E habló de nuevo el Señor, diciendo:
Hijo de hombre, vuelve tu rostro contra los amonitas y vaticinarás contra ellos.
Dirás, pues, a los hijos de Amón: Oíd lo que habla el Señor Dios: Esto dice el Señor Dios: Por cuanto acerca de mi santuario que ha sido profanado, y de la tierra de Israel que ha sido desolada, y de la casa de Judá llevada al cautiverio, tú, ¡oh pueblo de Amón!, has dicho por mofa: Bien, bien le está;
por eso yo te entregaré como en herencia a los hijos del oriente; los cuales colocarán en ti apriscos, y levantarán en ti sus tiendas; se comerán ellos tus frutos y beberán tu leche.
Y haré que tu capital Rabbat venga a ser una cuadra para camellos, y el país de los hijos de Amón un redil de ganados; y conoceréis que yo soy el Señor.
Porque esto dice el Señor Dios: Pues tú has aplaudido con palmadas, y saltado de gozo, y te has alegrado sobremanera por lo sucedido a la tierra de Israel,
he aquí que yo descargaré mi mano contra ti, y te haré presa de las naciones, y te borraré del número de los pueblos, y te exterminaré de la superficie de la tierra, y te reduciré a polvo, y sabrás que yo soy el Señor.
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Esto dice el Señor Dios: Por cuanto Moab y Seir o la Indumea han dicho: Mirad la casa de Judá; ella es como todas las otras naciones,
por eso he aquí que yo dejaré descubierto el flanco del país de Moab por la parte de las ciudades, de las ciudades, digo, que están en sus confines, las más famosas del país, Betiesimot, y Beelmeón, y Cariataím;
a los hijos del oriente abriré yo el flanco del país de Moab; como abrí el de los amonitas, y les daré el dominio de Moab; de tal modo que no quedará memoria de ellos, ni de los hijos de Amón entre las gentes.
Y tomaré venganza de Moab; y sabrán que yo soy el Señor.
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Esto dice el Señor Dios: Por cuanto la Idumea ejerció siempre su odio inveterado para vengarse de los hijos de Judá, y ha pecado desfogando sin medida sus deseos de vengarse,
por tanto, esto dice el Señor Dios: Yo descargaré mi mano sobre la Idumea, y exterminaré de ella hombres y bestias, y la dejaré hecha un desierto por el lado del mediodía; y los que se hallan en Dedán o hacia el norte, serán pasados a cuchillo.
Y tomaré venganza de la Idumea por medio del pueblo mío de Israel, el cual tratará a Edom según mi indignación y furor le prescribirán; y sabrán lo que es la venganza mía, dice el Señor Dios.
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Esto dice el Señor Dios. Por cuanto los filisteos han tomado venganza, y lo han hecho con el mayor encono, matando y desahogando así sus antiguas enemistades,
por tanto, esto dice el Señor Dios: He aquí que yo descargaré mi mano sobre los filisteos, y mataré a los matadores, y exterminaré lo que queda en la costa del mar,
y tomaré de ellos una terrible venganza, castigándolos con furor. y conocerán que yo soy el Señor cuando me haya vengado de ellos.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas