando las novedades profanas en las expresiones o voces, y las contradicciones de la ciencia que falsamente se llama tal,
Apoc 18:14 ¡Oh Babilonia!, las frutas sabrosas al apetito de tu alma te han faltado, todo lo sustancioso y espléndido pereció para ti, ni lo hallarás ya más.
Apoc 18:20 ¡Oh cielo!, regocíjate sobre ella; como también vosotros, ¡oh santos apóstoles y profetas!, pues Dios condenándola ha tomado venganza por vosotros, os ha hecho justicia.