VALE más el buen nombre que muchas riquezas. La buena reputación es más estimable que el oro y la plata.

2 Se encontrarán y se necesitarán mutuamente el rico y el pobre; a ambos los ha creado el Señor.

3 El varón prudente vio venir el mal, y se precavió; el simple o incauto tiró adelante, y tuvo que padecer.

4 El fruto de la humildad es el temor de Dios; las riquezas, la gloria y la vida.

5 Armas y espadas hay en el camino del hombre perverso; mas el que guarda su alma se alejará de ellas.

6 Dice el proverbio: La senda por la cual comenzó el joven a andar desde el principio , esa misma seguirá también cuando viejo.

7 El rico manda al pobre; y quien toma prestado se hace siervo de aquel que le presta.

8 Males o desastres segará quien siembra maldades; y será destrozado con la misma vara de su furor. 9 Quien es compasivo, será bendito; porque ha partido su pan por los pobres. Quien es dadivoso conseguirá victorias y honores, pues arrebata el corazón de los que reciben.

10 Echa fuera al mofador impío, que con él saldrán las discordias, y cesarán los pleitos y chismes.

11 Quien ama la candidez de corazón, gozará la amistad del rey por causa de su hablar dulce y agradable. 12 Los ojos del Señor están custodiando a los sabios; mas los discursos de los malos van todos por el suelo.

13 Dice el perezoso: fuera hay un león, y si salgo seré muerto en medio de la calle.

14 La boca de la adúltera, cuando halaga, es una profunda fosa, en la cual caerá aquel que tiene merecida la ira del Señor.

15 Pegada está la necedad al corazón del muchacho; mas la vara del castigo la arrojará fuera.

16 Quien oprime al pobre a trueque de acrecentar sus riquezas, tendrá que cederlas a otro más rico, y vendrá a quedar miserable.

17 Presta atento oído, y escucha las palabras de los sabios; aplica tu corazón a mis instrucciones; 18 las cuales te serán dulces y amables depositándolas en tu pecho, de donde rebosarán por tus labios. 19 Y pon en el Señor tu confianza; porque para eso te las he hoy enseñado. 20 Ya ves que de tres maneras, te dejo expuesta mi doctrina, con muchas reflexiones y sentencias; 21 para hacerte conocer su certidumbre, y las razones verdaderas conque puedas responder a los que te han enviado.

22 No uses de prepotencia con el pobre, por lo mismo que es pobre; ni atropelles en juicio al deudor que nada tiene: 23 porque el Señor le hará justicia, y traspasará a los que traspasaron el alma de aquel pobre. 24 No tengas amistad con el hombre iracundo, ni te acompañes con el furioso,

25 no sea que imites sus procederes, y des a tu alma ocasión de ruina. 26 No te asocies con aquellos que imprudentemente contraen obligaciones alargando su mano, ofreciéndose por fiadores de deudas. 27 Porque si no tienes con qué pagar, ¿a qué fin exponerte a que te lleven la cubierta de tu cama? 28 No traspases los términos antiguos que pusieron tus padres. 29 ¿Viste algún hombre puntual y expedito en sus negocios? Ese tendrá cabida con los reyes, y no quedará entre la plebe.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas